En el 2012 se publicó la Ley 29973, que establece que toda empresa del Perú que cuente con más de 50 trabajadores en planilla está obligada a cumplir con una “cuota de empleo” con relación a las personas con discapacidad. Esta cuota determina que el 3% de la planilla de dicha empresa debe estar conformada por personas con discapacidad.
Según data del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), existen alrededor de 7,200 empresas que deben cumplir con dicha obligación. Sin embargo, de acuerdo con la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil), solo 88 realmente cumplen con la norma.
Cabe indicar que, en el 2021, dicha cifra era de 72. Es decir, solo 16 empresas han logrado cumplir con la norma en el último año.
Al respecto, cabe indicar que según la data del MTPE, en la actualidad 1′039,109 personas con discapacidad se encuentran laborando de un total de 2′892,010.
Adicionalmente, señala el ministerio, existe un total de 736 empresas que pese a que no cumplen con la cuota, han mejorado el porcentaje de trabajadores discapacitados en planilla con relación al año anterior.
Sin embargo, la realidad es clara: las empresas peruanas no cumplen con contratar a personal con discapacidades.
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La razón detrás
Renato Velásquez, socio de GVO abogados y especialista en diversidad e inclusión, indicó a Gestión que existen 3 factores principales por los cuales las empresas no cumplen con la cuota de empleo.
“Uno de los problemas más grandes es que cuando las empresas buscan cumplir con la cuota y envían mensajes al Ministerio de Trabajo o al Conadis (Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad) para que se les faciliten perfiles de trabajadores con discapacidad en el mercado, la administración no responde”, señala Velásquez.
Agrega que, consecuentemente, los empleadores no tienen acceso a una variedad de perfiles de personas con discapacidades que puedan cubrir puestos en sus compañías, por lo que al final se termina optando por trabajadores sin discapacidades.
“Otro aspecto importante es el social. Aún existe la percepción de que se cree que las personas con discapacidad no son valiosas a nivel profesional, sino que más bien son una carga. Esto está enraizado en nuestro imaginario colectivo”, añade.
Velásquez considera que hasta que esta percepción social cambie no se podrá llegar a un desarrollo pleno en la inclusión laboral.
Problemas de educación
Finalmente, Velásquez explica que hay un problema con relación a la educación.
Hoy en día, el 48% de personas con discapacidad tienen “dificultad para ver”, mientras que otro 7.6% tiene dificultades auditivas.
“El sistema educativo peruano no está diseñado para educar a esta población”, explica el abogado, quien recalca que, debido a ello, muchas de las personas con discapacidad no tienen educación superior que les pudiese dar acceso a mejores puestos de trabajo.
Al respecto, cabe señalar que el 34% de personas con discapacidad solo ha terminado una educación primaria y un 28% ha culminado la secundaria, por lo que más del 50% de personas con discapacidad no tienen educación superior.
Eso se ve reflejado en sus puestos de trabajo. Hoy en día, el 23.9% de trabajadores con discapacidad laboran como “ambulantes”, según data del ministerio, mientras que 23.5% son vendedores de comercios y mercados.