El Pleno del Congreso tiene en agenda el proyecto de ley 3401, presentado por el Poder Ejecutivo, que busca crear un subsidio extraordinario para promover la contratación formal de jóvenes con edades entre 18 y 29 años, en el sector privado para financiar, parcialmente, la remuneración mensual de estos trabajadores, utilizando un monto de S/291,504,534, por un total de 6 meses de contratación.
En ese sentido, se subsidiaría hasta el 55% del sueldo de las trabajadoras mujeres por los tres primeros meses de la duración del subsidio y luego 27.5% por los siguientes tres meses, siempre que la trabajadora esté contratada a plazo indeterminado. En caso el contrato sea a plazo fijo el subsidio sería de 45% y luego de 22.5%.
En los hombres, el subsidio llegaría a 45% y 22.5% en el caso de los que están contratados por un plazo indefinido, y de 35% y luego 17.5% si su contrato tiene plazo fijo.
Al respecto, Jorge Toyama, socio del estudio Vinatea & Toyama, señala que los porcentajes son muy similares para aquellos contratados a plazo fijo y para los que no, por lo que es probable que las empresas solo contraten a trabajadores a plazo fijo.
El subsidio solo se entregaría en favor de empresas con hasta 100 trabajadores en planilla, siempre que hayan incrementado el número de trabajadores entre los 18 a 29 años en un mes en comparación el mismo periodo del año pasado, y si su planilla aumentó con relación al mes anterior.
Adicionalmente, según el proyecto, el beneficio solo aplicará para los trabajadores que tengan un sueldo de hasta S/ 1 700.
No accederían a este beneficio las empresas sancionadas por materias sociolaborales en los últimos dos años. Tampoco lo harían las que anteriormente no hayan tenido a ningún trabajador en planilla, es decir, que hayan sido informales.
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Una norma muy compleja
Según Germán Lora, socio del estudio Damma, el proyecto es “muy complejo”, por lo que las empresas no sabrán si les toca o no ser beneficiarios del subsidio.
“Esto es un problema porque al final del día, para acceder a este subsidio, la empresa beneficiada tienen que solicitárselo al Ministerio, no es que le caiga automáticamente. Sin embargo, como esta ahora el proyecto nadie va a saber si le toca recibir el subsidio o no”, recalca el abogado.
Al respecto, durante la pandemia, a fin del 2020, el Ministerio de Trabajo llevó a cabo una campaña similar, con la que subsidió el sueldo de los nuevos trabajadores que las empresas contrataran, en un intento de combatir el efecto del covid-19 en la formalidad.
Sin embargo, según datos del ministerio, pocas empresas solicitaron acceder a este subsidio, en parte porque no conocían que eran beneficiarios del mismo.
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Mal enfocada
Lora recalca que la fórmula de la norma es incorrecta, al solo enfocarse en las empresas que tienen hasta 100 trabajadores.
“Habría que preguntarse si estas empresas son las que generan empleos en el Perú, porque si no, la norma podría terminar beneficiando a pocos jóvenes”, señala el abogado, quien indica que quizás esta medida tendría mucho más impacto si se permitiera a las grandes empresas participar del subsidio.
“Hay que dejar de pensar que esto beneficiará a las empresas. Acá se beneficia al joven; no me importa si la contrató la empresa más grande o la más pequeña”, enfatiza.
Por su parte, Toyama menciona que pese a que este tipo de iniciativas son necesarias, “establecer un subsidio en estos momentos no es sostenible”. Agrega que la norma no contiene nada que “genere atractividad para pasar una informalidad a la formalidad”.
“Van a suceder algunas cosas. Entre ellas se dará una sustitución de trabajadores que tengan más de 30 años por aquellos que estén dentro del alcance de la norma”, refiere el abogado, quien indica que la norma, además, debería contemplar medidas para apoyar a los jóvenes que actualmente ya se encuentran contratados.
El 82.1% de jóvenes entre los 18 y 29 años que laboran lo hacen de manera informal, según datos del INEI al 2022.