El trabajo cotidiano del Poder Legislativo -debatir y crear leyes- no es algo que se revise frecuentemente. Si el Congreso aparece en las noticias, es porque escalan las tensiones con el Ejecutivo, por la discusión de iniciativas legislativas puntuales que tienen repercusión mediática o por asuntos políticos alejados de su labor normativa.
Pero poco se dice sobre la ‘agenda legislativa’, aquello que efectivamente tienen en cartera los congresistas más allá de lo polémico. Y la realidad es que hay un grupo importante de proyectos que conciernen directamente al sector empresarial, que Gestión ha identificado (ver gráficos).
Beneficios económicos
Uno de ellos es el 3124-2021, que propone una “doble deducción” del Impuesto a la Renta (IR) por gastos no salariales de empleados entre 18 y 29 años. El proyecto busca impulsar la contratación de jóvenes y, a la vez, ofrece a los empleadores un respiro tributario que expertos vienen pidiendo por años.
Asimismo, la iniciativa 2235-2021 propone que pagos como las gratificaciones y los aguinaldos sean exonerados del IR, reduciendo los costos laborales de contratar nuevo personal.
En la Comisión de Economía, además, hay distintos proyectos para incentivar el crecimiento y la formalidad de las micro y pequeñas empresas. Uno de ellos, el 3150-2021, pretende darles nuevos beneficios tributarios. Por ejemplo, que no estén sujetas al pago del IR durante sus primeros seis meses de actividad y que en los primeros tres años de existencia puedan pagar la tercera categoría de ese impuesto mediante desembolsos divididos hasta en 12 cuotas.
Jorge Picón, socio del Estudio Picón, señala que la creación de más beneficios tributarios no necesariamente es algo positivo, como se podría creer.
El abogado opina que los proyectos que establecen una doble deducción no son el camino correcto. “No es conveniente, ya que complicarían aún más el sistema tributario, el cual debe ser simple para evitar la generación de mayores conflictos”, explica.
Uno de los proyectos de la comisión, sin embargo, sí sería positivo, según Picón: el 1814-2021. Este plantea que si un contribuyente paga una deuda tributaria que tenía antes del 2018 -y que venía litigando con la Sunat porque la consideraba injusta- se le exonerará de todo interés moratorio y multa en relación a ella.
“Estamos en un momento en el que se requiere un tipo de ’limpieza’. La cantidad de litigios y sobrecarga procesal inútil que se ha creado en los últimos años es tremenda, por lo que sería un momento razonable para hacer este ‘borrón’. La última norma en este sentido fue en el 2002″, dice Picón.
El experto agrega que este tipo de medidas se vienen pidiendo desde hace más de una década y que deberían emitirse en el contexto actual. Ello porque recientemente varios casos llegan al Tribunal Constitucional y este, igual, termina señalando que los intereses no deben ser pagados o que la deuda ha prescrito.
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Mayores costos laborales
A los proyectos que plantean beneficios tributarios para los empleadores se suma otro grupo de iniciativas provenientes de la Comisión de Trabajo que podrían encarecer las relaciones laborales.
Una de ellas, la número 2306-2021, busca que el sueldo de los trabajadores que laboran en el horario nocturno sea 35% mayor al de un trabajador que realiza la misma actividad en el horario regular. Hoy solo debe ser 35% mayor al sueldo mínimo.
Por otro lado, hay un número de proyectos pendientes de ser votados en el pleno que modificarían la jornada laboral. Por ejemplo, el 671-2021, que busca incorporar el horario de refrigerio en la jornada de trabajo, reduciéndola, o el 2135-2021, que propone la creación de un “microdescanso” de 20 minutos durante la mencionada jornada.
Al respecto, Jorge Toyama, socio del estudio Vinatea & Toyama, indica que estos proyectos suelen pasar la etapa de comisión, pero sufren para obtener el voto aprobatorio del Congreso en la siguiente instancia.
“La Comisión de Trabajo tiene un marcado interés a favor de los trabajadores y los sindicatos, pero ello se enfrenta con lo que busca el pleno, donde usualmente estos proyectos no pasan y se quedan en el tintero”, indica el abogado.
Según explica Toyama, el pleno del Congreso tiene una visión más populista, por lo que solo proyectos de impacto mediático, como el retiro de la AFP o de la CTS, terminan convirtiéndose en leyes; mientras que los otros no son discutidos.
Esto se ve reflejado en el proyecto de ley que busca derogar el Decreto Supremo 001-2022-TR, el cual restringe la tercerización laboral, al prohibir su uso para cubrir puestos considerados “nucleares” en las empresas. Sin embargo, pese a que dicho proyecto está en el pleno desde julio, al cierre de esta edición aún no es debatido ni se somete a votación.
Cambios focalizados
Un grupo de iniciativas además apunta a sectores específicos.
Uno de dichos proyectos es el 3060-2021, el cual busca crear un nuevo impuesto a la riqueza de personas naturales.
El proyecto busca que todos aquellos que tengan un patrimonio mayor a 3,500 UIT (S/16,100,000) paguen un impuesto que tendría una tasa variable que se va incrementando progresivamente y que puede llegar a 2.8% del total del patrimonio del contribuyente.
Por otro lado, el 414-2021 propone que las personas cuyos vuelos sean cancelados tengan el derecho a una indemnización y a un reembolso completo si ello lleva a que pierdan la razón misma de su viaje.