El comercio ambulatorio en La Victoria se desborda a diario con la llegada masiva de comerciantes que buscan vender sus productos, sin medidas sanitarias ni distanciamiento social, que la convierten en el principal foco de infección del COVID-19.
Ante ello su alcalde, George Forsyth, consideró -en diálogo con Gestión.pe- como una medida acertada el anuncio presidencial que los centros comerciales y conglomerados reabrirán sus puertas al público.
“Me parece que la decisión tomada por el Gobierno es importante ya que estamos viendo que el comercio ya está desarrollándose, solo que en la vía pública y de manera informal. Si es que el comercio ya está operando, pues que se desenvuelva de manera ordenada y segura dentro de las galerías para evitar contagios masivos”, detalló.
En ese sentido, recordó que -una vez abierta para atención al público- será responsabilidad de cada tienda o conglomerado comercial implementar sus planes sanitarios para evitar al coronavirus y sobre todo las aglomeraciones.
Como se recuerda, el Ejecutivo dispuso que los conglomerados productivos y/o comerciales podrán operar únicamente registrando sus planes de vigilancia, prevención y control del COVID-19 en el SISCOVID-19 del Ministerio de Salud (Minsa).
“Cada privado tiene que implementar toda su logística para evitar las aglomeraciones. La municipalidad no va a controlarlo porque sería imposible. Una galería -por ejemplo- podrá utilizar la tecnología, que ahora es mucho más barata, para dominar su aforo. Lo que nosotros vamos hacer es fiscalizar que se cumplan con los aforos y las demás medidas especificadas en los planes sanitarios”, subrayó.
Con ese fin estima que en La Victoria se hará la inspección de varias galerías por día. De detectarse incumplimientos, se procederá inmediatamente con la clausura del local comercial.
-El reto de fiscalizar La Victoria-
Uno de los principales retos que deberá lidiar -en palabras de Forsyth- son las labores de fiscalización debido a que su comuna cuenta con pocos recursos (presupuesto) y personal a lo que se añade las características propias de La Victoria.
“Es muy distinto fiscalizar los malls tipo Jockey Plaza, San Miguel o Plaza Lima Sur, que -por ejemplo- Gamarra. El trabajo es titánico en estos sitios. No es algo que vamos hacer en un día. Con el personal que tenemos, es un trabajo que va a tomar un tiempo prolongado para visitar cada puesto y observar cómo está funcionando”, añadió.
Ante ello pidió al Ejecutivo la transferencia de una partida especial para las labores de fiscalización tomando en cuenta que en mayo el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) estableció tres metas a las municipalidades para la asignación de recursos hasta por S/ 300 millones, entre las que estaba la regulación en el funcionamiento de los mercados de abastos; generación de espacios temporales para el comercio y la entrega de canastas familiares.
“El problema (en la fiscalización) radica en que se requiere personal, específicamente cuadrillas de fiscalización. Lamentablemente, hemos sido muy golpeados por la falta de recursos, dejando a ir a muchas personas, por lo que si necesitamos recursos humanos. Sería importante considerar una transferencia para (poder fiscalizar) conglomerados como Gamarra, Mesa Redonda o Mercado Central que son más complejos, por lo que se requiere un presupuesto para contratar al personal y dotarles de implementos de bioseguridad”.
-Tiendas para los informales-
El exportero de Alianza Lima señaló que desde su comuna promueve, incluso desde antes de la pandemia, la formalidad prueba de ello es que actualmente cuenta con 5,000 tiendas -cedidas por dueños de galerías- en Gamarra para ser entregadas a los vendedores ambulantes hasta por dos años para incentivarlos a la formalidad.
“Desde La Victoria estamos luchando contra la informalidad -desde antes de la pandemia- en coordinación con el sector privado que tienen espacios los que no se alquilan debido a que el comercio se volcó a la vía pública. Nosotros nos convertimos en nexo entre el sector privado y los informales, para conocer -primero- cuántas tiendas tenían disponibles en cada galería, las que ponían a disposición cierta cantidad para ser cedida a los informales”, explicó.
Con la ventaja de que los comerciantes no pagarían alquileres entre 6 meses a un año e incluso hasta dos. “Lo único que cubrirían son los servicios, pero no se les cobraría el alquiler del local”
Forsyth indicó que esta propuesta todavía está vigente. ¿Bajo qué requisitos? Para la autoridad edil, lo principal es que los ambulantes que quieran pasarse a la formalidad se comprometan a no volver a las calles, más aún tomando en cuenta el anuncio presidencial de la reapertura de las galerías comerciales.
“Actualmente contamos con 5,000 puestos (tiendas) para ponerlo a disposición del comercio informal. Por lo que ya no hay excusa para seguir a la calles. Apenas se abran las galerías para la atención al público tengo 5,000 tiendas disponibles. Que no hayan espacio, es falso”, puntualizó.
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