En conversación con Gestión, Manuel Reyes-Retana, director regional de la Corporación Financiera Internacional (IFC) para América Latina y el Caribe, del Banco Mundial, comentó sobre las oportunidades para el Perú en cuatro sectores clave: agricultura, acuicultura, turismo y economía digital.
Además de las inversiones del IFC que se alistan para los próximos años en Perú. En un análisis sobre las restricciones para la economía peruana -y Latinoamericana- reconoce al menos tres puntos que se deberían abordar: gobernanza subnacional, legalidad de las tierras y regulación laboral.
-¿Cuál es la estrategia de IFC en Perú?
La estrategia del IFC en Perú y en la región es que estamos enfocados en tres grandes temas. El primero es sustentabilidad. Todo lo que tiene que ver con cambio climático, es central en nuestra estrategia mundial, pero con mucha fuerza en Latinoamérica y Perú no es la excepción.
El segundo es inclusión, y no solo me refiero a inclusión financiera, sino a inclusión de sectores desprotegidos, vulnerables a servicios, agua, saneamiento, salud, educación, comunicaciones, servicios digitales. Y, el tercero, es productividad. Latinoamérica, y Perú no es la excepción, es una de las regiones menos productivas del mundo. En este campo es donde tenemos mucho interés en contribuir al desarrollo de infraestructura, servicios que el sector privado puede usar para mejorar su eficiencia y crear más empleo.
-Mencionaba que Latinoamérica, y en Perú, no somos productivos. ¿Qué nos ha llevado a este punto? En el caso de Perú, ¿qué tan atrás quedamos como país?
La productividad en sí misma es el reflejo de carencias en otros aspectos de nuestra gobernanza y economía; (brecha de) infraestructura, telecomunicaciones, transportes, el hecho que te cueste una fortuna ir desde la zona donde se produce hasta el puerto. Toda Latinoamérica sufre de lo mismo. Caminos, aeropuertos, acceso a agua, a la sanidad, la energía, son temas donde hay gaps muy importantes en toda la región. Esto encarece la operación de los sectores productivos y limita su habilidad para crear empleos y utilidades.
En la medida que podamos trabajar con gobiernos y con actores del sector privado a mejorar las comunicaciones, acceso a información, a agua y energía, va a ayudar a las empresas a ser más productivas, generar más empleos y vender más.
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Las inversiones del IFC
-¿Cuáles son los montos invertidos por el IFC en Perú y cuál es la expectativa para el 2024 de cara a una economía que se espera esté débil?
En el periodo julio 2022 – junio 2023, nuestro portafolio en el Perú es de alrededor de US$ 400 millones. En los últimos 10 años hemos invertido aproximadamente US$ 2,000 millones. En los siguientes cuatro o cinco años estimamos que podemos invertir otros entre US$ 1,500 millones y US$ 2,000 millones. A diferencia de inversionistas comerciales o financieros exclusivamente nuestras inversiones están motivados por el impacto de desarrollo que podemos tener. No necesariamente por crecimiento.
No somos el tipo de inversionistas que cuando ve un crecimiento menor o la expectativa de un crecimiento menor retrocede y dice que hay que reasignar recursos a otros mercados. Por el contrario, lo que motiva nuestras inversiones es la capacidad y la oportunidad de maximizar nuestro impacto.
-Pese a que el tema económico no es un factor, Perú está viviendo un momento de crisis de institucionalidad, y nos mantenemos en una crisis política. ¿Este tipo de eventos les genera ruido?
Definitivamente es un factor que miramos para invertir. No diría que nos hace ruido o que lo pasamos por alto, sino que lo incorporamos en nuestro análisis. IFC es una institución que invierte de manera contracíclica. Nosotros lo que buscamos es oportunidad para generar impacto y muchas veces eso sucede cuando las cosas no necesariamente van bien. Algo que hemos aprendido en Perú es que el sector privado se ha visto resiliente y ha aprendido a operar pese a la inestabilidad tema política y eso nos da mucha comodidad, ese es un factor de inversión que tomamos en cuenta.
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Creando mercados en el Perú
-Se presentó el estudio “Creando Mercados en el Perú”, del Banco Mundial. ¿Cuáles son esas áreas de oportunidad?
El estudio señala áreas de oportunidad donde hemos visto un gran potencial para más desarrollo. Esto no quiere decir que dejemos de ver lo anterior, sino que veamos nuevas oportunidades donde el sector privado puede florecer y nosotros podemos estar ahí para apoyarlo. No es sorpresa que esté (entre las oportunidades de desarrollo) agricultura, acuicultura, turismo y desarrollo digital.
-El informe habla de tres restricciones, siendo una de ellas la gobernanza de los gobiernos subnacionales. ¿Cuál es el diagnóstico?
La gobernanza, no solo del sector privado, sino público; y no solo a nivel nacional, sino subnacional, es muy importante. Es uno de los espacios donde nosotros podemos agregar valor, traer conocimiento y traer apoyo a los gobiernos subnacionales y a las empresas del Estado. Es esencial para el funcionamiento del sector privado, que haya claridad, que haya reglas bien establecidas y capacidad operativa, que puedan operar de manera eficiente. Al final ese es uno de los factores que puede mejorar o no la productividad del sector privado.
-¿Qué puntos específicamente nos llevan a pensar que la gobernanza subnacional es una traba para la inversión privada?
Esta pregunta aplica para muchos países de la región. Un ejemplo sencillo, y no solo en Perú sino en la región, es la inahibilidad o el tiempo que le toma a una empresa abrir operaciones en un estado, en un muncipio, en una provincia. También el tiempo que tardan en obtener premisos y los servicios municipales que necesita para operar: interconexión, acceso a agua, a energía; licencias para operar, para construir. Eso afecta de manera grave la capacidad del sector privado de abrir negocio, crecer negocio o empleo.
En mayor o menor medida toda la región sufre de lo mismo, por eso nosotros invertimos mucho tiempo en trabajar con gobiernos subnacionales como contraparte para transferir mejores précticas, conocimiento y la idea es crear un entorno donde el sector privado pueda florecer.
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-Otra restricción que se destaca es la legalidad de las tierras. Este es un problema el Perú, vemos deforestación, vemos invasiones, no hay orden, no hay planeamiento. ¿Cómo ve los retos en este punto para la inversión privada?
Hay varias formas en las que esto afecta la operación del sector privado. Uno es la falta de certeza jurídica al comprar tierra para invertir o construir, o al rentar un terreno o un espacio para operar. Si no hay certeza jurídica, eso aumenta muchísimo el riesgo para inversión. El otro tema es para los que son dueños de tierras o de viviendas, la inhabilidad de usar sus activos para acceder a crédito. Si no hay un título, si no hay claridad sobre la propiedad, si no hay los sistemas para poder gravar esos activos para acceder al financiamiento, este último está limitado.
-La tercera restricción importante es la regulación laboral. ¿Hay espacio para tocar estos temas?
La flexibilidad que tiene una entidad para manejar sus recursos, incluso su capital humano, es esencial. La velocidad con la que puedes contratar y la velocidad con la que te puedes ajustar a nuevas condiciones es un factor clave. En la medida que se vuelve lo contrario, en lugar de tener flexibilidad para el uso de recursos, tienes una camisa de fuerza, impacta. Es un tema delicado, pero es necesario balancear la flexibilidad con los objetivos que perseguimos de crear empleo y distribuir bienestar. Siempre será un tema sensible en América Latina.
-En el caso particular de Perú, ¿cuáles podrían ser las reformas que debería realizar el Estado?
Son muchas reformas. Definitivamente, enfocarse en el funcionamiento de los gobiernos subnacionales, en su eficiencia operativa. Es una de las más importantes. También las reformas laborales, es indiscutible. Y, la certeza jurídica en inversión, en particular títulos de propiedad de la tierra, ya sea urbana o no.
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Los cuatro sectores
-A veces dividimos al agro en la parte tradicional y en las agroexportaciones. ¿Dónde están las oportunidades para el sector privado?
Independientemente de mirar el agro como consumo local o destinado a exportaciones, buscamos tener un impacto en alguna de las verticales que mencionaba al principio (inclusión, sustentabilidad, productividad). Si a través de nuestra intervención podemos incorporar a los pequeños productores en la cadena productiva de cualquier empresa, nosotros estaremos muy interesados.
-En el informe se hablaba del foco de la agroexportación en la costa. ¿Habría interés del sector privado en invertir más allá de la costa?
Independientemente del tipo de industria, de negocio, tenemos equipos especializados en la creación o preparación de proyectos o de mercados. Ir más allá de lo que se hace hoy es algo de los que nosotros exploramos constantemente. Nosotros trabajamos con los agentes del sector privado para explorar nuevos mercados, expandir su presencia en términos geográficos, de producto, de mercado.
¿Qué haría atractivo para un inversionista explorar eso? Uno, el trabajo que hacemos con los gobiernos municipales y locales es mejorar su eficiencia para ofrecer un mejor entorno de negocios para el sector privado. Dos, nosotros podemos tomar riesgo también, minimizar riesgo a través de transacciones financieras, garantías, para que entonces los inversionistas del sector privado vean esa oportunidad y eventualmente se sientan lo suficientemente cómodos para entrar.
-En el caso del turismo nos hemos gozado de las maravillas que tenemos, pero la infraestructura no vino a la par de ese orgullo. ¿La falta de accesos es una oportunidad de inversión?
Definitivamente la falta de accesos es una oportunidad de inversión. A pesar que Perú es un destino muy atractivo, tiene mucho que ofrecer, creo que está un poco subutilizado. Tiene mucho que ver con falta de infraestructura, falta de conocimiento. En nuestro caso lo que nosotros lo que trataríamos de traer a la mesa, además de esos dos temas, es la sustentabilidad. Tratar de que el crecimiento en cualquier sector no venga a costa del entorno.
-¿Cuál sería un mensaje claro del Gobierno o del Estado para que pueda haber inversión, por ejemplo, en el sector turismo? En general, cómo convencer, ¿más que con palabras deberían haber acciones concretas como facilidades?
Más que facilidades yo me centraría en la eficacia y la eficiencia de los servicios públicos al sector público y al sector privado. Y, la segunda es certeza jurídica. Es más importante incluso que los apoyos financieros o los subsidios. Si hay certeza jurídica y buenos servicios que permiten una sana operaación del sector privado, la inversión viene.
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-La acuicultura era un sector fundamental en la diversificación productiva de Perú, pero no despega. ¿Qué hacer?
La pesca y la acuicultura, y eso lo escuchábamos de clientes hace poco, en términos de proveer, de su importancia en la alimentación en el Perú, ha tomado un segundo o tercer lugar en fuentes de proteína. Pero, eso lo vemos como una gran oportunidad en tres aspectos: generación de empleo, de divisas, y una contribución de actividad económica que sea consistente con el cuidado del ambiente. Definitivamente hay mucho potencial. Perú tiene un posición privilegiada en términos de recursos marítimos.
-A la acuicultura le retiraron por un tiempo los beneficios tributarios y parece que no hay como un impulso claro...
No sé si lo basaría en el tema tributario. Yo, en lo personal, pienso que tener regímenes tributarios que privilegian un sector sobre otro introducen algo de distorsión. Los inversionistas cuando miran el riesgo lo ven en términos de la incertidumbre de lo que va a pasar. Las reglas de juego, tener certeza, es más importante que tener privilegios.
-¿Diría que Perú está atrasado en economía digital?
Toda la región está atrasada. Uno de los grandes retos en la región es lo basto que son nuestras áreas rurales, nuestros bosques, donde el acceso a las telecomunicaciones es limitada. Hace falta inversión en infraestructura. El tema digital no es solo un tema de tecnología y de programación. Empieza siempre por un tema de infraestructura. En la medida que no haya acceso a telecomunicaciones, lo dificulta. Este es el primer obstáculo a vencer.
El segundo tiene que ver con conocimiento y preparación de nuevas generaciones para que sepan utilizar la tecnología digital, mano de obra calificada, que sepan programar. Y el tercero es que haya un ecosistema adecuado para la gente que innova, los emprendedores puedan ser parte. Hace falta capital de riesgo, infraestructura y entrenamiento.
Editora de Economía y Finanzas del diario Gestión. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Con 9 años de experiencia profesional en el rubro.