Si bien el Perú, en el Índice de Prosperidad global 2020, se ubicó en el puesto 61 de 167 gracias a sus políticas de sostenibilidad fiscal y estabilidad macroeconómica que han permitido un crecimiento sostenido del Producto Bruto Interno (PBI), “ha llegado un momento en que la debilidad institucional comienza a afectar todo ese progreso económico”, advirtió el representante del Instituto Legatum, Carlos Montes.
Así, a través del reciente reporte trabajado con investigadores de las universidades de Cambridge y de Nueva York y financiado por Templeton World Charity Foundation, titulado Perú a los 200: La necesidad de la concertación nacional, Montes llega, entre otras conclusiones, a que “la falta de consenso político sigue afectando la prosperidad en Perú”.
Reflejo de ello es que en el Índice de Prosperidad de este año, que se publicará a mediados de noviembre, Perú no se movería de su puesto 61, mientras que en lo relacionado a los indicadores sobre confianza a su sistema judicial, confianza al gobierno nacional y a sus políticos, se ubicaría entre los peores del ranking, según adelantó a Gestión.pe.
“Lo que quiere decir es que hay un problema estructural que data de muchos años sobre la falta de confianza institucional. La confianza entre personas también es baja y todo apunta a la necesidad de buscar maneras de incrementar el consenso social”, dijo Montes.
En ese sentido, postula que el país necesita un proceso de diálogo, negociación y conciliación que formen la base de un acuerdo nacional para promover la estabilidad política y económica, fomentar una identidad nacional compartida y hacer posible reformas consensuadas que resuelvan las debilidades en la capacidad política y del Estado.
El académico opinó que usualmente se piensa que liberando políticas económicas el país funcionaría mejor, “pero va más allá”. A modo de ejemplo, explicó que ante propuestas como un impuesto a las fortunas debe existir primero un acuerdo político que establezca de qué manera la mayor tributación se traducirá en un servicio público y no en corrupción.
Diagnóstico y propuestas
La falta de confianza en las instituciones y la polarización del país se ha evidenciado -señala Montes-, durante la elección presidencial de este año: las regiones con mayor proporción de población originaria/indígena y pobreza votaron abrumadoramente por Perú Libre (Pedro Castillo). Aún así, la otra casi mitad de los peruanos optó por una propuesta política y cultural radicalmente diferente.
A ello se suman los temores ideológicos de los sectores de derecha e izquierda (ver cuadro), que se presentan como un reto para lograr el consenso, aunque “lo importante es que se discutan y que se analice qué se puede hacer para reducir esta polarización de visiones”.
Una primera forma, refiere, es mejorando la atención a las zonas marginales -Puno, Huancavelica, Ayacucho, Cajamarca, Huánuco y Pasco concentran el mayor nivel de pobreza en el país-; y creando, por ejemplo, una minería inclusiva que vea por el desarrollo de los pueblos cercanos.
Asimismo, Montes indica que el primer paso de la concertación lo debe dar la sociedad civil de manera unida con actores políticos que piensen igual.
Dato
- El reporte Perú a los 200: La necesidad de la concertación nacional será expuesto ante el Gobierno Regional de Cajamarca a fin de encontrar soluciones al conflicto minero y al desarrollo de la población de dicha región.