Según una encuesta realizada por WorkWhile en 2024, el 77% de los trabajadores por horas prefiere horarios flexibles, mientras que solo el 12% opta por el modelo tradicional de 9am a 5pm. Además, más de la mitad ya obtiene ingresos a través de plataformas que ofrecen esta modalidad.
Este cambio no solo beneficia a los trabajadores. Las empresas que adoptan el trabajo flexible registran una mayor satisfacción, retención y productividad de personal.
Además, el Marco del Buen Empleo (Good Work Alliance) impulsado por el Foro Económico Mundial, plantea que ofrecer condiciones laborales más justas, formaciones continuas y protección social ya no es opcional: es parte del futuro del trabajo.
WorkWhile, plataforma que conecta a trabajadores por horas con oportunidades flexibles, es un ejemplo claro de esta evolución.
Su CEO y cofundadora, Jarah Euston, conoce en carne propia los desafíos de este tipo de empleo. Antes de fundar la compañía, trabajó como camarera y asistente administrativa. “Para mí, esas experiencias fueron un trampolín hacia la universidad y una carrera en tecnología y finanzas. Pero para millones de trabajadores, estos empleos son su principal fuente de ingresos y desarrollo”, afirmó.
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La flexibilidad laboral es el futuro del trabajo
Hoy en día, más de 80 millones de estadounidenses, más de la mitad de la fuerza laboral del país, trabajan por horas, desempeñando roles cruciales en sectores como comercio, manufactura, logística y hospitalidad.
Sin embargo, los modelos laborales tradicionales no se adaptan a sus realidades. La falta de horarios predecibles, salarios justos o beneficios como el acceso a la salud sigue siendo la norma.
Crear una economía más inclusiva y adaptable significa reconocer tanto las oportunidades como los desafíos del trabajo flexible. Por ejemplo, los trabajadores controlan sus horarios y trayectorias profesionales.
Y los empleadores deben equilibrar la flexibilidad con las necesidades operativas, sortear la imprevisibilidad y garantizar salarios justos y crecimiento profesional para los trabajadores no tradicionales.
Casos como los de Ashley, Angela, Josh y Braxten demuestran el impacto real del trabajo flexible. Desde una productora de cine que equilibró su carrera durante las huelgas en Hollywood, hasta un padre de familia que ahorra para su primer Airbnb en California, los testimonios son prueba del potencial de esta modalidad laboral.
Adoptar la flexibilidad, brindar protección social y formar talento ya no es una opción, sino una estrategia inteligente para el desarrollo económico. Como afirma el Foro Económico Mundial, las empresas que lideren este cambio no solo se adaptarán al futuro del trabajo: lo definirán.
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