Incluir oro como un activo en los portafolios de inversión bajo la actual coyuntura es ideal, pero lo importante es que el portafolio esté diversificado junto con otro tipo de activos refugio. No es recomendable concentrarse solo en ese valor para protegerse del riesgo, señaló Liliana Mancera, estratega de Commodities del Equipo Regional de estrategias de Inversión de Sura.
Según datos de Bloomberg, el oro (precio spot por onza) al 6 de julio está en niveles de alrededor de US$ 1,740. Este se ha contraído en 3.5% en lo que va del año, y respecto a su pico alcanzado a inicios de marzo (US$ 2,050.76), los registros actuales están por debajo en 13.9%.
Mancera indicó que este metal tiene una correlación inversa con las tasas de interés de los títulos del Tesoro americano, particularmente con las tasas reales (tasas nominales descontadas por la inflación, en específico de las expectativas sobre esta). Es decir, si estas suben, el oro tiende a retroceder. En contraste, cuando estas tasas empiezan a subir, el metal tiene un desempeño a la baja.
“En este momento hay que tener cuidado porque se está viendo un escenario donde las tasas de los bonos del Tesoro americano han venido en aumento, ahora alrededor del 3%. Con este marco, las tasas reales han estado incrementándose y dejado de ser tan negativas. Eso ha perjudicado el desempeño del oro, en el que se ha visto un retroceso, cuando incluso estuvo sobre los US$ 2,000″, anotó.
Señaló que, hacia adelante, se debe tener en cuenta el incremento de las probabilidades de recesión de Estados Unidos, factor que podría ir en favor del precio del oro. Sin embargo, de tener un escenario más estable o de desaceleración moderada, posiblemente el metal vea presiones a la baja.
Cabe indicar que, según un modelo de Bloomberg Economics, la probabilidad de una recesión en Estados Unidos en los próximos 12 meses subió a 38%, desde cerca de 0% hace solo unos meses, después de que la confianza de los consumidores se desplomara a un mínimo histórico.
“En escenarios de recesión de la economía, la correlación entre las tasas reales y el oro tiende a romperse o no cumplirse. De haber una actividad de Estados Unidos en recesión, habría incertidumbre y miedo en los agentes, y posiblemente se vería un desempeño positivo del oro. No obstante, con un aterrizaje de la economía suave, esto quizá sea menos favorable para el metal, en el que el incremento de las tasas reales debería seguir dándose con una moderación de la inflación”, apuntó.
Sin embargo, Mancera comentó que, en cualquier escenario, es importante tener a este activo (oro) como refugio dentro de un portafolio diversificado donde haya otros activos refugio, pues se necesitan valores que tengan correlaciones inversas, para acotar pérdidas, y sobre todo si hay una recesión fuerte.
Destacó que las posiciones de oro, en función del perfil de riesgo y en niveles “sanos”, están entre un 5% y 15% del total del portafolio. Asimismo, mencionó que normalmente para personas naturales los vehículos más fáciles para invertir en oro o cualquier materia prima son los ETF (exchange-traded fund), porque es más fácil.
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“En nuestro escenario pensamos que no habría una recesión fuerte, por lo que las perspectivas del oro no son tan favorables. No obstante, no se debe dejar de incluir en el portafolio pues ayuda a mitigar las caídas de las carteras ante cualquier eventualidad. Lo ideal es no concentrarse en un único tipo de activo, por muy conservador que se sea”, apuntó.