La campaña grande de siembra 2022-2023 culmina este mes, en medio de un dura noticia para el sector: la agricultura registró en abril su peor caída de las últimas tres décadas. Las condiciones podrían ser aún peores para las siguientes campañas de cultivos; y sus efectos negativos en la economía, aún mayores.
Así lo advierten por un lado reportes de riesgos agroclimáticos del Senamhi, pero también proyecciones de economistas y especialistas en el tema.
La citada entidad, Senamhi, señala que para la denominada campaña chica de siembra la continuidad del fenómeno de El Niño costero puede tener efectos adversos para algunos principales cultivos como la papa, el maíz amarillo duro, el arroz, el café, entre otros.
La campaña chica es un periodo corto de siembra que se inicia en junio y agosto en zonas donde no se sembró durante la campaña grande, y es el preludio a la siguiente campaña anual, que empieza entre agosto y setiembre, hasta junio del año entrante.
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¿Qué prevén los expertos?
Para Eduardo Zegarra, investigador de Grade en temas agrícolas, los resultados que tiene la agricultura hasta abril último, marcan una tendencia creciente en la crisis agraria que se inició hace tres años, y que teme se vaya a profundizar en los meses siguientes.
Tras la caída del PBI agrícola en los primeros meses de este año (-6.95% a abril), los próximos meses van a ser más difíciles por presiones inflacionarias desde el lado de mayores precios de alimentos, dijo. En los últimos 12 meses (tasa anual), el Índice de Precios al Consumidor de alimentos subió 17.37% en mayo.
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Esto porque, refirió, se pronostica un fenómeno de El Niño de magnitud fuerte que probablemente podría atrasar el inicio de la campaña agrícola grande 2023-2024, pues se prevé que golpee al sector entre setiembre u octubre próximos, sumado a las inundaciones en el norte y sequía en el centro y sur del país en el siguiente verano.
Crédito agrario en riesgo
Otro problema derivado de esa situación, anotó, es que se va a retirar todo el crédito agrario del sector, porque, cuando ocurre El Niño, normalmente se torna más complicado que se consiga algún préstamo de las entidades financieras.
Para Zegarra, además, el programa Con Punche Agrario si bien destinó recursos para mantenimiento de canales de riego, el resto del presupuesto del Midagri no podría atender la agudización de la crisis en el sector.
Mercelino Encalada, gerente de Ahorros y Finanzas de Caja Piura, comentó que cuando hay ese tipo de fenómenos naturales, generalmente se contraen los créditos para los productores agrarios, pues como no se dan condiciones para la siembra, no hay garantía de que se paguen los préstamos.
A su turno, el economista Jorge Gonzáles indicó que, en vista que la producción agraria tiene un peso de casi 6% en el PBI nacional, superior al de la construcción, su caída en febrero, marzo y abril, puede tener tres efectos colaterales que puede caer sobre la economía.
Primero, contribuye a la reducción del crecimiento de la economía en general; segundo, va a ralentizar más la recuperación del empleo adecuado; y, tercero, su impacto en la inflación, aunque los aumentos de precios se pueden agudizar con El Niño global.
Impactos en cultivos de papa
Los pronósticos del Senamhi refieren que en el caso de cultivos de papa en la costa central y sur, prevalecerán temperaturas de normales a superiores, que pueden retrasar la fase de tuberización de ese tubérculo.
Advierte que es probable una mayor incidencia de la mosca minadora, la alternaria, entre otras plagas y enfermedades fitosanitarias asociadas a las condiciones ambientales previstas.
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Además, en la sierra central, indica que no se descarta daños por heladas, especialmente en zonas con altitudes mayores a los 3,000 metros sobre el nivel del mar.
En general, avizora niveles de riesgo agroclimático entre alto y muy alto sobre todo entre julio y agosto próximos en la sierra centro y sur del país. Dicho riesgo implica la probabilidad de que ocurran pérdidas de producción o de calidad, por efectos de los fenómenos climáticos.
Otros productos del campo
En el caso del maíz amarillo duro, se estima niveles de riesgos medios y altos para la costa norte y sierra norte entre junio y agosto. En la costa norte, central y sur las temperaturas sobre lo normal propiciarían la presencia de plagas durante las fases fenológicas de esa planta.
En la sierra norte, el calor más las lluvias sobre niveles históricos pueden traer enfermedades fitopatógenas en las fases de crecimiento vegetativo y de maduración avanzada. Mientras, en la sierra central, las heladas elevarían el riesgo para siembras atrasadas para el maíz amiláceo, así como estrés hídrico en la sierra sur.
Respecto al arroz, los riesgos agroclimáticos entre medios y altos se centran en la costa norte, con el inicio de las campañas arroceras complementarias o chicas en Tumbes, Piura y Lambayeque.
Igualmente, el Senamhi pronostica diversos niveles riesgo agroclimático para cultivos de café entre bajo, medio y alto en Cajamarca, Pasco, Huánuco, Cusco, donde más bien una disminución de la temperatura, que podría retrasar la madurez de los frutos.
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