La Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) informó que espera se recupere la competitividad de la industria pesquera de anchoveta en el 2018, luego de cuatro años muy malos para el sector, donde los desembarques se ubicaron bastante por debajo del punto de equilibrio.
“Si bien la biomasa se ha mantenido estable en los últimos años, las capturas han caído en 40%, al pasar de 7.2 millones de TM en periodo 2000-2008 a 4.1 millones en periodo 2009-2017”, señaló la presidenta de la SNP, Elena Conterno.
Al respecto, indicó que terminada la Segunda Temporada Norte-Centro, se podría pescar en el sur si se hace una revisión técnica que corrija la distancia de la pesca de anchoveta teniendo en cuenta la profundización del zócalo continental, el cual está muy cerca de la costa.
“Mientras en Chile la flota pesca desde la milla 1,5, en Perú lo hacemos desde la milla 5”, resaltó.
Pesca menos de la mitad
Respecto al cierre de la Segunda Temporada de Pesca en la zona Centro – Norte 2017, Elena Conterno estimó que hasta el viernes 26 de enero las empresas pesqueras lograrían un avance de 45% de la cuota asignada por el Ministerio de la Producción (Produce), que fue establecida en 1.49 millones de toneladas métricas (TM).
La líder gremial indicó que este porcentaje significaría desembarques por 670 mil TM del recurso anchoveta y US$ 280 millones en exportaciones. Todo ello cumpliendo las acciones necesarias para proteger el recurso juvenil y mantener la sostenibilidad de la biomasa.
“Las empresas pesqueras son las primeras interesadas en la sostenibilidad. Ni bien empezó la temporada de pesca en noviembre, la flota volvió a puerto al detectarse que solo había disponibilidad de ejemplares juveniles”, explicó.
Elena Conterno indicó que en enero se retomó la pesca, gracias a la mejora de las condiciones oceanográficas que permitieron una mayor disponibilidad del recurso adulto, como quedó evidenciado en la investigación científica de la Operación Eureka, y además en la pesca, que en la temporada ha dado un aproximado de 87% de adultos.
“Es importante resaltar que la disposición de cierre de la temporada se toma sobre la base del informe técnico de Imarpe que advierte un rápido incremento de la fracción desovante, cuyo pico de reproducción ocurriría en los próximos días. En otras palabras, es una medida preventiva”, dijo.
Finalmente recordó que a diferencia de lo que algunas voces señalan, enero es un mes para pescar. “En febrero, normalmente se da el pico de desove. De las últimas seis temporadas de verano, se ha pescado hasta el 31 de enero en cinco y una hasta el 27 de enero, por lo cual el actual cierre ocurre dentro de los rangos previstos por la industria”, anotó.