El Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) es un impuesto indirecto que grava ciertos bienes, enfocado en aquellos productos que generan consecuencias negativas a nivel individual, social y medioambiental.
Por norma vigente, el ajuste al ISC tiene lugar hasta el 30 de enero de cada año, pero en el 2023 -en medio de una economía débil y el impacto del fenómeno de El Niño-, la situación no se concretó. De hecho, en ese momento, el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) comentó que una evaluación ya se daría en enero del 2024, es decir, este mes.
Con ello, la última actualización registrada del ISC se realizó a principios de 2022, cuando el MEF mediante Resolución Ministerial N° 021-2022-EF/15 actualizó los montos fijos vigentes aplicables a productos sujetos al ISC, en el cual se realizó un ligero ajuste sobre tres bienes: los cigarrillos, las bebidas alcohólicas con 20 grados o más de alcohol y el pisco, con una variación moderada de S/ 0.01, S/ 0.08 y S/ 0.05, respectivamente (ver tabla).
El posible incremento del ISC ha generado una preocupación significativa entre los propietarios de bodegas y restaurantes, que comercializan los productos gravados por este impuesto.
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Bodegas
Andrés Choy, Presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú, mencionó que este impuesto, que se aplica a productos como bebidas alcohólicas, cigarrillos y ciertos alimentos, tiene un impacto considerable en los precios y, por ende, en la demanda de estos productos.
“La recesión ha mermado el poder adquisitivo de los consumidores, lo que, combinado con el incremento del ISC, resulta en una disminución en las ventas de productos gravados”, dijo.
Dado que estos productos representan una parte significativa de los ingresos de las bodegas, el impacto económico es considerable. Además, la competencia desleal de vendedores ambulantes o negocios ilegales, que ofrecen productos más baratos, agrava aún más la situación.
Resalta que ante esta situación, han habido conversaciones y negociaciones con el MEF por parte de asociaciones representativas del sector bodeguero. El objetivo de estas conversaciones es buscar una prórroga en el incremento del ISC hasta que la economía se estabilice.
Concluyó mencionando que “un ajuste al alza en el ISC, sin considerar la situación económica actual y las dificultades que ya enfrentan las bodegas, podría resultar en un impacto aún más negativo en este sector”.
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Restaurantes
José Luis Silva Martinot, vocero de la Unión de Gremios y Asociaciones de Restaurantes del Perú, señaló que “un aumento en el ISC, especialmente en productos como bebidas alcohólicas y gaseosas que son comunes en los restaurantes, podría incrementar aún más los precios, reduciendo la demanda y afectando negativamente las ya frágiles finanzas de estos negocios”.
La combinación de una economía en recesión, la inseguridad y el incremento del ISC crea un entorno extremadamente desafiante para los restaurantes, aseguró.
Con respecto a una actitud de impulso, Martinot dijo que “lamentablemente, hasta el momento, no parece haber un plan de prevención o apoyo específico dirigido a este sector por parte del Gobierno”.
En un momento en el que la recuperación económica de los restaurantes es crucial no solo para los propietarios y empleados de estos establecimientos, sino también para la economía en general, se necesitan medidas de apoyo y políticas fiscales más consideradas, apuntó.
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¿Cómo camina la economía?
Carlos Casas, exviceministro de Economía resaltó que “es evidente que el contexto de recesión no es el más propicio para implementar un incremento en el ISC. En períodos de recesión, las empresas y los consumidores suelen enfrentarse a una capacidad de gasto reducida”.
Un aumento en el ISC, en este entorno, podría llevar -dijo- a una disminución aún mayor en la demanda de productos gravados, afectando negativamente tanto a los consumidores como a los negocios, especialmente los pequeños y medianos como bodegas y restaurantes.
Subraya que también se podría fomentar la aparición o el crecimiento de un mercado negro para los productos gravados.
Externalidades negativas. Es importante destacar que el ISC busca, entre otros objetivos, desincentivar el consumo de ciertos productos por sus efectos negativos. También se orienta a atenuar la regresividad del Impuesto General a las Ventas (IGV), aplicando una mayor carga impositiva a consumidores con mayor capacidad contributiva, reflejada en la adquisición de bienes considerados suntuosos o de lujo.
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Abogado por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Actualmente, ocupa la posición de redactor en el área de Economía en el Diario Gestión.
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