En setiembre del año pasado el entonces ministro de Economía y Finanzas, Kurt Burneo, anunció el inicio del plan “Impulso Perú”, de 36 medidas, para facilitar y destrabar la inversión privada, dar soporte temporal para hogares vulnerables, aceleración y destrabe de la inversión pública, entre otros.
Tres meses después, en diciembre, el actual ministro del sector, Álex Contreras, lanzó un plan llamado “Con Punche Perú”, de 19 medidas, que también se camina en la misma línea: protección social e impulso y destrabe a inversiones.
Y, solo hace una semana, el Gobierno pidió facultades legislativas delegadas al Congreso en materia de inversión pública, de gestión económica, tributaria, de contratación pública y de la gestión del Estado.
Todas estas medidas, ¿abren camino -en materia económica- para un mejor largo plazo o solo buscan ‘apagar incendios’ del corto plazo? Gestión conversó con cuatro exministros de Economía sobre la situación actual del país y si hay espacio para reformas que impacten en los próximos años.
Los cuatro coincidieron en que las medidas que se está impulsando desde el Gobierno, en particular desde el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), son cortoplacistas y en este mandato de transición, en medio de una crisis política, será difícil iniciar reformas de largo plazo. Aún así, hay algunos puntos en los que se puede avanzar.
-Cuatro miradas-
David Tuesta señaló que las medidas, entre otros, han puesto el foco en impulsar la inversión pública. “La inversión pública complementa a la inversión privada, esa parte, como perspectiva de largo plazo está bien, pero ojalá que se puede avanzar”, apuntó. Sin embargo, para que esto tenga un efecto multiplicador más grande se requeriría -dijo- que la inversión privada también responda.
Dos factores que consideró Tuesta para cuestionar el efecto de estos planes fueron el capital humano, el que -comentó- fue destruido durante el Gobierno de Pedro Castillo y aún con algunos ministros técnicos será difícil de reconstruir; y la crisis política.
“La magnitud del efecto de estas medidas, lamentablemente, en este y el próximo año, no la veo muy fuerte, tanto porque el contexto es malo y por la capacidad del funcionariado. El MEF ha intentado mantener su equipo, pero este ministerio no lo puede hacer todo, se requiere acompañamiento de otros sectores. Hay que ver cómo están los otros sectores, su capital humano se suma al tema”, subrayó.
Carlos Oliva respondió en la misma línea. “En general, están bien (los planes), pero son insuficientes, en el sentido de que no se podría lograr lo más importante ahora para la economía: la restauración de la confianza del sector privado. Estas medidas son paliativos, habría que ver el impacto fiscal final”, refirió.
Agregó que si bien se tratan de medidas necesarias, no apuntan a restaurar la confianza en la economía: “Eso va más allá de lo que pueda hacer el MEF, eso tiene que ver con la situación política, la crisis que estamos viendo y que no sabemos cómo vamos a terminar. Mientras todo eso esté sobre la mesa, lo que puede hacer el MEF en términos de medida de reforma, mediano y largo, aumentar el PBI potencial, va a estar muy difícil”.
Incluso, sobre el pedido de facultades legislativas delegadas argumentó que “lamentablemente la situación política que estamos viviendo no es el terreno fértil para que estas medidas puedan tener un gran impacto”.
En tanto, Alfredo Thorne reconoció que los planes propuestos por el Poder Ejecutivo tienen medidas interesantes, por ejemplo, aquellas que plantean bonos para las personas vulnerables, pero son medidas que no parecen concatenadas entre sí para tener un impulso contundente.
“Me da la impresión que son puntos muy parciales, incluso el pedido de facultades (legislativas delegadas), pareciera que son un montón de iniciativas que el MEF tenía guardadas en el cajón y que las ha mandado al Congreso. No hay ninguna articulación, un programa que tenga objetivos claros e instrumentos para enfrentar esos objetivos”, aseguró.
Para Thorne, aunque no hay espacio hoy en día para hacer reformas grandes de largo plazo, el Gobierno actual podría iniciar o dar los primeros pasos de alguna medida, por ejemplo, que busque apuntar a un programa social con metas concretas para reducir la pobreza.
Luis Miguel Castilla piensa de forma similar. “El plan de Impulso Perú se ha visto poco efectivo porque el pilar de confianza fue esquivo, no había confianza en el Gobierno anterior. Ahora Con Punche Perú está más focalizado, el problema ahora es que la convulsión social le quita efectividad, y la inyección fiscal puede que ayude un poco a mover el consumo, pero las medidas tendrían un impacto eventual más en el mediano plazo y no en el corto plazo”, refirió.
-Las reformas en espera-
Los economistas señalaron que el paso principal que debe dar este Gobierno es apuntar a restaurar la confianza del sector privado.
“Si me dijeran cuál es lo más importante ahora, diría que trabajar en lo laboral. Por lo menos se debería empezar por ver que no se deteriore más, con el tema de la Agenda 19″, dijo Tuesta.
Oliva respondió en la misma línea: “Dentro de lo urgente, creo que está el tema de la famosa Agenda 19. Entonces, si quieren dar verdaderamente una buena señal, pues mañana mismo lo derogan. Esa medida que es sencilla podría tener más impacto que el plan de Impulso Perú o Con Punche Perú”.
¿Qué pasa con las reformas de más largo aliento? Si bien consideraron que hoy están en compás de espera, pues un Gobierno debilitado y sin bancada en el Congreso, no podría llegar a consensos, quedaría en manos del nuevo Gobierno cambios de fondo. Aunque, mencionaron, claramente no se puede dar por sentado, ya que dependerá de la confianza que generen las nuevas autoridades, el respaldo en el Parlamento, entre otros.
Impacto sobre la demanda. Un factor a considerar es revisar cuál sería el impacto de los planes sobre la demanda en la medida en que el BCR está por un lado con una política monetaria restrictiva que quiere frenar la demanda (por la inflación), y por otro lado el MEF estaría tratando de aumentar la demanda (pare reactivar), dijo Carlos Oliva, exministro de Economía y Finanzas.
PBI potencial
Luis Miguel Castilla recordó que la tasa de crecimiento del PBI potencial es casi la mitad de lo que era hace 10 años (el MEF estimó que el PBI potencial sería de 3% en 2022-2026).
Frente a ello, consideró que las medidas -algunas de ellas en Con Punche Perú- deben enfocarse en cerrar brecha de infraestructura con la mirada puesta en el Plan Nacional de Infraestructura; acompañamiento a proyectos mineros; y medidas dirigidas a mejorar la gestión del Estado.
“Con Punche no va a reactivar en el corto plazo, pero sí podría -de realizarse- tener un impacto más hacia adelante asumiendo que el país pueda tranquilizarse”, argumentó.
En otro momento, refirió que el pedido de facultades legislativas llegó para dar una señal que es un Gobierno con alguna capacidad de establecer una agenda. “Que esto vaya a reactivar la economía, creo que no. En tanto estemos en convulsión social e incertidumbre por las nuevas elecciones, se tiende a frenar inversiones”, anotó.