
La felicidad organizacional se consolida como un factor clave para que las empresas peruanas logren rentabilidad y sostenibilidad. Así lo revela la tercera edición del Estudio de Felicidad Organizacional 2025 de Buk, que muestra que las compañías con mayores niveles de bienestar interno también registran mejores indicadores financieros.
En esta edición participaron 12,694 trabajadores peruanos, evaluados a través del ranking Building Happiness, que mide el bienestar interno considerando pilares como compromiso, valoración y sostenibilidad.
“Durante años, la felicidad se consideró un lujo o un ‘extra’. Hoy, es una ventaja competitiva. Las organizaciones peruanas con mayor felicidad interna duplican su probabilidad de autoevaluarse como financieramente sólidas”, señala Sebastián Ausin, Country Manager de Buk en Perú.
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Felicidad laboral, un motor de desempeño financiero
Según el estudio, el 83% de los colaboradores en Perú se declara feliz en su trabajo. Sin embargo, se observa una caída en la felicidad de los trabajadores más jóvenes tras su primer año laboral, lo que representa un desafío para la atracción, retención y alineamiento generacional.
En cuanto a la percepción financiera, el informe muestra que 29% de las empresas con altos niveles de felicidad se consideran financieramente muy sólidas, frente a solo 20% de las que no invierten en bienestar. Entre las empresas medianas, la brecha es más pronunciada: aquellas con bajo margen de utilidad registran un índice de felicidad de 31 puntos, mientras que las de mejor desempeño alcanzan 73 puntos.

Cómo convertir el bienestar en una estrategia financiera
El Estudio de Felicidad Organizacional 2025 de Buk recomienda a los líderes:
- Medir la felicidad sistemáticamente: Indicadores como el Net Happiness Score permiten anticipar riesgos y tomar decisiones informadas.
- Invertir en bienestar: La felicidad interna reduce el riesgo financiero y no debe considerarse un gasto, sino una inversión estratégica.
- Acompañar a la Generación Z: Una adecuada inducción, mentorías y rutas de desarrollo profesional ayudan a mantener su compromiso tras el primer año laboral.
- Mantener el bienestar en crisis: Durante tensiones económicas, el bienestar interno amortigua impactos operativos y financieros.
- Fomentar programas de voluntariado: Las empresas peruanas con voluntariado activo muestran una percepción más alta de solidez financiera.
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Generaciones y prioridades laborales
En comparación con otros países de la región, en Perú la diferencia de felicidad entre la Generación Z y los Baby Boomers es moderada, aunque la experiencia y la estabilidad siguen influyendo positivamente en el bienestar laboral.
Los peruanos valoran principalmente: reconocimiento, iniciativas de bienestar, comunicación oportuna, cultura positiva y oportunidades de desarrollo.
“Los colaboradores felices tienen mejor conexión con los clientes, menor rotación y menor ausentismo. Esto impacta directamente en los resultados. Por eso decimos que la felicidad no es solo un indicador cultural, sino también financiero”, concluye Sebastián Ausin.