
La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, en las últimas semanas, a los diferentes países, pero con mayor medida en China supone dos hechos concretos para el panorama internacional. El primero es la reconfiguración del mercado global y también una escalada de una guerra comercial entre las dos mayores economías.
Este nuevo escenario abre una serie de retos y oportunidades para el Perú, en un contexto de cambios comerciales, que podría decantar en la apertura de nuevos mercados o acercamientos con nuevas economías.
En 2024, el importe de las Inversiones Extranjeras Directas (IED) ascendió a los US$ 6,886 millones. Aunque anotó un crecimiento de 65% respecto al 2023, aún está lejano de su mayores niveles de la década pasada, cuando bordeó los US$ 9,300 millones.
“Perú empezó a agarrar fuerza en atraer inversión extranjera desde los 2000 hasta el 2013. Luego fue inestable la captación”, observó David Licheri, socio director de Equilibrium.
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En este contexto, el “Estudio de impacto: valor agregado de la IED en el Perú y cadenas de valor”, elaborado por Equilibrium, encargado por la Cámara de Empresarios, Ejecutivos y Emprendedores Venezolanos en el Exterior (CAVEX) plantea como una recomendación que se deben generar intervenciones o acuerdos que eleven la participación de empresas locales en las cadenas de valor global.
Pero dada la realidad nacional, esto se tendrá solo a partir de un mayor fortalecimiento de características, como el capital humano, tecnología, conocimiento, entre otros.
“Monitorear los actuales proyectos de inversión para asegurar los impactos esperados, de manera que se logre mejorar las condiciones de la población cercana y de la economía, en general, del país”, también aparece como una acción a aplicar.
Los sectores claves para la inversión extranjera
Licheri indicó que algo que se valora en el exterior del Perú es su transparencia financiera, principalmente, relacionado al cambio de dólar. “Es sencillo invertir en Perú. Pero, de otro lado, se observan diferentes barreras burocráticas, que lo hacen tedioso”, comentó.
En esta línea, Jeanelié Briceño, gerenta general de CAVEX, señaló que hay una “dinámica compartida” en la que se obstaculizan algunos procesos, pero también hay un panorama de libre tránsito de doble moneda (sol peruano y dólar). “Pero esto tiene que estar acompañado de políticas públicas [para atraer mayores inversiones]”, complementó.

Al respecto, el estudio en cuestión puso el foco de oportunidades para una mayor inversión extranjera directa en los sectores de minería, energía, agroindustria y de infraestructura. Los principales retos y/o pendientes para observar avances en estos rubros son distintos, comentaron los expertos, pero también coincidieron en que hay uno clave que debe impulsar a fin de potenciar el dinamismo de la economía y el desarrollo del país.
“La infraestructura debe acompañar [cualquier decisión de inversión]”, opinó Licheri. “En un entorno de menor globalización, por el caso de aranceles, América Latina puede fortalecerse y ser más resiliente elevando la infraestructura”, añadió.
Por su parte, Briceño afirmó que la inversión en infraestructura termina teniendo un impacto trasversal en la economía y sus diferentes sectores.
“Un ejemplo es la relevancia de la nueva terminal del aeropuerto Jorge Chávez. Tranquilamente, va a ser el más grande de la región, pero no tiene un fácil acceso o alta viabilidad. Eso es un tema a nivel de región. Si no hay infraestructura robusta, no se tendrán resultados. Es lo único que nos puede unir [como países]”, profundizó.

Bachiller en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), especializado en economía, negocios, mercado laboral, políticas públicas, tributario, procesos concursales.