La inversión minera -cuya contracción real según el BCR llevó a una disminución de la inversión privada de 0.8% en el tercer trimestre del 2022-, mostró en efecto una caída en setiembre último, según confirmó del Ministerio de Energía y Minas (Minem), en tanto los expertos vaticinan que ello marca el inicio de una caída sostenida en el gasto de esa industria extractiva.
En el noveno mes del año, las inversiones mineras sumaron US$460 millones, lo que supuso una caída de 8.6% respecto a igual mes del 2021 (US$503 millones), mientras que respecto a agosto de este año significó una merma de 0.85%, es decir, un freno en su crecimiento, de acuerdo con cifras del último reporte del Ministerio de Energía y Minas (Minem).
A detalle, en setiembre, la inversión minera cayó en tres de los seis rubros que registra esa actividad, en equipamiento minero (-57%) en infraestructura (-10.7%) y en el rubro otros (-14.9%).
Con ese resultado, en el acumulado de enero a setiembre, refiere ese ministerio, la inversión minera suma US$3,709 millones, un monto mayor en 5.6% en comparación con los nueve primeros meses del 2021.
Proyecciones para el cierre de este año
Sin embargo, según indicó a Gestión Katherine Salazar, analista de commodities y sectores primarios de Scotiabank, ese banco prevé una caída de la inversión minera de 4.2% para el cierre del 2022.
Y, según la experta, se trata de un descenso debido a que ya se terminó la construcción del proyecto Quellaveco de Anglo American.
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Así, concluyó en que, si bien entre enero y septiembre, el crecimiento acumulado de la inversión minera es de 5.6%, la caída (prevista para todo el 2022) estaría explicada por la menor inversión en el cuarto trimestre de este año.
Vale indicar que el Minem aún consigna en cartera para este año, el inicio de la construcción de siete proyectos de nuevas de minas (Optimización Inmaculada, Chalcobamba Fase I, San Gabriel, Planta de Cobre Río Seco, Corani, Yanacocha Sulfuros y Magistral) por un total de US$3,838 millones.
No obstante, Salazar recordó que Newmont ha diferido la decisión de poner en marcha obras para Yanacocha Sulfuros, y si bien indicó que se esperaba este año una inversión de alrededor de US$500 millones (en ese proyecto, de un total de US$2,250 millones que costará), “viendo el flujo mensual, no se llegaría (a ese monto)”.
La analista señaló que, si bien es usual que no se llegue a cumplir toda la cartera de proyectos que reporta el ministerio, las expectativas ahora de que se concreten, son menores a lo esperado.
“Así que, esperábamos que no empiecen todos los proyectos, pero este año solo inició un proyecto que es San Gabriel, aunque aún está en trabajos previos a su construcción. Así que, sí, consideramos que estamos en un entorno menos favorable para el sector”, aseveró.
Pero, más allá de esos aspectos puntuales, la analista de Scotiabank indicó que la caída de las inversiones en esa industria es, en general, por la demora de la tramitología (para aprobar los proyectos) y los conflictos con comunidades.
Perspectivas para el 2023
Salazar indicó que prevén aún una mayor caída en las inversiones mineras para el año entrante, del 11.3%, pues no hay megaproyectos que puedan superar las inversiones de años anteriores.
Más pesimista para el 2023, la Sociedad de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) cree que la caída será aún mayor. El presidente de ese gremio, Raúl Jacob, estima que las inversiones llegarían solo a los US$2,000 millones en ese periodo, es decir experimentarían una caída del 60% si se compara la cifra con lo invertido en el 2021 (US$5,238 millones).
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“Desde el 2016, año en que se inició un periodo de inestabilidad política en el país, se viene agravando el clima de inversiones. Su crecimiento en los últimos años se debió, básicamente, a dos proyectos de gran envergadura: Mina Justa y Quellaveco. Terminados estos, se han apagado los motores de crecimiento minero, esperándose una reducción del mismo en los próximos años.”, manifestó Jacob.
Por su parte, el exviceministro de Minas, Rómulo Mucho, coincidió en que, así como se mantiene la crisis en el país, no se espera que se recupere la inversión minera (que en el 2019 había llegado a los US$6,150 millones), pues proyectos de minas que se esperaban para el 2021, no han salido el 2022.
Para el 2023, no hay fechas de inicio, se siguen posponiendo los planes de obras, y las únicas inversiones que se dan ahora no van a nuevos proyectos, sino sólo para mantener los actuales ritmos de operación, como compra de equipos, reemplazo de otros, etc.
“La realidad es que no hay un ambiente favorable para la inversión, no hay predictibilidad, de qué sirve que haya buenas intenciones en el Minem, cuando no se prevé cambio en la política, se quiere eliminar las empresas tercerizadas, a los contratistas, todo apunta a castigar a la minería”, aseveró.