El gasto de las familias se debilita aún más con el pasar de los meses en un contexto de menor dinamismo del empleo y caída de los ingresos laborales (ajustados por inflación) del sector formal.
El Índice Big Data de Consumo del BBVA Research (elaborado sobre la base del gasto con tarjetas y retiros de efectivo, corregido por inflación) acentuó su caída en julio: se contrajo 6.4%. Aunque ya alcanzó su quinto mes en negativo, este es su mayor retroceso en lo que va del año.
“El índice confirma que el gasto que realizan las familias se debilitó en el segundo trimestre de 2023, tendencia que continúa a inicios del tercer trimestre”, se explica en el reporte de la entidad.
Añade que “el retroceso del consumo familiar se da en un contexto de caída interanual de los ingresos laborales (en términos reales, de empleos formales), de altas tasas de interés, y de ralentización en la creación de empleo”.
Hugo Perea, Economista Jefe del BBVA Research, dice a Gestión que hay otros dos factores que pueden explicar la caída: los créditos de consumo -sistema bancario- se están desacelerando; y la confianza del consumidor se mantiene pesimista.
“Es probable que también se trate de una “normalización” del gasto de las familias en un contexto donde ya no hay, por ejemplo, retiros de los fondos de las AFP, de la CTS, y hay una reversión de las transferencias que se hicieron a las familias vulnerables durante la pandemia. Más allá del número puntual, sí vemos que se desacelera el consumo y en julio ha sido, en lo que va del año, el mes de mayor caída”, detalla Perea.
Para el economista en caso de darse un rebote en el segundo semestre, este será relativamente acotado y podría concentrarse más hacia finales del año. Pero, hay un riesgo que acecha: el fenómeno de El Niño.
“Es un poco prematuro, pero las tendencias (para la economía) apuntan a un crecimiento bajo, que este año sea bastante decepcionante. Son factores exógenos que nos han golpeado de manera importante”, menciona.
Por ejemplo, enumera, las sequías y el encarecimiento de los fertilizantes del año pasado tienen impactos en el 2023; el ciclón Yaku y El Niño también impactaron. A eso agrega que las tasas de interés están relativamente altas y la inflación ha erosionado el poder adquisitivo de las familias.
Hacia adelante, un fenómeno de El Niño de mayor intensidad golpearía aún más el consumo de las familias, resalta el BBVA Research.
Compras con tarjeta
Uno de los componentes que mide el Índice Big Data de Consumo es el gasto con tarjetas de crédito o débito. Excepto por los gastos con tarjeta en educación (3.4%), el resto de componentes aceleró su caída en julio, respecto a similar mes del 2022.
Tomemos tres componentes relevantes para un mes como julio, con un fin de semana largo por el feriado de Fiestas Patrias. El gasto con tarjeta en turismo (-7.2%), entretenimiento (-17.5) y transporte (-23.9%) aceleraron un caída en julio.
Por ejemplo, en el caso del gasto en turismo, se contrajo un 5.3% las compras con tarjeta de pasajes aéreos y se registró una caída de 14.3% el gasto con tarjeta en alojamiento y -3.6% en excursiones (tours).
“Si uno mira el indicador de confianza del consumo que publica Apoyo Consultoría, lo que uno aprecia es que las familias han estado pesimistas básicamente por dos factores. Uno de ellos por los precios. Las familias sienten mucha insatisfacción, como es natural, con los precios que actualmente están enfrentando. El segundo elemento es la dificultad para conseguir empleo”, puntualiza Perea.
Editora de Economía y Finanzas del diario Gestión. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Con 9 años de experiencia profesional en el rubro.