Con el objetivo de aliviar la crisis mundial de los precios de los alimentos -con intermediación Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Turquía- Rusia y Ucrania firmaron un acuerdo bilateral en julio de 2022, cinco meses después de la invasión rusa a territorio ucraniano, para permitir el flujo de envíos de, por ejemplo, granos a través del corredor marítimo del Mar Negro.
Sin embargo, “la decisión de Rusia (de no renovar el acuerdo) apenas tuvo un impacto en el corto plazo pues, los mercados se anticiparon al fin del acuerdo y empezaron a abastecerse, según las previsiones del Sistema de Información de Mercados Agrícolas (AMIS). La falta de un acuerdo haría que Ucrania opere con una capacidad más reducida para las siguientes temporadas”, explica Katherine Salazar, analista de Scotiabank, en un reciente reporte.
Si bien la producción mundial viene bien, las existencias finales no se han recuperado del todo generando menos “colchón” en caso de que se produzca un déficit de producción importante.
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Y, los precios tampoco han reaccionado de manera muy volátil ya que el mercado no está tan convencido de que la interrupción del acuerdo sea prolongada. Pero, los precios volverían a subir si Rusia no retoma las negociaciones, detalla Salazar.
Hasta ahora, los precios han continuado a la baja, pero todavía muy por encima de los niveles previos a la pandemia. En julio último, el precio internacional del trigo se ubicó en US$ 348 por tonelada, por debajo de similar mes del 2022 (US$ 373 por tonelada), pero superior a julio del 2021 (US$ 264), del 2020 (US$ 192) y del 2019 (US$ 194), de acuerdo con la data del Banco Central de Reserva (BCRP).
En similar situación, la cotización internacional de maíz se ubicó en US$ 214 por tonelada en julio del 2023, por debajo de similar mes del 2022 (US$ 267 por tonelada) y del 2021 (US$ 250). Pero, supera lo registrado en julio del 2020 (US$123) y del 2019 (US$ 163).
Trigo. Rusia y Ucrania suman el 14% de la producción mundial de trigo y cerca del 30% de las exportaciones mundiales, pues dichos países representan al primer y quinto lugar en el ránking de exportadores de este producto, de acuerdo al Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura.
¿Habrá un impacto para el Perú?
Por las razones antes mencionadas, el impacto al Perú no se sentiría en el corto plazo. En el escenario en el que no se retome el acuerdo comercial entre Rusia y Ucrania, la recomposición del mercado internacional de granos haría que el impacto en precios sea mucho más acotado que en el 2022.
Como prevención ante un mayor escalamiento del conflicto que pueda afectar el abastecimiento mundial de granos, otros países han tomado el lugar de Rusia y Ucrania como productores y exportadores. Este es el caso de Estados Unidos, Argentina y España.
“Al momento de la invasión se duplicaron los precios. Si sube el precio ahora, será solo en un 20% o 30%”, opina Eduardo Jimenez, jefe de sistema de información de Macroconsult.
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El principal riesgo para la economía peruana viene del lado del precio del maíz amarillo duro, principal insumo para la producción de pollo.
Al ser la principal proteína de consumo a nivel nacional, un aumento importante en el precio de este producto se traduce en el Índice de Precios al Consumidor, lo cual finalmente impacta en la medición de la inflación. Si bien venía cayendo debido a la moderación en los precios de los alimentos, esto podría ralentizarse.
De acuerdo con data del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riesgo (Midagri), las importaciones de dicho producto ahora provienen de tres socios comerciales principalmente: Argentina, Estados Unidos y Brasil.
En el caso del último, en el periodo de enero a mayo del 2023, ha crecido el volumen exportado a nuestro país en 1,770% a comparación del mismo periodo del año anterior.
Bachiller en Economía y Negocios Internacionales de la Universidad ESAN y especialista en Sostenibilidad por la Pacífico Business School. Fue analista de Sectores y Empresas y del Content Lab de Semana Económica. Actualmente es redactora senior de economía en Gestión.