En la búsqueda por adquirir un terreno a mejor precio, las subastas públicas de inmuebles cobran importancia, tanto para inversores como para las familias. Sin embargo, es importante que pueda considerar un aspecto relevante en este proceso: los precios.
En diálogo con gestion.pe, la gerente general de la Empresa Municipal Inmobiliaria de Lima (Emilima), Maritza Manturano, explica que en las subastas se pueden encontrar lotes a un precio base menor respecto a lo que se puede encontrar en el mercado inmobiliario comercial.
“Los precios bases de los lotes tienen valores por debajo del mercado, entre 20% y 30% por debajo, para que sea atractivo a los ciudadanos y puedan adquirir nuevos terrenos para construcción”, apuntó
Según indica, en esta subasta pública se pueden adquirir lotes de terreno que ya están urbanizados, cuentan son servicios y sobre todo, no tiene riesgo de estafa.
En el caso de Emilima realizará una subasta pública de 45 terrenos en zonas urbanas en Lima Metropolitana el próximo 4 y 5 de noviembre.
Cambios en el proceso
Por su parte Víctor Saldaña, presidente de la Asociación Peruana de Agentes Inmobiliarios (Aspai), señaló que en efecto, el precio base de un terreno en estas subastas puede ser incluso hasta 40% menor respecto al valor comercial de un lote en el mercado general, por lo que es atractivo para la demanda.
Sin embargo, dijo que se debe considerar que este precio base menor respecto a uno con valor comercial es solo de la salida al momento del remate.
De este modo, dijo que cuando ya se llega al proceso de remate las personas interesadas comienzan a pujar por el inmueble y empiezan a ofrecer una serie de montos cada vez más altos hasta que finalmente se termina vendiendo por igual o encima del valor comercial de la propiedad.
“Entonces en el proceso de puja puede que el precio base empiece a subir y puede que no, depende del grado de interés de los que se presenten a pujar por una de las propiedades que está en remate”, sostuvo.
Agregó que el inversionista que compra un lote a precio de realización -el del remate-debe realizar una evaluación del riesgo, la rentabilidad y en base a sus cálculos tendrá un tope de inversión para ofertar en esa compra.
“Cada uno tendrá sus elementos de juicio en función a sus consideraciones financieras. Cuando se hace una subasta el negocio inmobiliario se vuelve un negocio económico-financiero”, acotó.