Hoy, Día Mundial del Turismo, hay poco que festejar cuando se trata de la ejecución de proyectos de inversión pública en este sector en el Perú. Un sector que genera empleos, dinamiza la economía local y posiciona al país como uno de los destinos más codiciados del mundo.
Sin embargo, detrás de los galardones y el crecimiento en la llegada de turistas, se esconde una cruda realidad: el 54% de los proyectos de inversión turística, a pesar de contar con presupuesto, presentan un avance presupuestal del 0%, lo que equivale a más de S/ 39 millones no ejecutados. Este dinero podría haber transformado la experiencia del turismo en las regiones, mejorando infraestructura, servicios básicos y accesos.
Esta falta de ejecución no solo representa una brecha en infraestructura, sino una oportunidad perdida para impulsar el desarrollo local y el crecimiento económico del país. A tres meses de terminar el año, los recursos de más de 170 de los 327 proyectos turísticos presupuestados en este 2024 aún no han sido ejecutados, afectando directamente la competitividad del sector.
En un país cuya riqueza cultural y natural es su principal activo, la ineficiencia en la administración de los recursos destinados al turismo amenaza con erosionar los beneficios que esta industria puede ofrecer a largo plazo.
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Brechas de infraestructura
De acuerdo con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), el diagnóstico de brechas del sector en el 2023 reveló que el 97.2% de los recursos turísticos priorizados operan bajo condiciones inadecuadas.
Este alarmante porcentaje evidencia la falta de infraestructura adecuada en la mayoría de los destinos, afectando negativamente la experiencia del visitante. La falta de señalización, centros de atención turística, sistemas de saneamiento y transporte adecuado son solo algunos ejemplos de los problemas que enfrentan los turistas en el país.
La ejecución presupuestal en promedio ha sido de 57% en los últimos cinco años, a pesar de que el presupuesto para el turismo aumentó en 95.87% en el mismo periodo. Este año, con un presupuesto de más de S/ 435 millones, solo se ha ejecutado el 52.1%, lo que refleja que un aumento de los fondos no garantiza una mejor ejecución.
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Regiones bajo la lupa
Las regiones con mayores asignaciones presupuestales para proyectos turísticos son Loreto, Lima, Amazonas, Cusco y Junín. Loreto, por ejemplo, cuenta con más de S/ 82 millones destinados a proyectos en dicho sector. Uno de los más importantes, “la creación de servicios de promoción y diversificación de actividades productivas en Yurimaguas, Alto Amazonas”, con una desviación de costo del 63%, para este 2024 tiene un presupuesto superior a los S/ 36.5 millones y promete beneficiar a más de 89 mil personas.
Pese a ello, Loreto solo tiene 14 proyectos que cuentan con presupuesto para este año y 6 de ellos a pesar de contar con presupuesto para este año no registra un avance en la ejecución presupuestal.
En Cusco, el “ombligo del mundo” y epicentro del turismo peruano, se proyectaron 49 proyectos turísticos en el presente año. De ellos, 24 siguen sin un avance presupuestal (0%), lo que refleja una preocupante ineficiencia en la administración local y regional. A pesar de ser una región clave para el turismo, la falta de ejecución afecta la calidad de los servicios ofrecidos a los visitantes y, por ende, la imagen del país.
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Inversión privada
La falta de ejecución en la inversión pública no solo afecta la infraestructura y los servicios, sino que también desalienta la inversión privada, que es clave para impulsar el crecimiento económico y la generación de empleo. Sin una adecuada inversión pública en infraestructura básica, las iniciativas del sector privado que buscan potenciar el turismo se ven limitadas, ya que dependen de carreteras, sistemas de agua y saneamiento, entre otros elementos esenciales.
Para que el Perú pueda atraer más inversiones privadas y aprovechar su potencial turístico, es crucial que el sector privado, la academia y la ciudadanía incentiven de manera propositiva a las autoridades para que utilicen de manera eficiente y eficaz el presupuesto para proyectos de inversión.
El sector privado no solo se beneficia de un turismo robusto, sino que también puede contribuir al desarrollo a largo plazo del país a través de alianzas público-privadas que permitan maximizar el uso de los recursos.
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Motor de desarrollo local
El turismo no solo es una fuente de ingresos para las empresas del sector, sino que también impulsa el desarrollo local. La llegada de turistas genera oportunidades para artesanos, pequeños negocios y comunidades rurales.
Según el Mincetur, entre enero y agosto pasado, la llegada de turistas internacionales creció 39.2%, alcanzando los 2.2 millones de visitantes extranjeros. Se proyecta que para el cierre del año, el Perú recibirá 3.5 millones de turistas internacionales, generando más de US$ 4,500 millones en divisas.
Para el 2030, se proyecta que el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez reciba 37 millones de pasajeros nacionales e internacionales. Sin embargo, no basta con expandir su capacidad para alcanzar esa meta.
Es crucial contar con un compromiso estratégico de inversión que impulse la competitividad del país y fortalezca el sector turismo. De lo contrario, la ampliación del aeropuerto corre el riesgo de convertirse en un elefante blanco, una obra costosa y subutilizada que no logrará generar los beneficios esperados para el desarrollo económico y social del Perú.
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Vigilancia ciudadana
Cada sol que el Estado destina a la inversión turística debe traducirse en desarrollo para el país y bienestar para las comunidades locales. Como ciudadanos, tenemos el derecho y el deber de exigir la correcta ejecución del presupuesto público.
La vigilancia ciudadana no solo fortalece la democracia, sino que asegura que cada sol invertido en turismo realmente contribuya al crecimiento económico y al desarrollo social sostenible. Hacer seguimiento a la inversión pública es nuestra mejor herramienta para garantizar que el Perú siga siendo un destino atractivo, seguro y competitivo a nivel mundial.
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“En casa la historia es distinta”
Por: Pia Quispe Lozano, economista coordinadora regional de ReAcciona
Perú brilla en premios internacionales, pero en casa la historia es distinta. Más de la mitad de los proyectos de turismo programados no se ejecutan, dejando millones de soles sin usar y regiones sin la infraestructura básica para recibir turistas. Aunque tenemos grandes potenciales y presupuestos millonarios, falta mucho por hacer.
¿De qué sirve el reconocimiento mundial si nuestros propios destinos operan sin servicios adecuados, sin seguridad y sin una estrategia clara? ¿Cómo incentivamos la inversión privada en este sector tan potente? El Estado está fallando no solo a los turistas, sino también a las comunidades que dependen del sector. Es momento de actuar.
La ciudadanía debe participar activamente en la vigilancia de estos proyectos, exigiendo transparencia y resultados. Se necesitan alianzas con el sector privado y un turismo responsable que respete nuestros ecosistemas. La infraestructura debe ser amigable y adaptada a cada zona. No podemos seguir celebrando mientras el progreso se nos escapa; necesitamos un turismo que impulse el desarrollo local y no deje a nadie atrás.
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