La “nueva normalidad” o “nueva realidad”, es un término que ya forma parte de nuestras vidas. Pero este no solo aplica en la vida cotidiana. Cambios fuertes también se dan dentro de las empresas, en cuanto a comunicación interna, cultura, clima y cambio. Y hoy más que nunca los colaboradores buscan que sus líderes tengan más empatía, no solo con ellos sino también con su núcleo familiar.
Un estudio elaborado por Observatorio 4C, muestra que la valoración de la comunicación de los líderes en sus indicadores más altos (9-10) ha pasado de 11% (antes de la pandemia) a un 24% de alta favorabilidad.
“Prácticamente se ha duplicado a raíz del COVID-19, en algunos casos por convicción y en otros porque les ha tocado a los líderes de la empresa comenzar a comunicar más y reconocer qué está pasando en el ámbito personal y familiar de sus colaboradores, lo que da un mejor clima laboral”, sostuvo Silvia Carrillo, CEO de Eco Consultores Perú.
Es así que la valoración de la relevancia que la Comunicación Interna ha pasado de un 18% a un 55% en su rango de valoración más alta. “Aquí vemos lo importante que es comunicarse con los empleados y se abre un espacio muy fértil para que las áreas de recursos humanos entren a generar programas de salud y bienestar de acompañamiento y cercanía”, agregó.
Para lograrlo, como medio de comunicación para estrechar este hilo entre líderes y empleados, el WhatsApp es el más usado, al ser un medio que llega a todos a través de un Smarthphone. “Casi el 69% de las personas que encuestamos nos indicaron que es el medio de mayor relevancia por su agilidad y versatilidad que permite llevar contenidos audiovisuales, con el mensaje de un gerente por ejemplo”, acotó.
Mensajes
Y al momento de recibir un mensaje de sus líderes, ¿qué valora más el colaborador? Silvia Carrillo señala que sin duda lo importante aquí es quien lo da y bajo qué forma lo da.
“Hoy se quiere un acercamiento humanizado, no solo mandar un mail con un mensaje textual, sino escuchar al líder, principalmente a las cabezas de la organización porque eso genera confianza, que se de transparencia y cuenten hacia dónde va la empresa y qué dificultades pueden estar teniendo”, explicó.
Asimismo, la expectativa del colaborador es que la relación con su jefe directo se fortalezca, bajo la premisa de que en momentos de crisis más cerca deben estar los líderes de su gente. “Hay colaboradores que han perdido un familiar, que temen enfermarse, es decir, son nuevas conversaciones que los líderes deben retomar con sus colaboradores, y que antes no se realizaban”, indicó.
Un ejemplo es que hoy cuando se inicia una reunión vía Zoom o Teams, o la plataforma que la empresa emplee, antes de saber si se han alcanzado los objetivos, se debe entablar una conversación para conocer cómo se siente el trabajador. “Generar una empatía, y se está logrando. Las buenas prácticas que se están logrando ahora son esos acercamientos, hay que humanizar esa virtualidad que hoy tenemos”, señaló Carrillo.
Otro insight que tiene el estudio es que el colaborador hoy busca, incluso más que antes, el reconocimiento. “En Perú esa es una necesidad que los empleados tienen hace décadas, además de escuchar qué medida se toman para salvaguardar la salud física y mental”, anotó.
Fuga de talentos
Y otra situación que se da desde hace muchos años en las empresas es la fuga de talentos, por lo que las empresas buscan retenerlos con ciertos incentivos. La pregunta es, ¿las medidas que hoy se toman de acercamiento y valoración al trabajador pueden impedir una salida de colaboradores?
Para Silvia Carrillo lo que va a pasar es histórico. “Aquellas empresas que han sabido comunicarse, acompañar y entender mejor a sus colaboradores son las que quedan en la memoria de sus trabajadores como empresas por las que vale la pena apostar”, explicó.
En tanto, los jóvenes talentos verán las medidas que hayan tomado en esta coyuntura como un referente para ver a la empresa como un centro laboral adecuado para trabajar.
Incluso, ante decisiones como una reducción de sueldo –práctica que se ha dado en muchas entidades ante la coyuntura– es más fácil ser aceptada por el trabajador, ya que de por medio existe un salario emocional, que se da con la empatía.
“Una realidad que también se da son los despidos por reestructuración en estos momentos, y estas desvinculaciones se están haciendo con empatía y respeto. No solo se cumple con informar al colaborador la razón del despido, sino que se está dando apoyo para que esos colaboradores puedan reubicarse con más facilidad, generándoles contactos o ayudándoles a pulir sus hojas de vida”, puntualizó.