El Gobierno ha emitido diversas modificaciones a la normativa laboral durante el Estado de Emergencia producido por la crisis sanitaria del COVID-19. Una de ellas está relacionada con el trabajo remoto, una medida para mantener el vínculo laboral entre empleador y empleado.
Desde el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, se puedo conocer hace unas semanas, que evalúan la posibilidad de presentar un proyecto de ley para mejorar su operatividad. Dentro de estos avances se encuentra el derecho a la desconexión, el tiempo fuera de la jornada laboral en que un trabajador no debería recibir tareas ni efectuarlas.
Jorge Toyama, socio del estudio Vinatea & Toyama y exasesor del MTPE, indicó a Gestión.pe que el trabajo remoto “debería ser permanente” y que corresponde al Estado emitir una norma en la que se incluyan garantías para su efecto.
“Es urgente que el Estado lo regule de manera permanente. El trabajo remoto llegó para quedarse, puede ser mixto: dos días en la casa o en la empresa, como también compartir medio día en un lugar y completar la jornada en otro. No se debería ir porque tiene ventajas sanitarias y sociales”, sostuvo.
Añadió que se deben regular algunas de sus características, una entre los gastos corrientes del empleador, previo acuerdo, y en el caso de los trabajadores fiscalizados haya un derecho a la desconexión digital y que “no trabajen más que en la modalidad presencial”.
Para Germán Lora, socio del estudio Damma y exasesor del MTPE, el derecho a la desconexión digital debería ser transversal a todas las modalidades de prestaciones de servicio y no únicamente para el trabajo remoto.
“La desconexión laboral no es exclusiva en un trabajo remoto sino en cualquier prestación de servicios. Hay que trabajarla como figura transversal a la relación laboral, no únicamente para el trabajo remoto”, señaló.
Sostuvo que la productividad en el trabajo remoto pasa por dos características: uno en que el empleador decide cuándo hacer el trabajo remoto y no requiere el acuerdo. El otro relacionado a los gastos “en que no hay obligación de asumir un costo de compensación a favor del trabajador”.
“Son los dos que hay que revisar, porque hasta hace unos seis meses el trabajo remoto no funcionaba y después de que esa norma cambió esas dos características, comenzó a funcionar bien”, detalló.
Reformas laborales
En otro momento, Toyama indicó que es necesario que las empresas continúen resistiendo a la crisis económica que representa la situación actual, por ello propone exonerar mecanismos para que las empresas contraten trabajadores.
“Lo importante es generar mecanismos que fomenten a la empresa la contratación de trabajadores”, señaló el laboralista.
Comentó que una medida importante sería brindar incentivos tributarios como “pagar menos impuestos por trabajadores que contraten en planilla”.
También considera importante la propuesta del seguro de desempleo. “En caso una empresa quiebre y no tenga plata para pagar a los trabajadores, este seguro sirve, más que la CTS, es un salario diferido.
El verdadero seguro de desempleo es como darle una pensión a un jubilado, una atención médica a un enfermo. Es sumamente necesario”, explicó.