El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés) redujo a la mitad sus perspectivas de crecimiento de la economía mundial para el 2022, citando los efectos económicos de la invasión de Rusia a Ucrania, la respuesta de China a una ola de COVID-19 y el endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos.
El IIF también espera que los flujos de capital hacia los mercados emergentes se reduzcan en un 42% con respecto al año pasado.
Sobre la base de sus nuevas estimaciones, el grupo de comercio bancario mundial dijo que el riesgo de recesión ha aumentado, ya que se espera que el crecimiento real se estanque.
“La debilidad es generalizada y deja poco margen de error”, escribieron los economistas del IIF en un informe. “El riesgo de recesión mundial es elevado. En este contexto, esperamos que los flujos de no residentes hacia los mercados emergentes se desaceleren significativamente”.
El IIF recortó su previsión de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) mundial al 2.3% desde el 4.6%, con el G3 -Estados Unidos, la zona euro y Japón- creciendo a un ritmo de 1.9% este año. Esperan que el crecimiento de China se desacelere a 3.5% desde el 5.1% de la estimación anterior.
“La ola de ómicron en China es más perturbadora de lo que habíamos previsto y se cobrará un precio sustancial en el crecimiento y los flujos de capital”, señaló el IIF.
El crecimiento en la zona euro se recortó previamente al 1% desde el 3%, sobre todo por los efectos de la invasión a Ucrania. “Es importante que, dado que el arrastre estadístico del 2021 a este año es de 1.9 puntos porcentuales, se trata de una previsión de recesión que anticipa una caída del PBI en la segunda mitad del año”.
El crecimiento en América Latina se prevé ligeramente más rápido, con un 2%, gracias a los altos precios de las materias primas, mientras que el IIF espera “un cierto grado de resistencia” de los exportadores de petróleo de Oriente Medio y el Norte de África.
Escasez de alimentos es un riesgo
Las prohibiciones de exportación de productos agrícolas en Rusia e India, así como la esperada interrupción de la siembra y la cosecha en Ucrania, fueron citadas cuando el IIF advirtió que existía un amplio riesgo de inseguridad alimentaria mundial, siendo Oriente Medio y África probablemente los más afectados.
“Los países asiáticos están algo menos expuestos a la conmoción de los precios de los alimentos derivada de la guerra de Ucrania debido a que sus dietas se centran más en el arroz, ya que los precios de este cereal se han mantenido relativamente bajos en los últimos años y parecen, en general, menos afectados por la inflación mundial de los precios de los alimentos”, señaló el IIF.
Se espera que los flujos de capital hacia los mercados emergentes se desaceleren “significativamente”, según el informe, con una caída de los flujos no residentes a US$ 972,000 millones desde los US$ 1.68 billones del año pasado. La cifra se reduce a US$ 645,000 millones si se excluye a China, desde US$ 1 billón.
Se prevé que Rusia registre salidas de unos US$ 29,000 millones, después de haber recibido más de US$ 58,000 millones el año pasado, y que China, el mayor receptor, absorba US$ 327,000 millones este año, frente a los más de US$ 668,000 millones del 2021.
México, Argentina y Venezuela se encuentran entre los pocos países latinoamericanos que se espera que aumenten los flujos totales este año, aunque en todos los casos el aumento se produce a partir de niveles muy reducidos. Se prevé que los flujos hacia Brasil se reduzcan casi a la mitad, hasta los US$ 55,300 millones.