La pandemia del COVID-19 ha provocado disrupciones y nuevos desafíos para los CEO, pero también ofrece nuevas oportunidades para aprender cómo llevar a una compañía hacia el éxito cuando la vida vuelva a la normalidad. A medida que los empleados aceptan la crisis actual y se adaptan a nuevos entornos, rutinas y protocolos, empiezan a buscar en los líderes transparencia, estabilidad y toma de decisiones consciente.
De acuerdo con Vistage, la organización global de asesoramiento entre pares, estas son las 7 leyes que aseguran una toma de decisiones sólida en tiempos impredecibles:
1.- Evitar los atajos al crecimiento
Los grandes líderes saben que la excelencia en el liderazgo es un viaje desafiantes y continuo que requiere trabajo duro y atención. Rechazan los atajos y se apropian de su desarrollo, especialmente en tiempos de crisis.
Cuando los líderes tienen una respuesta para todo, su actitud promueve un pensamiento rígido. Eso sofoca la curiosidad, la innovación y la creatividad. Para superar el clásico punto ciego “Yo sé”, pregúntese “¿Qué me estoy perdiendo?”
Además, cuando los líderes solicitan feedback constructivos necesitan sentarse y absorber la información sin posturas defensivas y sin interrumpir. La verdadera reflexión viene después, cuando los líderes se preguntan “¿Dónde está la verdad en los comentarios?” Responder esta pregunta ilumina los posibles puntos ciegos y permite avanzar de manera más efectiva.
2.- Encontrar un espacio para trabajar en el negocio
Los líderes exitosos habitualmente separan el tiempo y el espacio para reflexionar, adquirir nuevos conocimientos y enfocarse en la estrategia. Esta disciplina les permite obtener la claridad que necesitan para navegar los desafíos del día a día y comprender el entorno fuera de su negocio. El estrés de liderar una pandemia global requiere que un líder haga una pausa y se reagrupe.
El pensamiento reflexivo es lo único que un CEO no puede subcontratar. Hay cuatro formas de reducir la velocidad y crear espacio para la reflexión.
- Programar un día al mes para el pensamiento crítico: apague su teléfono, cierre su correo electrónico y concéntrese en pensar críticamente sobre su negocio.
- Salir de la oficina: Salga a correr, a pasear, visite un museo o vaya al gimnasio para aclarar su mente.
- Leer un libro: Leer ficción es una excelente manera de reducir el estrés e inspirar la creatividad.
- Hacer un retiro no tradicional: Planificar un retiro corporativo para que su equipo viva una experiencia diferente puede mejorar la productividad.
3.- Desafiar su pensamiento con perspectivas de pares
Los CEO trabajan activamente para incentivar la apertura de mente y combatir la necesidad de confirmación. Encuentran a otros líderes empresariales que han abordado problemas similares pero en diferentes industrias. Estos pares entienden los matices y los desafíos del rol, y aportan nuevas perspectivas, sin verse obstaculizados por el conocimiento institucional. Ahora más que nunca este efecto se amplifica.
En lugar de buscar apoyo que refuerce sus creencias, es recomendable que los líderes consideren la opinión contraria y traten de defenderla.
4.- Alimentar la curiosidad
Los líderes empresariales de clase mundial tienen mucha curiosidad y poco ego. Dan la bienvenida a nuevas ideas de fuentes confiables. La vulnerabilidad se considera un activo y son los primeros en admitir que no tienen todas las respuestas. Hacen preguntas para buscar aportes y someter a prueba sus ideas para así tomar la mejor decisión para el negocio.
La curiosidad proviene de las preguntas. Por eso se aconseja liderar mediante preguntas. Para mejorar las habilidades de preguntar, es mejor hacer preguntas abiertas, motivadoras, que clarifiquen y que ayuden a los empleados a pensar analítica y críticamente.
5.- Aplicar disciplina en la toma de decisiones
Los líderes de alto rendimiento utilizan un proceso sistemático que tiene en cuenta sus instintos: juicio basado en experiencia y datos, así como la perspectiva de pares, mentores y empleados. La clave es centrarse en lo que se puede hacer hoy, no necesariamente desarrollando estrategias a largo plazo que pueden tener que cambiarse después de una crisis.
El enfoque debe permanecer en la misión, la visión, el propósito y los valores. Con ellos como base, los líderes pueden tomar decisiones con rapidez, consistencia y precisión, incluso bajo las fuertes presiones de una pandemia.
6.- Encontrar un guía confiable
Un coach o mentor es un componente crítico para la excelencia del liderazgo, especialmente en tiempos estrenastes. Los líderes valoran un guía confiable que desafía sus suposiciones, identifica sus puntos ciegos y los responsabiliza. Los coach y mentores más efectivos se acercan al CEO como una persona completa, no solo como el líder en una oficina.
Para sintonizar con su propósito, desarrollar un hábito de pensamiento crítico e inspirar en sus organizaciones, los líderes pueden preguntarse:
- ¿Qué me he observado hacer que tuvo un impacto positivo en alguien que me crucé hoy?
- ¿Qué he observado hacer a alguien hoy que haya tenido un impacto positivo en alguien que encontraron?
- ¿Qué he escuchado o leído, que no observé directamente, que haya demostrado que alguien estaba haciendo algo positivo por otra persona?
Estas observaciones sobre cosas buenas fomenta la conciencia. Los líderes que ven que hay algo valioso y bueno para trabajar son más propensos a rendir a su potencial.
7.- Motivarse ayudando a otros
Los grandes líderes ayudan a otros a pensar críticamente a través de sus desafíos, y en el proceso afinan sus propias habilidades para tomar decisiones. También reconocen que las relaciones importan aún más durante una crisis.
Una de las mejores maneras de ayudar a un compañero es asegurándose de que esté resolviendo el verdadero problema y no un síntoma de un problema más profundo. Para diagnosticar el problema real, hágase las siguientes preguntas, sin hacer observaciones o sugerencias:
- ¿Cuál es el contexto?
- ¿Qué se está tratando de lograr?
- ¿Por qué es importante?
- ¿Qué soluciones se han probado?
- ¿Dónde se necesita ayuda?
La accesibilidad es la cualidad principal que los empleados buscan en sus líderes durante un momento de crisis. Al estar disponible, se toma conciencia de los desafíos que deben abordarse y se transmite una sensación de estabilidad y continuidad.
Los líderes de alta integridad dejan un legado. La forma en que se maneje una crisis como esta será una parte clave del legado que se deje.