La economía peruana cerró el 2022 con un crecimiento de 2.7%, aunque con una dinámica de desaceleración y con sus componente de consumo e inversión en deterioro, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
En particular, los resultados del último trimestre indican una caída en la inversión privada de 1.8%, más severa que la observada en el tercer trimestre (-1%), y en contraste con el crecimiento que exhibió hasta el primer semestre del 2022. Así, la inversión acumuló el año pasado una caída de 0.3%.
Por su parte el consumo privado cerró el trimestre octubre-noviembre-diciembre con una variación positiva de 2.3%. Sin embargo, siguió una dinámica de desaceleración, pues en el primer, segundo y tercer trimestre, registró aumentos de 4.8%, 4.6% y 2.9%, respectivamente.
Eduardo Jiménez, jefe del Sistema de Información de Macroconsult, señaló que el deterioro de la inversión privada refleja principalmente el pesimismo de las firmas (referencia a la encuesta de expectativas del BCR, que señala la caída de la confianza empresarial).
Este factor, sumado a los riesgos de conflictividad social, sostendrían la proyección de una nueva caída en el primer trimestre del 2023 (-4%) y en el año (-3%).
“El 2022 ha sido afectado principalmente por el pesimismo de las firmas, y ahora en el 2023 se sentirá también la salida de Quellaveco. Hay espacio para que se mejoren las proyecciones, pero esto pasará solo si se disipa el riesgo social, y también si Boluarte continúa en la senda de mantener las reglas básicas de mercado, que le ha conseguido algún respaldo en el Congreso. Vemos más acción de los ministerios para reactivar la economía a través de reactivación de proyectos o bonos, y eso es positivo para cambiar el ánimo empresarial”, indicó.
Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital, también señaló la persistencia del pesimismo de las firmas que se arrastró en todo el 2022, y que continuará en el presente año.
“La inversión privada, que caería en 2%, principalmente por el riesgo de conflictividad social en el sector minero y porque la incertidumbre política seguirá teniendo un impacto negativo en la confianza empresarial. No vemos que este último factor mejore en el corto plazo”, apuntó.
LEA TAMBIÉN: Inversión privada caería en el primer trimestre
Consumo se debilitaría
Por el lado del consumo privado, Jiménez mencionó que su moderación, sobre todo en los últimos dos trimestres, ha ido en línea con una economía que se advertía en desaceleración, una inflación aún elevada, y un mercado laboral y salarios que no han sido respaldados por la inversión privada.
“El crecimiento del consumo del último trimestre (2.3%) del 2022 sería mas o menos la regla para el 2023. Será difícil retomar tasas del 4%. La economía se seguirá desacelerando, los ingresos laborales no se recuperan y la situación de inversión es de cautela. Esto configura un consumo débil”, indicó.
Señaló también que parte de avance que se vio en el consumo privado en la primera parte del año fue influenciado por los retiros de los fondos previsionales.
Sobre este punto, Velandia coincide y espera que el consumo se siga desacelerando, por una continuidad en el impacto por el lado de inflación, y un menor dinamismo del mercado laboral.
“Hacia mitad del 2022 se dio un efecto favorable sobre el consumo de los hogares por el último retiro de las AFP y CTS, factor que se fue diluyendo conforme pasaba el año. En ausencia de medidas potentes de ayuda a los hogares o nuevos retiros (de AFP), se tendrá un consumo privado que se ralentice”, dijo el economista de Credicorp Capital.
El representante de Macroconsult también señaló que parte del resultado del consumo del cuarto trimestre se pudo haber licuado por las protestas sociales, que evitó el correcto despliegue de la campaña navideña, punto con el que coincidió Velandia.
LEA TAMBIÉN: No definición de adelanto de elecciones desincentiva inversión de las firmas
Contracción de la economía en el primer trimestre
El representante de Credicorp Capital señaló que espera un crecimiento de la economía de 0.3% en el primer trimestre del año, y no descarta una contracción ante el impacto de las protestas sociales y bloqueos de carreteras en regiones productoras de alimentos, y con actividad minera relevante.
“Para el año completo hemos recortado nuestra proyección a 2% desde el 2.3%, y aún nuestro balance de riesgos es a la baja”, afirmó.
Macroconsult, por su parte, espera un crecimiento de 1.9% en el 2023.
LEA TAMBIÉN: Economía peruana se contrae mes a mes: desde octubre del 2022 hasta enero
Dato
- El PBI creció 1.7% en el cuarto trimestre del año, registro menor al de los tres trimestres previos, según datos del INEI.