En la actualidad, el Perú cuenta con 31 licencias laborales que excusan a un trabajador de su puesto de trabajo. De estas, 28 otorgan el descanso laboral con goce de haber, es decir, con derecho al pago de un sueldo por los días no laborados, según un informe realizado por Damma Legal Advisors.
La mayoría de estas licencias están relacionadas con temas del cuidado de la familia y la salud. Por ejemplo, además de la licencia pre y post natal, existen la licencia por paternidad, por adopción, para el cuidado de un pariente con Alzheimer, cuando el hijo menor de un trabajador es diagnosticado con cáncer y para cuando un familiar se encuentra con enfermedad en estado grave o terminal, entre otros (ver tabla).
Asimismo, actualmente en el Congreso se tiene en cartera discutir una posible nueva licencia por muerte fetal.
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Comparación con otros países
Pese a que uno podría creer que el número de licencias en el Perú está por encima del promedio mundial, esto no es realmente así, explica Jorge Toyama, socio del estudio Vinatea & Toyama.
“En función a los países que forman parte de la OCDE estamos dentro del estándar, con la excepción de los temas ligados a la responsabilidad familiar. En este último punto estamos por debajo del promedio”, indica el experto, quien señala que en el Perú las licencias por responsabilidad familiar están ligadas a la mamá, algo que debería cambiar.
Al respecto, Germán Lora, socio del estudio Damma, señaló que “estamos en la misma línea que los países europeos, donde hay un perfil más social de las relaciones laborales”. El abogado recalca que, pese a que tenemos economías “totalmente distintas” a estos países, el Perú se está equiparando en términos del tratamiento de las relaciones laborales.
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¿Es positivo tener ese número de licencias?
Lora enfatiza que las licencias son positivas para los trabajadores, pero que tener tantas licencias hace un poco más complicada la situación para el empleador, lo cual afecta en algo la formalización. “Antes de crear licencias hay que incorporar más personas en el mercado laboral formal”, comenta.
El abogado, agrega, sin embargo que, en todo caso, hay que trabajar para que sean de conocimiento de los trabajadores. “No solo se trata de tenerlas, hay que utilizarlas y gozarlas”, señala.
Por su parte, Toyama considera que todas las licencias que hay hoy en día son razonables, por lo que sostiene que realmente contar con las mismas es muy positivo.
“Lo único que habría que reformar es el tema de las responsabilidades familiares, donde estamos atrasados y, además, se tendría que trabajar una norma general de licencias, donde esté todo ordenado y donde se indique si las licencias generan ingresos que se consideran para las utilidades o no. Falta transparentar eso ya que siempre lleva a debates entre laboralistas”, comenta.
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