El 11 de setiembre se publicó la Ley 31572, la nueva Ley del Teletrabajo, la cual trae consigo un número de cambios a la forma en la que se llevará a cabo el trabajo desde el domicilio de los trabajadores.
Pese a que lo más probable es que dicha norma se empiece a aplicar desde febrero debido al plazo de publicación de reglamento otorgado y al plazo de adecuación dado a las empresas, existen algunos puntos sobre los cuales los empleadores deberían empezar a tomar acción desde ahora a efectos de que puedan empezar a usar la nueva figura a comienzos del próximo año sin problemas.
Una de estos es ir negociando con los trabajadores la división de costos por el uso de internet y de energía.
Cómo negociar el internet
Brian Ávalos, socio del estudio Payet, señala que los empleadores deben empezar a “valorizar” el costo de internet y energía.
Al respecto, comenta que un grupo de empresas está utilizando especialistas para hacer mediciones del uso de dichos servicios en función de la jornada de trabajo, no con relación a las 24 horas del día.
“Se mide un monto general, no uno por uno, y eso se les ofrece a los trabajadores”, explica.
El abogado agrega que esta es una buena oportunidad para “estandarizar” el uso de internet por parte de los trabajadores.
“Yo podría decirles a los trabajadores que cubro parte de su internet, pero con la condición de que suban la velocidad de internet con la que cuentan. Hay algunas personas que tienen un internet muy lento y eso afecta su trabajo. Los empleadores pueden aprovechar esta etapa para estandarizar el internet de todos sus trabajadores”, agrega Ávalos.
El socio del estudio Payet agrega que es posible que muchas empresas no puedan asumir dichos costos, por lo que es necesario que vayan negociando desde ahora pactos en contrario con sus trabajadores donde ellos dispongan estar de acuerdo con que el empleador no asuma el internet o energía.
Pamela Navarro, directora de Atalla Legal, por su parte asegura que muchas empresas parecen estar esperando a que se publique el reglamento de la ley, con la expectativa de que contenga una fórmula para calcular los costos, pero es muy probable que dicha fórmula no se dé, por lo que es necesario trabajar este tema desde ahora.
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El uso del espacio
Otro aspecto a ir negociando es el uso del espacio.
Como consecuencia del uso del trabajo remoto, muchas empresas han dejado de alquilar espacios o han reducido el tamaño de sus instalaciones.
Ahora que el trabajo remoto culminará y será reemplazado por el teletrabajo, este requerirá de acuerdo con el trabajador. En ese sentido, es posible que un número de trabajadores no quiera permanecer trabajando desde casa y busque un espacio físico en el que trabajar con el que su empleador puede no contar en el momento.
Ello debe ser resuelto antes de que entre en vigencia la norma.
Ávalos señala al respecto que esta también es una oportunidad para mejorar el uso de espacios, de estacionamientos y ver cómo mejor adaptarse a un posible trabajo híbrido.
Navarro también señaló que las empresas debían empezar a cotizar y evaluar las opciones con las que cuentan para implementar el nuevo teletrabajo.
“Hay que empezar a mapear qué funcionaría mejor para cada trabajador. Hay muchas empresas que han devuelto espacios, por lo que no sería posible regresar a todos los trabajadores a la presencialidad, pero sí se puede ver qué llevará a un mejor ambiente de trabajo. Considero que una buena opción sería mandar una encuesta a los trabajadores para ver qué modelo de trabajo prefieren, si el presencial, el híbrido o el remoto”, explica la abogada.
Navarro agrega que estas cosas “no se hacen de un día al otro”, por lo que es necesario que se empiece a ver desde ahora, más aún si resulta necesario contratar más espacio para cubrir a todo el personal que quiere regresar a la presencialidad.
“Muchas empresas han perdido de vista que se tiene que considerar lo que más beneficie a la relación laboral, no solo cómo generar ahorros”, explica Navarro, quien señala que una mejor moral lleva a mejor productividad.
Establecer cláusulas y reglas generales
Ávalos además indica que las empresas deben aprovechar para instaurar reglas generales que aplicarán durante el teletrabajo.
“Hay que ver, por ejemplo, posibles sanciones disciplinarias frente a incumplimientos a la ley, como cuando un trabajador se va de su domicilio sin avisar. Puede parecer extraño, pero ¿qué pasa si se va a un lugar sin internet? Se tiene que avisar al respecto. Estos meses son una buena oportunidad para establecer formas de comunicación y sanción”, comenta.
Ávalos agrega que además se deben adecuar políticas del trabajo remoto a las del teletrabajo, como las medidas de seguridad y salud en el trabajo.