El Ministerio de Ambiente (Minam) publicó la nueva hoja de ruta de “finanzas verdes” (HRFV), la cual busca orientar la gestión de los varios órganos del Poder Ejecutivo para potenciar el financiamiento verde orientado hacia la sostenibilidad, cumpliendo con los objetivos ESG planteados a nivel mundial.
Según señala Janett Burga, senior manager de EY Perú, “La HRFV busca el acceso de los diferentes actores involucrados a financiamiento verde, asistencia técnica especializada, información para la toma de decisiones, actualizaciones normativas, entre otros. Las entidades financieras desempeñarán un papel clave como agentes de cambio, movilizando recursos verdes y orientando la gestión de las empresas hacia la sostenibilidad”.
Como consecuencia de estos planes -dice la abogada- las empresas deberían empezar a valorar los riesgos ambientales dentro de su operación regular.
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Las barreras a superar
La HRFV recalca que existen 10 barreras concretas por superar. Estas se dividen en cuatro categorias: regulatorias, de capacidades, de mercado y de gobernanza.
En el ámbito regulatorio, la HRFV señala que hace falta una estandarización y definición de términos relacionados a la sostenibilidad. Asimismo, existe una ausencia de estándares de finanzas verdes para participantes del mercado, una insuficiencia de instrumentos financieros e incentivos públicos y una escasez de datos, mediciones y estándares en finanzas verdes.
Con relación a las capacidades, faltan programas de capacitación en actores clave del sistema financiero y sector público y se sufre de una escasa conciencia y comprensión sobre instrumentos financieros verdes.
En el ámbito relacionado con el mercado, la HRFV aduce que hay una falta de evidencia e identificación de portafolios verdes y sostenibles en entidades financieras locales. Por otro lado, en el ámbito de gobernanza se alerta una insuficiente coordinación entre ministerios relevantes para las finanzas verdes. Según Burga, sin una apropiada gobernanza, es posible que el programa caiga en problemas de “greenwashing”.
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Dos componentes
La HRFV contiene dos componentes: “Enverdecimiento del sistema financiero, asegurador y mercado de valores” y el “Financiamiento de actividades y desarrollo de productos sostenibles y verdes”.
Aunque podría sonar algo etereo, dentro de cada componente existen propuestas concretas que se buscan lograr en la brevedad de lo posible.
Con relación al enverdecimiento del sistema financiero la hoja plantea promover herramientas de educación ambiental financiera, fortalecer la gobernanza de las finanzas verdes a través del Convenio del “Protocolo Verde” y promover la adecuación normativa sobre finanzas verdes, entre otros temas.
Por otro lado, con relación al financiamiento de actividades y desarrollo de productos sensibles y verdes se plantea desarrollar una taxonomía de finanzas verdes en el Perú, identificar o formar carteras de financiamiento verdes, impulsar el diseño e implementación de instrumentos financieros verdes, promover el acceso a fuentes de financiamiento verde para entidades financieras y promover la divulgación de avances en finanzas verdes por parte de entidades financieras.
Para Burga uno de los aspectos más importantes por el cual se debe empezar es por la taxonomía de finanzas verdes, la cual permitirá a las empresas tener claridad sobre lo que está abordándose.
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Lo que se espera para el 2025
El Minam espera que, para el 2025, se haya establecido una línea base sobre el conocimiento de los actores de los mercados financieros en relación con la gestión de aspectos ambientales, se haya implementado un programa de capacitaciones sobre aspectos ambientales dirigido a las entidades de los mercados financieros y se haya creado un repositorio de información técnica relacionada con la importancia de incorporar aspectos ambientales en la gestión de las entidades financieras.
Asimismo, se espera haber desarrollado una taxonomía verde en el Perú, haber establecido instrumentos financieros verdes, diseñado un esquema de gobernanza de finanzas verdes que se articule con otras instituciones públicas, promovido iniciativas de autoregulación para las entidades financieras en relación con la gestión de aspectos ambientales e impulsado iniciativas de regulación relacionadas con aspectos ambientales.
Según recalca Burga, en la hoja de ruta de finanzas verdes se habla que, al 2025, el Gobierno quiere que la cartera de créditos verdes y los recursos públicos destinados a finanzas verdes alcancen entre el 3% a 5% del PBI.
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