La informalidad laboral es una realidad que vive la mayoría de los trabajadores y trabajadoras en el Perú. De hecho, en el 2022, alcanzó a un 74% de peruanos con empleo, según la Encuesta Permanente de Empleo Nacional (EPEN).
En ese sentido, un 58% de peruanos siente que dicha informalidad se ha incrementado en el último año, reveló la encuesta de agosto de Datum Internacional, compartida con Gestión.
Esto va alineado con un crecimiento del empleo, que sobre todo, se ha mostrado más dinámico en el lado informal o del subempleo. Solo en Lima Metropolitana, el subempleo por ingresos se incrementó en 12.6% en el periodo abril - junio, mientras que el empleo adecuado creció 5.5%.
Las regiones
Excepto en el oriente, los resultados muestran que la mayoría de encuestados de todas las regiones perciben un aumento de la informalidad en el país en el último año. Por ejemplo, el 68% de encuestados en Lima respondieron en esta línea.
Así como el 57% en el centro, 56% en el sur y el 50% en el norte. En el oriente, el 43% siente que la informalidad aumentó en el último año, mientras que un 28% dice que sigue igual y un 25%, por el contrario, percibe que se ha reducido.
Otra manera de revisar la data es por nivel socioeconómico (NSE). Se observa que el 68% de peruanos del NSE A/B siente que hay un aumento de la informalidad laboral, seguido del segmento C y D (ambos con 60%); y el segmento E (53%).
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Mayor formalidad, tarea difícil
El jefe del Sistema de Información de Macroconsult, Eduardo Jiménez, señala a Gestión que este resultado está en línea con los datos ‘duros’ de informalidad laboral en el país.
Comenta que con la pandemia del Covid-19 (que inició en el año 2020) sumado a la crisis del Gobierno del expresidente Pedro Castillo, la informalidad en los trabajadores se agravó más, y para los próximos años no se esperaría una mejora.
“Entre en el 2004 y el 2014 la informalidad caía a tasas de 1% en el mejor momento de crecimiento del país. Dudo que se pueda hacer mucho en estos tiempos donde la economía está creciendo poco”, sostuvo.
Consideró que se debe generar empleo de calidad en el país para apuntar a una mejora de la formalidad, aunque sea una tarea difícil. Parte de ello, está en lograr un impulso a la inversión privada, indicador clave de la economía y que se proyecta se contraiga en el 2023.
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El economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), Teodoro Crisólogo, indica a Gestión que en el caso de Lima y Callao, la percepción de aumento de la informalidad es mayor debido a que en la capital se concentra la mayor masa laboral y el mercado de trabajo es mayor respecto a las regiones.
Aún así, dice que tanto los resultados a nivel nacional reflejan la desaceleración que ha venido registrando respecto a la creación de empleos en el sector formal.
“Básicamente se refleja la menor creación de puestos de trabajo más productivos en línea con la desaceleración de la economía y en particular la inversión privada que ha tenido un desempeño negativo durante la primera mitad del año. Eso evidentemente dificulta el hecho que se puedan crean más puestos de trabajo”, aegumenta.
Esta situación, añade, lleva a que más personas consigan un trabajo en el sector informal, en donde no se encuentra en planilla y no reciben sus beneficios laborales como CTS, vacaciones y gratificaciones.
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