(G de Gestión) A finales de marzo, el Perú dio un paso importante en la reactivación de la industria naval que, en las últimas décadas, solo se había dedicado a pequeñas reparaciones y construcciones menores de barcos. Tras la elección de Hyundai para la coproducción de navíos con el Perú a través de Servicio Industrial de La Marina S. A. (SIMA), el panorama empieza a aclararse para las más de 140 empresas nacionales que podrían convertirse en potenciales proveedores. No obstante, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) ha advertido dos problemas.
El gremio, a la fecha, ha identificado las líneas de bienes e insumos que podría proveer la industrial local en el marco de la construcción de las dos unidades auxiliares de transporte logístico, una patrullera oceánica y un buque multirrol, cuya inversión demandará US$ 462.9 millones. Por ejemplo, maquinaria y equipo (hay al menos 20 empresas que ofrecen el bien y servicio); habilitación de interior y exterior, además de empresas que brindan seguridad, automatización, tratamiento de agua y hasta accesorios.
“La gente no sabe que en el Perú hacemos grúas, motores de propulsión, tableros eléctricos, así como accesorios que se requieren al interior de las embarcaciones, aunque todavía bajo una capacidad limitada”, resalta Antonio Castillo, gerente general de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), quien estima que, la fabricación de los navíos impulsaría la compra de bienes y servicios locales por US$ 110 millones durante los próximos cuatro años, tiempo que durará la construcción y entrega de las embarcaciones. “Es un monto importante para reactivar la fabricación nacional”, indica.
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Sin embargo, la SNI ha advertido dos problemas que podrían poner en desventaja a las empresas nacionales en plena reforma de la industria naval.
- Se requiere ajustes a la ley 28583: De acuerdo a la ley de reactivación de la Marina mercante, la construcción y reparación naval están exoneradas del pago del Impuesto General a las Ventas (IGV). “Si Hyundai trae productos importados no pagará IGV, pero el sector privado local que apunta a ser proveedor no está afecto a este beneficio, por lo que seremos más caros para competir con los proveedores extranjeros de la empresa coreana”, explica Castillo. “La misma Hyundai nos mencionó que tendremos esta distorsión tributaria en contra. Los insumos de la industria metalmecánica están gravados con el IGV”, resume. El gremio ya solicitó al Ministerio de Economía y Finanzas la revisión del marco legal.
- Elevar la competitividad. A lo anterior, la SNI también apunta a que el Gobierno impulse las cadenas productivas alrededor de la industria naval, lo que incluye líneas de crédito para adquirir maquinarias y lograr pasar los procesos de certificación. Solo un ejemplo: de las más de 600 empresas vinculadas con la producción de insumos para la construcción de barcos, evaluadas en una primera ronda por el gremio, 500 no fueron consideradas por diferentes deficiencias, entre ellas la falta de innovación tecnológica. “Hyundai tiene parámetros de contratación y pide homologación de los productos. Muchas mypes no han logrado certificarse”, menciona.
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Tras adjudicarse la licitación, Hyundai estará enfocado en los próximos 12 meses en la descripción del proyecto del buque multirrol, cuya ingeniería deberá ser aprobada luego por La Marina de Guerra del Perú. Una vez concluida esta etapa, se lanzará la convocatoria para los proveedores. “Lo que estamos pidiendo es que nos permitan tener la descripción antes para adecuarnos y ofrecer componentes nacionales en tiempos adecuados. Necesitamos un fast track”, dice el vocero de la SNI.
Semanas atrás, la Sociedad Nacional de Industrias identificó también la disponibilidad de más de 278,000 metros cuadrados de área para instalar el patio de maniobras que se requerirá para complementar la fabricación de SIMA, entre 17 firmas ubicadas en Ate, Callao, Lurín y Huachipa, además de Pisco y Trujillo.
Datos
- De los 141 potenciales proveedores identificados por la SNI, solo diez proveen actualmente a la industria naval. Además, el 60% cuenta con certificaciones o ventas al exterior. La mayoría tiene, en promedio, 36 años en el mercado (la más antigua tiene 90 años).
- La industria naval en el Perú, a través de SIMA y sus astilleros en Chimbote, Iquitos y Callao, ha construido 16 buques en los últimos años, como el BP Paita (se entregó en el 2022), y cruceros que ahora navegan por el Amazonas. También ha reparado submarinos, pero con limitaciones a nivel tecnológico y de conocimientos para construir o dar mantenimiento a buques más grandes, como los post panamax que llegarán con el puerto de Chancay.
- La alianza estratégica entre SIMA Perú y Hyundai tendrá una vigencia de al menos 15 años. Fuentes del SIMA indicaron en su momento que el objetivo de la licitación era, en el largo plazo, “dejar el modelo primario exportador y apuntar al 2032 a estar en condiciones de exportar buques”.
Coordinadora en la revista G de Gestión e integrante del podcast de economía y negocios 'Actualidad Latinoamericana'. Escribo sobre management, agricultura, tecnología y emprendimientos. Bachiller en Periodismo por la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Activa participante de los cursos del Centro Knight para el Periodismo en las Américas.
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