
Las cifras del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) revelan un panorama preocupante: durante el 2024 se reportaron 37,928 accidentes laborales, de los cuales 280 fueron fatales. Estos datos confirman que la prevención sigue siendo una tarea pendiente en múltiples sectores económicos, en el marco del próximo Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo (28 de abril).
De acuerdo con la información oficial, los sectores más afectados corresponden a manufactura, transporte, comercio, construcción y administración pública, concentrando la mayor cantidad de notificaciones en Lima Metropolitana (79%). Actividades como obras de infraestructura y transporte de personal registraron más de tres mil casos cada una.
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Según el MTPE, el 20% de los accidentes fueron por consecuencia de condiciones inseguras y el 62% de enfermedades ocupacionales se relacionan con exposición continua al ruido, registrándose altos niveles de hipoacusia. Se advierte también la existencia de subregistro, especialmente en el sector informal, lo que impide dimensionar la real magnitud del problema.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) sostiene que invertir en seguridad y salud en el trabajo no solo contribuye a la reducción de accidentes, sino que fortalece el rendimiento, la productividad y la reputación institucional. A pesar de ello, el enfoque preventivo aún no se consolida como parte de la gestión estratégica en muchas organizaciones del país.
Para Kharla Heredia, directora del centro médico ocupacional EstarBien, “es indispensable que las gerencias asuman un liderazgo activo en la implementación de la salud ocupacional. Cada accidente laboral es una oportunidad perdida para prevenir. Las decisiones deben traducirse en una cultura de bienestar sostenida y coherente”.
Informalidad eleva riesgo de accidentes laborales
En Perú, más del 70% del empleo se mantiene en condiciones informales, dificultando los procesos de supervisión y fiscalización. No obstante, diversos actores coinciden en que el fortalecimiento del sistema no solo debe basarse en sanciones, sino también en acuerdos previos, compromisos y mecanismos de incentivo que promuevan entornos laborales seguros desde una lógica de corresponsabilidad.
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Kharla Heredia hizo un llamado a los líderes empresariales, autoridades, sindicatos y a la cooperación internacional a alinear esfuerzos: “La salud ocupacional no es una tarea aislada. Es una decisión estratégica y compartida. Invertir en bienestar es invertir en sostenibilidad y futuro”.
Medidas de prevención de accidentes laborales
Por su parte Jaime Cuzquén, Associate Partner del Área Laboral de EY Perú, refirió que en el citado periodo, las regiones con mayor cantidad de notificaciones de accidentes laborales fueron Lima Metropolitana (26,286), Arequipa (3,535) y Callao (2,557).
“Es fundamental contar con medidas de prevención y asesoría para la correcta implementación y gestión del sistema interno de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST). Ello no solo contribuirá a minimizar los riesgos laborales, sino también el impacto económico y reputacional para las empresas”, subrayó.
En línea con ello, Cuzquén también mencionó otros elementos que las empresas deben tomar en cuenta para prevenir y gestionar correctamente los accidentes laborales que puedan presentarse, tales como la constitución del comité paritario o la elección del supervisor SST, la política interna, la implementación de registros de accidentes, la identificación de peligros y riesgos, los exámenes médicos, auditorías internas, entre otros.
Multas por accidentes laborales
Entre las consecuencias por incumplimiento de las obligaciones en materia de SST, se puede imponer multas que oscilan entre los S/ 14,070 (1 a 10 trabajadores) hasta S/ 281,035 (1000 trabajadores a más); así como el cierre temporal del área de una unidad económica, la paralización o prohibición de trabajos o tareas y se pueden iniciar juicios laborales contra las compañías. La responsabilidad penal es otra de las graves consecuencias que se pueden generar y que podrían impactar en funcionarios y trabajadores de la compañía.
“Las políticas de seguridad y salud en el trabajo son más que un requisito legal; son una inversión en el futuro de la empresa. Al priorizar el bienestar de los empleados, no solo protegemos a nuestro equipo, sino que también impulsamos la productividad, el crecimiento y la sostenibilidad de nuestra organización”, finaliza Cuzquén.