La presidenta de la República, Dina Boluarte, declaró estado de emergencia en algunos distritos de Lima como un mecanismo para afrontar el crimen organizado y la delincuencia.
Esste un tema serio, más allá de si esta medida tiene un impacto o no sobre la seguridad ciudadana, hay una preocupación vista desde afuera, señaló Diego Macera, miembro del Directorio del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
“Este país está haciendo declaratorias de emergencia en tres o cuatro distritos, ahora están pidiendo que se declare en emergencia la capital, hay agencias de turismo, embajadas y otros gobiernos que preguntan qué esta pasando, no saben si es realmente seguro para sus inversiones y ciudadanos poner su plata en Perú o ir a visitarlo”, mencionó en RPP.
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Según el especialista, el cuestionamiento es sobre si hay un problema estructural detrás que desincentivaría, por ejemplo, la llegada de estos turistas. “A veces, son consecuencias de decisiones que no medimos, pero no por eso dejan de estar allí, y es lo que debemos evaluar cuando vemos iniciativas fuera de la caja como esta declaratoria de emergencia general”, advirtió.
Fenómeno El Niño
Asimismo, Macera indicó que en los siguientes meses se debe tratar de mitigar los efectos que puedan venir del Fenoméno El Niño, lo cual pasa por inverión en infraestructura, y cuidado de la agricultura para mercados internos y de subsistencia. “Es lo más urgente a pensar, hay una tarea indispensable por hacer y el tiempo nos está quedando corto”, alertó.
En el corto plazo, hay que frenar unas iniciativas que pueden venir desde el Congreso y complicar mucho más el panorama de las inversiones, sobre todo, en el campo laboral, “a veces hay que jugar de arquero”, refirió.
En el mediano plazo, a lo que se puede apuntar en algunos meses o años, es destrabar algunos proyectos de inversión pública y privada que están parados desde hace cinco o seis años como Chavimochic o Majes Siguas, proyectos de irrigación muy importantes que pueden generar decenas de miles de empleos en la zona rural y que no estan avanzando a la velocidad que se esperaría, dijo. Además, se puede hablar de infraestructura o minería donde hay varios proyectos por destrabar que representarían un aliciente fuerte a la confianza en la economía, acotó.
“En el largo plazo, nadie espera que un gobierno -que ha entrado como entró el actual, con debilidad política y que le quedan unos tres años de gestión- pueda revolucionar el país y resuelva todos los problemas, pero esperaría que podamos trazarnos algunas metas concretas”, expresó.
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