El último domingo, Javier Milei juró como presidente de Argentina. Como parte de sus primeras palabras, el mandatario dijo claramente: “No hay plata, no hay alternativa al ‘shock’”. “Sabemos que en el corto plazo la situación empeorará, pero luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo habiendo creado las bases de un crecimiento sólido en el tiempo”, añadió, quien aseguró que el ajuste tendrá como blanco principal el Estado y no el sector privado.
Luis Caputo, ministro de Economía de Argentina, declaró que el país está “frente a la peor herencia de la historia”. “Un país donde los argentinos somos cada vez más pobres, con un déficit fiscal que supera los 5.5% del producto, con un Banco Central con una hoja de balance absolutamente deteriorada, sin dólares en sus activos y con el equivalente a tres bases monetarias en pasivos remunerados”, mencionó Caputo.
Agregó: “Una emisión monetaria en estos cuatros años de más de 20 puntos de producto que ha hecho que actualmente la inflación navegue al 300% anual, y que castiga a los argentinos todos los días. Precios reprimidos en energía, en tarifas, en el dólar, que se están pagando entre la mitad y una quinta parte de su valor real”.
El ministro resaltó que el país tiene deudas de más de US$ 400 mil millones entre pasivos del Banco Central, deudas del Tesoro, deudas con importadores, utilidades retenidas y deudas con organismos multilaterales de crédito. “Si seguimos como estamos, vamos inevitablemente camino a una hiperinflación”, dijo durante su discurso. De hecho, indicó que -como dijo anteriormente Milei, había el riesgo de que la inflación llegue a 15,000% anual. “Es decir, una leche pasaría de 400 pesos a 60 mil pesos en un año”, apuntó.
Consideró que lo que se manifiesta como los problemas, son las consecuencias de cómo se ha financiado el déficit fiscal. “Como país nos hemos focalizado en querer solucionar las consecuencias, pero nunca el problema. Políticamente hemos sido adictos al déficit”, instó.
Las medidas
El paquete de urgencia tiene como finalidad “neutralizar la crisis y lograr estabilizar las variables económicas”. Las medidas son:
1. No se renovarán los contratos laborales del Estado que tengan menos de un año de vigencia. “Una práctica habitual en la política es la de incorporar miles de familiares y amigos antes de un cambio de Gobierno para mantener sus privilegios”, dijo Caputo.
2. Se decreta la suspensión de la pauta del Gobierno nacional por un año. “Durante el 2023 entre presidencia y los ministerios se gastaron 34 mil millones de pesos en pauta. No hay plata para gastos que no sean estrictamente necesarios y mucho menos para sostener con plata de los contribuyentes medios que se crean solo para alabar las virtudes de los medios de turno”, argumentó.
3. Conforme a la ley de ministerios decretada por el presidente argentino, Javier Milei, los ministerios se reducirán de 18 a nueve, y las secretarías de 106 a 54. “Esto va a redundar en una reducción de más del 50% de los cargos jerárquicos de la función pública y del 34% de los cargos políticos totales del Estado nacional”, explicó.
4. Se va a reducir al mínimo las transferencias discrecionales del Estado nacional a las provincias. “(Son) recursos que lamentablemente en nuestra historia reciente se han usado como moneda de cambio para hacer política”, apuntó.
5. El Estado nacional no va a licitar obra pública nueva y va a cancelar las licitaciones aprobadas cuyo desarrollo no haya comenzado. Caputo señaló: “Como dije antes, no hay plata para pagar más obra pública, que como todos sabemos, muchas veces termina en los bolsillos de los políticos y empresarios. La obra pública ha sido siempre uno de los focos de corrupción del Estado y con nosotros eso se termina. Las obras de infraestructura en Argentina serán realizadas por el sector privado ya que el Estado no tiene plata ni financiamiento para llevarlas a cabo”.
6. Se va a reducir subsidios a la energía y al transporte. “Hoy el Estado sostiene artificialmente precios bajísimos en tarifas energéticas y transporte a través de subsidios. La política siempre lo ha hecho, porque de esa forma engañan a la gente haciéndoles creer que les ponen plata en el bolsillo. Pero, como todos los argentinos se habrán dado cuenta, esto subsidios no son gratis, sino que se pagan con inflación (...)”, detalló.
7. Se va a mantener los planes “Potenciar Trabajo” de acuerdo con lo establecido en el presupuesto del año 2023 y se fortalecerá las políticas sociales que son recibidas directamente por quienes las necesitan, sin intermediarios, “como la asignación universal por hijo y la tarjeta ‘Alimentar’”.
8. Se sincerará el tipo de cambio (TC) oficial. “El TC oficial va a pasar a valer 800 pesos para que los sectores productivos tengan los incentivos adecuados para aumentar su producción. Esto va a estar acompañado por un aumento provisorio del impuesto país a las importaciones y a las retenciones de las exportaciones no agropecuarias. De esta manera, beneficiamos a los exportadores con un mejor precio y equiparamos la carga fiscal para todos los sectores, dejando de discriminar al sector agropecuario”.
“Finalizada esta emergencia vamos a avanzar en la eliminación de todos los derechos de exportación que es un gravamen perverso, que entorpece el desarrollo argentino”, añadió.
9. Se reemplazará el sistema de importaciones por un sistema estadístico y de información de importaciones que no requerirá de la aprobación previa de licencias. “Se termina la discrecionalidad y se garantiza la transparencia del proceso de aprobación de las importaciones, es decir, el que quiera importar, podrá hacerlo y punto”, resaltó.
El lado social
Caputo reconoció que con las medidas anunciadas la situación va a empeorar temporalmente en Argentina. “Vamos a estar durante unos meses peor que antes, particularmente en términos de inflación. Lo digo así porque es preferible ‘una verdad incómoda, que una mentira confortable’”, expuso.
Ante la situación de emergencia, se pondrá el foco en la gente que más sufriría el impacto: “Por eso vamos a complementar con una décima medida de importante carácter social. Vamos a duplicar el plan de asignación universal por hijo y aumentar en 50% la tarjeta ‘Alimentar’”.
El titular del Ministerio de Economía argentino finalizó: “De algo podemos estar seguros, que este es el camino correcto. Si seguimos por el otro camino, vamos a ir a un escenario de una mayor pobreza, inflación, y de mayor sufrimiento”.