Ante la ausencia de nuevos proyectos mineros, es probable que la inversión minera comience a desacelerarse a partir del próximo año, según proyecta Guillermo Arbe, gerente de estudios económicos del Scotiabank Perú.
Observa que no se ha revertido aún ninguna decisión previamente anunciada de invertir en algún proyecto minero por el entorno político. Esto, en referencia implícita a medidas ofrecidas por el posible presidente electo Pedro Castillo, de revisar contratos de estabilidad tributaria a las mineras, y de incrementar hasta un 70% su aporte al fisco.
No obstante, Arbe advierte que tampoco se han anunciado nuevos planes de inversión en esa actividad “lo que puede deberse en parte a la incertidumbre política que rodea a la actividad minera”.
Indica que la inversión minera no se ha visto afectada significativamente por las restricciones de movilidad para prevenir el covid-19, y ha estado en un rango promedio de poco más de US$ 400 millones por mes.
Proyección
De acuerdo al ritmo promedio de desembolso mensual, se estima que las inversiones mineras podrían terminar el 2021 en torno a los US$ 5,000 millones, es decir inferior al promedio anual de US$ 6,000 millones observado durante la última década.
En esa línea, Guillermo Arbe advierte que el proyecto más ambicioso actualmente -Quellaveco, de Anglo American, por unos US$ 5,300 millones-, continúa liderando las inversiones este año, pero comienza a desacelerarse (ver tabla).
Además, si bien prevé que la inversión se recupere en proyectos más recientes, indica que estos son más modestos, y hay otros anunciados para este año que aún no comienzan, como Corani, Yanacocha Sulfuros o la expansión de Shouxin.
En cuanto a nuevas exploraciones (ver nota aparte), se avanza con algunas solicitudes de Ficha Técnica Ambiental (FTA).