Las tensiones crecen tras el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania. En la víspera Estados Unidos canceló la reunión prevista con la potencia europea para el 24 de febrero. En medio, surgen más temores sobre las consecuencias económicas por el recrudecimiento de esta crisis. En Perú, el sector que podría recibir un mayor golpe sería la agricultura y la agroindustria.
A diciembre del 2021, dentro del mapa de comercio bilateral de Perú, Rusia participa con un 0.7%; con un intercambio comercial valorizado en US$ 740 millones, lo que significó un crecimiento de 98.5% respecto al 2020; explicado principalmente por el valor de las importaciones hacia el Perú que ascendieron a US$ 545 millones el año pasado.
Y es que Rusia es un proveedor clave para la industria peruana; exporta químicos para el agro (urea) y la minería (nitrato de amonio), palanquilla y arrabio para la industria siderúrgica, así como trigo para la industria farinácea (es el cuarto proveedor del Perú para dicho cereal después de Canadá, Estados Unidos y Argentina), según información del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
En detalle, Rusia provee el 62% de los abonos minerales o químicos nitrogenados que se utilizan en la agricultura peruana; y participa con un 20% del mercado de químicos potásicos. Cabe indicar que los nitrogenados y potásicos son los que más se aplican en el país (ver cuadro). Así, entre enero y setiembre del 2021, se importaron por US$ 62.7 millones químicos nitrogenados y US$ 61.8 millones en nitrato de amonio para uso agrícola, de acuerdo a datos de la Sunat.
“Rusia tiene una oferta importante de gas natural y eso genera el desarrollo de la petroquímica y de fertilizantes, se convierte en un actor clave, al igual que Ucrania. Ambos son abastecedores de químicos de potasio por lo que cualquier conflicto impactará en los precios en un contexto en el que la tonelada de urea comenzaba a estabilizarse: bajó de US$ 900 FOB a US$ 570 y se preveía que en el primer semestre se mantendría estable, pero ahora el panorama puede cambiar”, señaló el Federico Ramírez, especialista en suelos y fertilizantes.
Alejandro Fuentes de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (Agap) va un poco más allá del tema de fertilizantes, refiere que el abastecimiento de dicho insumo no está aún garantizado para lo que queda del año, sobre todo, considerando que el próximo mes comienza la campaña de palta en Olmos (Lambayeque), y que en julio próximo comienza la campaña grande agrícola de la que dependen más de 2.2 millones de agricultores.
Pero también menciona que el incremento acelerado del precio del barril de petróleo -se acerca peligrosamente a los US$ 100 debido al conflicto- incidirá también en el precio del plástico, insumo para la elaboración de los envases de los principales cultivos de agroexportación, como la uva y arándanos.
Y a ello se sumaría el aumento del costo del combustible que incide en la cadena logística ya sea local o de las navieras. “Esperamos que el conflicto no prospere porque los costos de producción, de por sí, están históricamente altos, en los 13 años que llevo en la industria no se veía este nivel de precios”, mencionó a Gestión.pe.
El otro impacto
Rusia, un país de 144 millones de habitantes, es el cuarto importador mundial de fruta después de la Unión Europea (UE), Estados Unidos y China. Solo en el 2020, las importó por US$ 5,189 millones, de los cuales US$ 124 millones provenían de Perú.
¿Qué es lo que más compra el consumidor ruso de Perú? La palta (47.391 toneladas por US$ 122 millones), el mango (641.689 toneladas por US$ 84 millones), el arándano (8.827 toneladas por US$ 59 millones), la uva (318.725 toneladas por US$ 361 millones), la granada (109,186 toneladas por US$ 143 millones) y la mandarina (902.419 toneladas por US$ 631 millones). De estos productos, el único que se contrajo fue la granada, uno de los más afectados por la pandemia.
Al respecto, Fuentes indicó que en un escenario en el que Europa occidental aplique un bloqueo a Rusia, Perú podría incrementar sus envíos a dicho destino dependiendo de la postura que el actual Gobierno tome sobre el conflicto.
En el corto plazo, sin embargo, Ramírez señala que la campaña de uva está por terminar, la campaña de palta aún está en progreso, y los espárragos todavía es muy variable, por lo que dependiendo de la duración del conflicto se podría ver un impacto positivo para la agroexportación peruana.