Si bien varios países de la región ya han recuperado el flujo de turistas extranjeros que perdieron con la pandemia del covid-19, en el caso del Perú a final de año recién podría alcanzar un volumen correspondiente al 40% del que tenía en el 2019.
Así coincidieron en señalar a Gestión los dirigentes de gremios como Canatur y ComexPerú, quienes indicaron que hay problemas que surgen del propio Gobierno que impiden acelerar una recuperación en el volumen de visitantes internacionales y, por ende, de la actividad turística en general.
El presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), Carlos Canales, señaló que en el 2021 el Perú perdió 2.5 millones de puestos de trabajo en el sector turismo, entre formales e informales.
Este año, sobre todo gracias a la recuperación en el turismo interno, en el ámbito formal se ha recuperado un tercio de los puestos de empleo que se perdieron, pero en el informal solo entre un 10% a un 15% se ha restituido, según indicó.
Sin embargo, el turismo en general aún no se recupera, por las restricciones que aún existen para el ingreso de visitantes extranjeros, remarcó Canales.
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¿Cuáles son las trabas para la recuperación del sector?
Canales explicó que un tercio de los visitantes extranjeros para el Perú proviene no tanto de vuelos de Norteamérica o Europa, sino de sus fronteras terrestres con países vecinos, pero que, en el caso de Chile, enfrenta serias restricciones que impone el Ministerio de Salud (Minsa).
Explicó que en el Complejo Fronterizo de Santa Rosa, entre Tacna y Arica, se forman colas de entre 5 y 6 horas para que los turistas chilenos puedan ingresar al Perú, pues el Minsa les exige la presentación de certificados sanitarios, pero no se ha incrementado el personal de salud necesario para atender el mayor volumen de viajeros.
“Hoy los chilenos están al 90% en la aplicación de dosis de vacunación (para prevenir el covid-19) y tienen nivel de inmunización que es más alto que en el Perú, (por ello) es absurdo que se les pidan 3 dosis de vacunas o prueba PCR y que muestren certificados sanitarios; es decir, el Gobierno está frenando la recuperación del sector turismo”, asevero.
Aún estamos al 40%
Por su parte, Juan Stoessel, director de Comex-Perú y fundador y CEO de la cadena hotelera Casa Andina, refirió que, en efecto, mientras en el mundo varios países con atractivo turístico se han recuperado a un 70%, en el Perú el turismo receptivo aún se encuentra en un 40% de sus niveles prepandemia.
En principio, refirió que, en el ámbito hotelero, hay zonas del país donde esa actividad se recupera más rápido que en otras, pues mientras en el Cusco se aprecia una recuperación más rápida, al igual que en las zonas de playa del norte del país, no se aprecia lo mismo en la ciudad capital.
“Lima todavía está afectada porque el mercado corporativo internacional no está al mismo nivel que antes de la pandemia principalmente por el ruido político que hay hoy, con lo cual el Perú ha dejado de ser creativo para nuevas inversiones. Ese es el gran problema que tiene el mercado hotelero de Lima que siempre había recibido a muchos hombres y mujeres de negocios”, observó.
En general, consideró que aún hay varios aspectos por resolver para lograr una plena recuperación del sector turismo.
“Una de las cosas que nos ha afectado mucho es que somos uno de los pocos países del mundo que no ha aprovechado estos últimos 12 meses para hacer promoción; se ha hecho cero promoción en el extranjero por decisión del Gobierno, teniendo un gran presupuesto. Eso es una cosa terrible que vamos a sufrir ahora y el próximo año”, anotó.
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Informalidad en el sector
Otro tema pendiente por resolver, y que no nos permite una mayor recuperación, según Stoessel, es la informalidad en el sector, y que se ejemplifica en la venta de entradas al complejo arqueológico de Machu Picchu, y que ha generado pugnas en el sector Cultura.
Sobre el tema, el presidente de Canatur señaló que existiría una mafia en la comercialización de las entradas a Machu Picchu, de la cual responsabilizó a la Gerencia Desconcentrada de Cultura del Cusco, y al Gobierno Regional del Cusco.
Canales refirió que de las 4,000 entradas que se venden diariamente para ese complejo arqueológico, 1,200 se venden en el mercado negro, donde se puede hasta triplicar su valor.
Eso hace que, en promedio, solo puedan adquirir sus boletos entre 2,500 y 2,800 personas por día, mientras el resto de las turistas tiene que acudir al mercado negro, situación que se viene produciendo desde comienzos de año y hasta ahora no tiene solución, según indicó.
Proyecciones
Vale recordar que en el 2019 se contabilizó el ingreso al Perú de un total de 4.3 millones de visitantes de procedencia extranjera, pero hoy aún estamos lejos de alcanzar esas cifras.
Al respecto, el presidente de Canatur detalló que el año pasado, debido a la pandemia, al país ingresaron solo 440,000 turistas extranjeros, y al mes de agosto del 2022 habíamos llegado a 1.3 millones de turistas.
En esa línea, indicó que la proyección para el cierre de este año es que lleguemos a 1.8 millones, aunque refirió que si se facilita el paso de viajeros chilenos por la frontera Tacna-Arica, podríamos llegar a los 2.2 millones de turistas extranjeros a fin del 2022.
Además, mientras el 2019 el turismo receptivo movilizó en el Perú US$ 5,300 millones, para este año el Mincetur ha hecho previsiones, pero basado solo en el movimiento que genera el turismo interno.
Así, ese ministerio ha estimado que, al cierre del 2022, el ingreso económico por turismo interno en el Perú superaría los US$ 2,530 millones, con un flujo de viajes interno de 24.1 millones.
Sobre el tema, Canales señaló que se proyecta que solo con el turismo interno se mueva cerca de dos puntos del PBI (donde cada punto representa US$ 3,000 millones).