Harvard Business Review: ¿Realmente necesita un cambio radical de carrera?

1. COMPRENDA SU CONTEXTO.

En épocas de incertidumbre, las emociones son más volátiles y la urgencia de adelantarse al cambio puede ser mayor. Aunque suene contradictorio, estos son los momentos en los que debería evitar tomar grandes decisiones impulsivas.

Es importante ser consciente de su contexto más amplio y reconocer la influencia que este tiene sobre usted. Como dice el refrán, “consúltelo con la almohada” y vea que piensa de la situación al día siguiente.

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Pregúntese si está atravesando un período normal de su vida o si está viviendo algo fuera de lo común. Evalúe si es realmente urgente tomar una decisión radical o si tiene el espacio mental y la estabilidad financiera para tomarse un tiempo para reflexionar.

Piense: ¿Cómo se sentía con respecto a su trabajo hace un año (cuando no estaba en esta situación de incertidumbre)? ¿Cómo podría sentirse dentro de un año (cuando este período desafiante haya pasado)?

2. SEA FLEXIBLE

Las decisiones profesionales suelen ser complejas y ambiguas. ¿Qué pasaría si pensáramos más como una computadora cuántica que como una clásica? La computación clásica se basa en bits que están en el estado 0 o 1, mientras que la computación cuántica se basa en cúbits que pueden representar 0, 1 o una superposición de ambos estados simultáneamente.

Preferimos claridad y especificidad en nuestros pensamientos y acciones porque la información clara y específica reduce la carga cognitiva, facilitando que nuestro cerebro la procese y comprenda.

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Sin embargo, la ambivalencia podría ser la clave para tomar mejores decisiones, especialmente durante las etapas iniciales de una decisión profesional importante. También es un enfoque más realista: El mundo no se compone solo de 0s o 1s, sino de una mezcla de ambos y de todo lo que hay en medio.

Genere múltiples posibilidades profesionales para usted y sígalas unos pasos más allá para ver a dónde podrían llevarlo. Tal vez la respuesta estuvo frente a usted todo este tiempo, pero solo necesitaba abordar la situación de manera diferente.

3. TOME UNA DECISIÓN INFORMADA

He observado un patrón en mis clientes: se entusiasman rápidamente con una u otra opción profesional, y creen que podrían ser la excepción a la regla. Piensan que encontrarán su próximo rumbo profesional en tan solo unas semanas, mientras que todos los demás pudieron hacerlo tras meses o años de exploración.

En estas situaciones, mi función es equilibrar su entusiasmo con probabilidades realistas y pedirles que esperen un poco más antes de tomar una decisión. E inevitablemente, unas semanas más tarde, una dirección que parecía prometedora de repente se desploma.

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Se topan con nueva información que les hace cambiar de opinión (como una conversación con alguien que les presenta una imagen más realista de lo brillante que es en realidad esa profesión). Se desilusionan, y entonces vuelven a explorar una nueva opción. Por lo general, este ciclo se repite un par de veces hasta que comprenden la naturaleza del proceso.

No se apresure a tomar decisiones costosas. No invierta dinero y tiempo antes de haber recopilado suficiente información y sentir que puede tomar una decisión informada. El problema con las decisiones informadas es que suelen llevar más tiempo del esperado o implican más esfuerzo del previsto. Sin embargo, una vez que toma una decisión basada en múltiples puntos de datos, podrá respaldarla con mayor confianza.

Por Irina Cozma, coach ejecutiva y de carrera.

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