(Reuters).- Grecia reabrió hoy sus bancos y ordenó el pago de miles de millones de euros en préstamos a sus acreedores internacionales, en las primeras señales de un retorno a la normalidad tras alcanzar un acuerdo sobre negociaciones para un nuevo rescate financiero a cambio de reformas.
Numerosos clientes hacían fila fuera de oficinas bancarias que abrieron por primera vez en tres semanas, luego de que las instituciones fueran cerradas por el Gobierno para impedir que el sistema colapsara por una ola de retiros de depósitos.
Además, entró en vigor un alza en el impuesto al valor agregado estipulado en los términos del rescate, con un incremento al 23% en el IVA sobre los alimentos y el transporte público desde un 13% anterior.
El mercado de acciones permanecía cerrado hasta nuevo aviso.
Los cierres de los bancos eran la señal más visible de la crisis que había dejado a Grecia en camino a dejar de la zona euro previamente este mes, minando potencialmente los cimientos de la moneda única europea.
La reapertura tuvo lugar después de que el primer ministro Alexis Tsipras aceptó con renuencia un severo plan con exigencias para un rescate de sus socios europeos, pero una revuelta en el partido oficialista Syriza ahora amenaza a la estabilidad de su Gobierno.
Funcionarios griegos han dicho que podrían celebrarse nuevas elecciones tan pronto como en septiembre u octubre.
"Es un paso positivo que los bancos estén abiertos, aunque el efecto es sicológico para las personas más que cualquier otra cosa", dijo Nikos Koulopoulos, un jubilado de 65 años. "Porque para ser honestos, nada ha cambiado mucho dado que los controles sobre capitales aún se están aplicando", explicó.
Los límites sobre retiros se mantienen en 420 euros por semana, en vez de la restricción anterior de 60 euros diarios.
Además, los pagos y transferencias bancarias al exterior aún no son posibles, una situación que según dijo el domingo la canciller alemana, Angela Merkel, "no es una vida normal" y garantizó rápidas negociaciones para un nuevo acuerdo, que se prevé que ascienda a 86,000 millones de euros.
"Los controles de capital y restricciones sobre los retiros se mantendrán, pero estamos entrando en una nueva etapa que todos esperamos que sea de normalidad", dijo la directora de la asociación de bancos griegos, Louka Katseli.
Los griegos podrían depositar cheques, pero no dinero, pagar cuentas y tener acceso a cajas de depósitos y retirar dinero sin necesidad de una tarjeta para cajeros automáticos.
Pagos pendientesAtenas inició el pago de 4,200 millones de euros al Banco Central Europeo con vencimiento el lunes, luego de que las autoridades europeas acordaron la semana pasada otorgar financiamiento de emergencia.
Además, pagó 2,050 millones de euros al Fondo Monetario Internacional sobre un crédito moroso desde el 30 de junio, cuando Grecia se convirtió en la primera economía avanzada en incumplir el pago de un préstamo a la institución, junto a 500 millones de euros que debe al Banco de Grecia.
La aceptación a los términos del rescate y la reapertura de los bancos han marcado un nuevo escenario para Tsipras después de meses de complicadas negociaciones, y ahora busca un nuevo comienzo con más conversaciones de ayuda para mantener a Grecia a flote.
Sin embargo, el primer ministro enfrenta dificultades de facciones de línea dura en su partido de izquierda Syriza, con el que llegó al poder en enero tras prometer que pondría fin a las medidas de austeridad aplicadas por el anterior Gobierno.
Pese a que el Parlamento griego aprobó el paquete de rescate el jueves, Tsipras, de 40 años, se vio forzado a depender de los votos de la oposición luego de que 39 legisladores díscolos de Syriza se rehusaron a respaldar al Gobierno y votaron en contra o se abstuvieron.
El miércoles se realizará una segunda votación sobre medidas que incluyen reformas legales y bancarias, y se espera un resultado similar.
Junto con sus socios de coalición, el partido de derecha de Griegos Independientes, Tsipras cuenta con 162 escaños en el Parlamento de 300 puestos. Pero la rebelión del jueves redujo su apoyo a sólo 123 asientos, lo que implica que podría necesitar de nuevo los votos de la oposición.
Algunos funcionarios del Gobierno han sugerido que si el apoyo de los legisladores de la coalición cae bajo los 120 votos, podría ser necesario convocar a elecciones anticipadas mientras el rescate aún se esté negociando.