La inversión española contribuyó con unos US$ 40,000 millones a la economía peruana entre 1993 y el 2019, el equivalente a un 1% anual del Producto Bruto Interno (PBI) del país a lo largo del mismo período, informó la Cámara Oficial de Comercio de España en el Perú y la Universidad del Pacífico.
El documento, que se presenta este lunes en la Casa América de Madrid, recoge en cifras el impacto cuantitativo de la acción de las empresas españolas en Perú, un significativo aporte que se tradujo además, siempre según el estudio, en la creación de 1′273,366 empleos directos e indirectos en el país.
“El informe señala que este aporte se sostendría en unos US$ 20,000 millones en inversión y reinversión directa de las empresas, pues los españoles han reinvertido en el Perú, no han regresado los capitales. Lógicamente esto ha crecido con el tiempo, pues las inversiones han tenido una mirada de largo plazo, largo recorrido”, apuntó el presidente de la Cámara Española, Alberto Almendres.
El informe recopila datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), del Banco Central de la Reserva (BCR) y del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) por el lado de Perú y de la Secretaría de Estado de Comercio de España, entre otros organismos, y los procesa bajo modelos académicos para desagregar de forma sistemática los aportes de las inversiones a cada sector de la economía, el empleo y las finanzas públicas.
“Queríamos ponerle datos a la inversión española, para saber valorarla. Y decidimos mirar a los últimos 30 años para ver con perspectiva. Todo comienza a principios de los años noventa (del siglo XX), con la llegada de las empresas más grandes, la primera internacionalización de las empresas españolas. Es una llegada a un país que no tenía cultura de inversión. España puso su marca allí, donde ahora la podemos calificar como uno de sus grandes inversores”, indicó Almendres.
El documento también apunta que la inversión española, a través del incremento del PBI, ha tenido un significativo aporte a la recaudación tributaria del Perú equivalente a US$ 1,400 millones.
En el Impuesto General a las Ventas (IGV) el estimado es que la inversión española es responsable del 0.7% de todo lo recaudado en el período de estudio.
Varias etapas
En estos años, la inversión española llegó al país en tres “oleadas”, que han acompañado el desarrollo económico del Perú.
“Al principio llegaron las más grandes, que actúan sobre sectores públicos o masivos, como Telefónica o Repsol y el BBVA... Es una gran inversión, que influye mucho. Luego vinieron los constructores, vinculados a proyectos de infraestructura. Y a raíz de la crisis en España (2008) llegaron las pymes”, recordó Almendres.
Pese a esta diversidad, que hace que a día de hoy haya 414 empresas españolas operando en el país, existe un hecho “transversal a todas ellas, y es que han venido a instalarse”.
“Muchas han puesto filial o subsidiaria, muchas de ellas hoy en día son empresas peruanas, con ejecutivos y gestores peruanos, que aunque siguen siendo inversión española, están asimiladas al Perú y se consideran peruanas”, dijo.
Pandemia e incertidumbre
El estudio deja fuera de su perspectiva el impacto de la pandemia de COVID-19, que ha golpeado duramente la economía peruana en el 2020 y 2021.
“El estudio se ideó para presentar en el año 2020, pero el impacto del COVID-19 es tan extraordinario y fue un ‘shock’ tan fuerte que no es representativo de casi 30 años de historia económica. Habrá que estudiarlo aparte, pero sí puedo decir que las empresas españolas que han venido para el largo plazo, han seguido. Mapfre acaba de ampliar capital, las constructoras han vuelto a licitar, los bancos innovan...”, indicó.
En ese sentido, Almendres señaló que “el parón del año 2020, que dejó a Perú en seco”, ha visto a las empresas e inversiones españolas “navegar con cierta calidad, que no se puede incluir en los datos”, preservando un gran número de empleos formales o ayudando a paliar el impacto de la pandemia entre los peruanos.
Tampoco parece haber afectado la incertidumbre política que afecta al país desde hace un lustro y que se ha acrecentado con la elección de Pedro Castillo como nuevo presidente del Perú.
“Las empresas españolas apuestan por el largo plazo y la incertidumbre es momentánea y de corto plazo. Los empresarios me transmiten tres ideas: que sí hay incertidumbre; que se tienen que adaptar a cambios traídos por la democracia; y que sus inversiones son a largo plazo”, añadió.
Así, Almendres se refirió al informe como un ejemplo de esta situación, pues refleja resultados de unas inversiones “a 30 años”.
“Como dice el Quijote: “Confía en el tiempo que suele dar dulces salidas a amargas dificultades”... El tiempo pone a cada uno en su lugar, y en Perú vemos que eso implica miles de millones, un 1% del PBI. Un crecimiento del que tenemos responsabilidad y del que somos parte, independientemente de quien elijan los peruanos”, culminó.