El consumo de drogas de Elon Musk tiene a los miembros del directorio de Tesla Inc. frente a un dilema ya conocido: tener que decidir qué hacer —si es que algo hacen— en cuanto al hecho de que el director ejecutivo someta a directores y accionistas por igual a un gran riesgo financiero y legal.
Un artículo de The Wall Street Journal que describe la historia de Musk de consumo de drogas recreativas y uso actual de ketamina es la más reciente en una larga lista de pruebas para una junta llena de discípulos del director ejecutivo, varios de los cuales acordaron hace menos de seis meses devolver US$ 735 millones para resolver una demanda que los acusaba de haber recibido compensaciones excesivas.
El año pasado, los accionistas expresaron su descontento con el directorio por el plan de sucesión de Tesla y acusaron a Musk de estar distraído por sus compromisos con otras empresas. Su caótica adquisición de Twitter Inc. en 2022, la empresa de redes sociales a la que rebautizó como X Corp., contribuyó a que Tesla perdiera US$ 672,000 millones en capitalización de mercado ese año.
Antes de eso, los directores sobrevivieron a un litigio relacionado con el intento fallido de Musk de sacar a Tesla de la bolsa en 2018, y aguantaron que, ese año, calificara de pedófilo a un explorador de cuevas involucrado en el rescate de un equipo de fútbol juvenil en Tailandia.
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También debieron testificar en procesos relacionados con el paquete de compensación de US$ 55,000 millones que prepararon para Musk, y en un juicio que impugnaba la adquisición de US$ 2,600 millones por parte de Tesla de SolarCity, el proveedor de energía en dificultades dirigido por primos de Musk.
El informe del Journal —que afirma que Musk ha consumido LSD, cocaína, éxtasis y hongos alucinógenos, a menudo en fiestas privadas— ni siquiera es el primer acercamiento del directorio de Tesla con asuntos relacionados con drogas. Semanas después de que The New York Times reportara, en agosto de 2018, que los directores habían expresado su preocupación por el consumo de Ambien por parte de Musk, este fumó un porro de marihuana en el pódcast del comediante Joe Rogan.
Argumentos para las demandas
El directorio de Tesla tomó medidas mínimas tras esos episodios. Reemplazó a Musk como presidente del directorio y nombró a dos nuevos directores independientes, como lo exigía el acuerdo de cargos por fraude presentado por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. La junta podría enfrentar más litigios por su manejo del consumo de drogas por parte de Musk, dijo Stephen Diamond, quien imparte cursos sobre gobierno corporativo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Santa Clara.
“Esto dará argumentos a los abogados de demandas colectivas en nombre de los accionistas descontentos de Tesla, si pueden vincular las pruebas del consumo de drogas con su papel real como ejecutivo”, dijo Diamond. “El directorio de Tesla tiene la obligación de discernir lo que ocurrirá aquí”.
Si bien el consumo de drogas de Musk podría perjudicar a sus otras empresas —particularmente Space Exploration Technologies Corp., contratista del Gobierno de EE.UU.—, la fortuna del multimillonario proviene más de Tesla que de cualquier otra compañía. Sus acciones y opciones sobre acciones ejecutables tienen un valor de US$ 97,600 millones, o alrededor del 44% de su patrimonio neto de US$ 219,400 millones, según el índice Bloomberg Billionaires.
“Sea lo que sea que esté haciendo, ¡obviamente debería seguir haciéndolo!”, escribió Musk en X, argumentando que Tesla y SpaceX son las compañías de los sectores automotor y espacial más valiosas del mundo. “Si las drogas realmente ayudaran a mejorar mi productividad neta con el tiempo, ¡definitivamente las consumiría!”.
Los miembros del directorio
Los directores con más años de servicio en Tesla son Musk, de 52 años, y su hermano menor, Kimbal; ambos han estado en la junta directiva desde 2004. En los últimos años, la reelección de Kimbal al directorio ha enfrentado el rechazo de un inversionista que ha criticado su falta de experiencia pertinente en la industria y un asesor delegado que ha expresado preocupación por su objetividad.
Los asesores delegados también se opusieron a la reelección en 2022 de Ira Ehrenpreis, capitalista de riesgo que ha estado en la junta desde 2007. Ellos citaron preocupación por la cantidad de préstamos contra acciones de Tesla por parte de Musk y otros directores, y una medida a medias que tomó la junta en respuesta a la propuesta de un accionista de realizar elecciones anuales de directores y que obtuvo el apoyo de la mayoría en 2021.
La única otra directora con una antigüedad relativamente larga en la junta es Robyn Denholm, quien se unió en 2014 y pasó a ser presidenta en 2018. Meses después de su ascenso al puesto, que estaba vinculado a que la SEC demandara a Musk y Tesla por sus tuits relacionados con la salida de la empresa de la bolsa, elogió el uso de Musk de la plataforma de redes sociales.
“Twitter es parte del negocio cotidiano de muchos ejecutivos hoy en día”, dijo Denholm en una entrevista en marzo 2019. “Desde mi punto de vista, lo usa sabiamente”.
Los otros cuatro directores de Tesla son James Murdoch, ex director ejecutivo de 21st Century Fox, nombrado en 2017; Kathleen Wilson Thompson, extitular de recursos humanos de Walgreens Boots Alliance Inc., que se unió en 2018; y Joe Gebbia y JB Straubel, elegidos miembros de la junta el año pasado. Gebbia cofundó Airbnb Inc. y Straubel es cofundador de Tesla.
Musk tiene estrechas relaciones con Murdoch, Gebbia y Straubel. Durante el testimonio ante el Tribunal de Cancillería de Delaware sobre su paquete de compensación de Tesla en 2022, el director ejecutivo respondió preguntas del abogado de un demandante sobre sus vacaciones con Murdoch en varias ocasiones.
Después de que Musk tuiteara sobre intentar el retiro de Tesla de la bolsa, Gebbia envió un mensaje de texto elogiándolo. Los vínculos de Musk y Straubel se remontan a la fundación de Tesla en 2003.
Seguro de directores y funcionarios
Si bien los directores de Tesla han sido bien compensados, ser miembro de la junta directiva ha sido a veces arriesgado. En abril de 2020, la empresa reveló que había decidido no renovar su póliza de responsabilidad de directores y funcionarios, debido a las altas primas cotizadas por las aseguradoras. Musk acordó proporcionar personalmente cobertura, lo que la junta determinó que no afectaría el juicio independiente de los directores.
Después de recibir críticas por el acuerdo, que inicialmente estaba previsto que durara un año, Tesla reveló en octubre de 2020 que había preparado una póliza de seguro habitual para sus directores y funcionarios. Le pagó a Musk US$ 3 millones por 90 días de cobertura provisional que proporcionó.
El reportado consumo de drogas por parte de Musk podría afectar temporalmente las acciones de Tesla, dijo Gene Munster, socio director de Deepwater Asset Management. Pero aquellos que resistieron a pesar de las payasadas del CEO han sido recompensados: las acciones se han disparado un 1,168% desde la calada de marihuana de Musk en septiembre de 2018.
“Un pequeño porcentaje de los inversionistas venderá sus acciones durante la próxima semana y ejercerá cierta presión sobre las acciones”, dijo Munster el domingo. “A la mayoría de los inversionistas no les importará, porque esto entra en la categoría de que, si quiere profitar de Elon, tiene que aguantar sus controversias”.
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