Mientras en Lima aún hay un millón y medio de personas que no tienen acceso a los servicios de agua potable y alcantarillado, el proyecto que busca aumentar el volumen del agua para su tratamiento por parte de Sedapal, encargado a ProInversión, se sigue postergando.
Se trata del proyecto Obras de Cabecera y Conducción para el Abastecimiento de Agua Potable para Lima, de US$ 480 millones, cuya buena pro la mencionada agencia estatal -hasta inicios de año- tenía previsto otorgar en el cuarto trimestre del 2022, pero ahora ha postergado para el segundo trimestre del 2023.
El proyecto comprende el diseño, financiamiento, construcción, operación y mantenimiento de obras nuevas y obras existentes con el objetivo de incrementar la disponibilidad de agua potable para ampliar y mejorar el servicio a 1.5 millones de habitantes en el Este y Sur de Lima.
Nuevas obras
Entre las nuevas obras incluye el mejoramiento de las represas Pomacocha y Huallacocha Bajo para 38 millones de metros cúbicos de agua, la construcción de un túnel trasandino de 10 kilómetros de longitud desde Pomacocha hacia el río Blanco, la Planta Huachipa II para producir cinco metros cúbicos por segundo en dos etapas.
Incluye asimismo un reservorio Principal con un volumen total de 160,000 metros cúbicos, una línea de conducción Ramal Sur de 25 kilómetros que incluye dos túneles, reservorios de compensación con un volumen total de 69,000 metros cúbicos, entre otras obras,
Esta situación se produce, a pesar de que esta iniciativa estatal autofinanciada -que abarca las regiones de Lima y Junín- figura en ProInversión como un proyecto maduro, e inclusive es parte del Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC).
Al respecto, AFIN recordó que este proyecto data desde 1998, cuando Sedapal contrató la elaboración del estudio definitivo del proyecto Marca II, y luego se encargó su promoción a ProInversión el año 2012 (ver gráfico).
Yovana Ramírez, jefa del área económica de AFIN, considera que no se debería seguir prolongando ese proyecto, pues va a asegurar el agua para la creciente demanda de la capital. “Sedapal tiene una cobertura de más de 93% de la población, pero en Pachacámac, por citar un ejemplo, la continuidad del servicio es de alrededor de seis horas y media”, anotó.
En tanto, el agua no facturada por la empresa aún llega al 30%.
Estudio
En tanto, un estudio desarrollado por Sunass y Senamhi concluyó en que la disponibilidad de agua, debido al cambio climático, se reduciría hasta en 25% en las cuencas hidrológicas que desembocan en el Pacífico (donde se ubica Lima y Callao) y que abastecen a las empresas de saneamiento, entre los años 2036 y 2065.
Según ese estudio, en el caso de Sedapal, las acciones que realiza para disminuir el riesgo de desabastecimiento de agua potable comprenden, en las fuentes de agua, la revegetación de bofedales, prácticas de pastoreo rotativo, parcelas piloto, entre otras.
Cifras y datos
- Sin medición. Un 25% de conexiones de agua no tienen medidor de consumo en las EPS, según AFIN.
- Gasto. Desde 2017 el Estado habría dejado de invertir S/12,126 mlls. en agua potable y alcantarillado
- Déficit. Más de 7 millones de personas en Perú no acceden a agua potable.