La serie de resultados desfavorables del equipo nacional de fútbol ha suscitado el pedido de la salida de Juan Reynoso, el actual director técnico de la selección. A pesar de esto, no hay mucho que se pueda hacer; las cláusulas contractuales imponen -por despido- una penalización de casi US$ 2 millones contra la Federación Peruana de Fútbol. Esta situación nos invita a reflexionar las condiciones necesarias para dar por finalizado un contrato cuando surgen cláusulas contractuales.
Mathias Fariña, representante de Juan Reynoso, mencionó a medios de comunicación que existen ciertos puntos en el contrato del entrenador con la Federación Peruana de Fútbol que evitan su renuncia. De acuerdo con sus declaraciones, el acuerdo no evalúa el cargo del técnico únicamente por resultados o clamor popular, sino como parte de un proceso a largo plazo.
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Aunque los detalles específicos del contrato entre Reynoso y la Federación Peruana de Fútbol no están disponibles, los especialistas consultados suponen que se trata de un contrato de locación de servicios.
Este tipo de contratos otorgan al proveedor una amplia autonomía en la prestación de servicios, siempre y cuando cumpla con la entrega de lo estipulado en el contrato. Es importante destacar que esto lo excluye de la categoría de relación laboral.
En el marco de estos acuerdos, ambas partes, si cuentan con una posición de negociación equitativa, suelen establecer cláusulas de indemnización basadas en los términos acordados en el contrato.
Estas cláusulas son disposiciones que regulan aspectos puntuales de diversos contratos, ya sea de trabajo, arrendamiento, locación de servicios o venta, cada uno con sus propias reglas y criterios que funcionan como un conjunto de “microleyes”.
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¿Cómo se negocian?
Germán Lora, docente de Esan Business Law, explicó que en ocasiones (como podría ser en el caso Reynoso), estipula de instancias de laudo arbitral para resolver sobre la base del contrato.
“Por eso es muy importante una buena negociación del contrato al inicio, tener claras las situaciones que se pueden presentar”, dijo.
Y como todo se regulará contractualmente (sobre las bases del contrato), siempre que ambas partes tengan poder de negociación, resulta indispensable revisar con atención desde el comienzo qué es lo que se pacta y las cláusulas.
Estas pueden incluir desde tiempos forzosos de cumplimiento y causales de indemnización hasta procedimientos de desvinculación, entre otros asuntos.
“Hay que tener claras las situaciones que se pueden presentar. Es una de las cosas más importantes de una relación civil (contrato de locación de servicios). Sirve también para que sus abogados regulen concretamente el contrato”, mencionó Lora.
También es viable establecer indemnizaciones en determinados contratos. Por ejemplo, cuando se estipula la posibilidad de imputar una “falta grave” como motivo de terminación. Sin embargo, es crucial que esta “falta grave” quede establecida desde el inicio de la negociación.
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Los ‘golden parachutes’ en la rescisión de los contratos en deportes
“En el mejor de los casos cuando se trata de la salida de un trabajador, como en estos casos (del DT Juan Reynoso), es que se rija por una renuncia o por una falta grave, porque en el tema futbolístico se da la posibilidad a los profesionales para establecer los ‘golden parachutes’ (paracaídas de oro)”, mencionó José Angulo, asociado senior del área Laboral del Estudio Muñiz.
Estas serían las cláusulas rescisión del contrato que establecen una indemnización adicional o sustitutoria a la tarifada por ley. En el mundo del deporte, estos ‘golden parachutes’ son una garantía para que se cumplan con los tiempos pactados.
De acuerdo a la norma, si el contrato es por plazo definido, al momento de la rescisión se deberá pagar una indemnización de un sueldo y medio por mes pendiente. En tanto, si es por plazo indefinido, será 1 sueldo y medio por año.
Según diversas fuentes, el entrenador técnico habría establecido en su contrato la duración hasta el 2025. Los escenarios más probables que apuntan los especialistas, es una eventual pago de la cláusula de rescisión establecido en negociación con la Federación Peruana de Fútbol.
“Estas cláusulas son muy objetivas. Cuando no se cumplen, se acude al Tribunal de Justicia de la FIFA y una jurisdicción especial demora entre 6 a 8 meses para evaluar si se debe pagar el monto total pactado dentro del contrato”, concluyó Angulo.
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