Suiza repitió por quinto año consecutivo en el primer lugar del índice de competitividad laboral que elabora la escuela de negocios IMD, en el que los diez primeros clasificados fueron países del norte y centro de Europa, mientras que Latinoamérica sigue manteniéndose en posiciones muy bajas.
El índice World Talent Ranking, elaborado anualmente por la citada escuela de Lausana y publicado hoy, mide las capacidades de 64 economías para atraer talentos de otros países teniendo en cuenta diversos factores que van desde la educación a la calidad de vida, la inversión en tecnología o los impuestos, entre otros muchos.
Suecia, Luxemburgo, Noruega, Dinamarca, Austria, Islandia, Finlandia, Países Bajos y Alemania completan, por este orden, los diez primeros de la tabla, donde Hong Kong, en undécima posición, fue la primera economía no europea clasificada, y Estados Unidos, en el decimocuarto puesto, fue el mejor clasificado de América.
Las economías latinoamericanas estudiadas vuelven a aparecer en posiciones extremadamente bajas: Venezuela cae cuatro puestos y ocupa el último puesto, mientras Perú desciende 11 para ser antepenúltima, Chile es 48ª, Argentina 54ª, Colombia 55ª y México ocupa el puesto 59.
La pandemia, analiza IMD, ha contribuido a que los trabajadores estén menos motivados que antes a la hora de ir a países no competitivos, y así potencias emergentes como India o Brasil se encuentran en las últimas posiciones (puestos 56ª y 60ª, respectivamente).
Este año destacan las caídas en la clasificación de países altamente desarrollados como Canadá (del puesto octavo al decimoquinto) o Australia (del 13 al 20).
China ha subido cuatro posiciones y con ello ha adelantado a Japón, aunque ambas potencias asiáticas están en la mitad baja (36ª y 39ª, respectivamente).
“Los problemas de movilidad han reducido las ‘fugas de cerebros’ desde el 2020, mientras que en los países ricos en talento ha habido un incremento en motivación”, destacó Arturo Bris, director del Centro de Competitividad Mundial de IMD, que elabora esta clasificación.
El índice resalta, por otra parte, la creciente atracción laboral de países del este de Europa tales como Ucrania, Hungría, Croacia, Estonia, Eslovenia o Rumanía, que han subido en todos los casos más de diez puestos en el último lustro.