(Reuters) .- ofreció nuevas medidas, entre ellas un alza en los impuestos a las compañías navieras y el fin de las exenciones a sus islas, en la propuesta enviada hoy a los acreedores para alcanzar un acuerdo que le otorgue fondos frescos para no caer en bancarrota.

El Gobierno también planea elevar el IVA a los restaurantes, introducir reformas a las pensiones y un cronograma de privatizaciones.

A cambio, el quiere que los acreedores revisen las metas de superávit primario para el país en los próximos cuatro años, y fondos por 53,500 millones de euros para cubrir sus obligaciones de deuda hasta junio de 2018.

El jefe de ministros de Finanzas del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, confirmó hoy la recepción de los documentos pero dijo a través de un portavoz que no hará comentarios hasta que haya una evaluación de expertos de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

Un funcionario griego dijo que se le pedirá a los legisladores que autoricen al Gobierno a negociar una serie de "acciones prioritarias" que puedan tomarse antes de cualquier desembolso de los acreedores, un paso claro para convencer a los escépticos de la zona euro de que el intento es serio.

El primer ministro de Grecia, , encabezó una maratónica reunión de gabinete para finalizar un paquete de alzas de impuestos y reformas a las pensiones, vital para asegurar un acuerdo para un tercer rescate el fin de semana.

Se necesitaría otra votación para convertir el paquete en ley la próxima semana si los líderes de la zona euro acuerdan el domingo que las propuestas pueden servir de base para iniciar negociaciones para un préstamo de tres años.

¿Ayuda de Alemania?En tanto, reconoció que Grecia necesitaría una reestructuración de su deuda como parte de cualquier nuevo programa de préstamos para que su economía sea viable.

La admisión del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, llegó horas antes del plazo de la medianoche para que Atenas presente un plan que convenza a sus socios europeos.

Schaeuble, que nunca ocultó su escepticismo sobre la capacidad de Grecia para seguir en el bloque monetario, dijo en una conferencia en Fráncfort que "la sostenibilidad de la deuda no es factible sin una quita" y agregó que creía "que el FMI está en lo cierto al decirlo".

Pero agregó inmediatamente: "No puede haber una quita porque infringiría el sistema de la Unión Europea".

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que liderará la cumbre del domingo sobre el destino de Grecia, se unió al creciente coro de voces que pide que Atenas reciba algún alivio a su deuda como parte de cualquier nuevo acuerdo de préstamo.

Tusk afirmó que una propuesta realista de Grecia tendría que ser igualada con una proposición igualmente realista sobre la sostenibilidad de su deuda por parte de sus acreedores.

"De otra manera, seguiremos con esta danza letárgica que llevamos bailando desde hace cinco meses", comentó.

Si no se alcanza un acuerdo el domingo, incluida la liberación de algo de liquidez para que Atenas pueda cumplir con sus vencimientos de deuda inminentes, los bancos helenos podrían colapsar la próxima semana.

Si no hay pacto, los 28 líderes de la Unión Europea discutirán medidas para limitar daños, incluida ayuda humanitaria, posibles controles fronterizos y pasos para mitigar el impacto en los vecinos, dijeron funcionarios de la UE.