
A marzo, los ingresos tributarios sumaron S/ 42,847 millones, un incremento de 12.9% respecto a similar periodo del año anterior, según data de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat). Si bien se ve una mejora en la recaudación, la duda que siempre salta es si al final estos recursos se gastan bien en beneficio de la población.
Basado en la pregunta “¿Percibe que el Gobierno central, regional y municipal usa adecuadamente o inadecuadamente los recursos de los impuestos que usted paga?“, Datum Internacional reunió la opinión de los peruanos y la compartió con Gestión.
El análisis se desarrolla en medio de una ola de inseguridad y crimen organizado. La escalada en los homicidios y extorsiones desata, además de miedo, una opinión pública “contundente”, calificó Urpi Torrado, CEO de la empresa investigadora.
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La criminalidad por encima de la corrupción
De acuerdo con los resultados, un 89% considera que el Gobierno central, regional y municipal usa inadecuadamente los recursos que generan los impuestos.
“Es contundente. En este caso es tan fuerte el porcentaje de gente que cree que los impuestos se usan inadecuadamente, que es transversal a todas las sociedades”, indica Torrado.
Encuentra la explicación en el mal que aqueja a la agenda pública. “Es un descontento grande y está relacionado con la corrupción. Un tema que en algún momento era el principal problema del país, hoy es desplazado por la inseguridad ciudadana”.


Bill Gee, profesor de Economía y Finanzas de ESAN University, agrega. “Educación y salud son dos razones más para explicar por qué no se notan los impuestos que uno paga al Gobierno”, dice.
“Ese 89% captura la imagen de la realidad. [...] El ciudadano que paga impuestos directos e indirectos busca la retribución del Gobierno a través de los servicios públicos, ya sea defensa nacional, seguridad, calidad del transporte, belleza de los parques y más, pero no se ve”, agrega.
El especialista reconoce que la gente no se siente segura en varios ámbitos: “Ni para salir de la casa ni del trabajo, menos para caminar por la ciudad”.
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La confianza en las instituciones del Estado
Marcel Ramírez, economista e investigador en Administración y Políticas Públicas, es enfático al mencionar que, además de que los peruanos no observan mejoras en los servicios, la infraestructura, la calidad educativa, y el acceso a la salud, también tienen que sobrevivir en medio de la inseguridad creciente.
“La conclusión como ciudadano es no saber a dónde van los impuestos pagados. [...] No parece haber relación entre la recaudación que se pide y lo que ellos están aportando. Seguramente sienten que el Estado no parece ser tan útil porque ven directamente manifestaciones de corrupción”, interpreta.
El descontento es masivo. Con respecto a la edad, el 91% de los menores (de 18 a 24 años) cree que no hay un uso adecuado; en comparación con el 86% de las personas entre 55 y 70.
“La percepción es muy generalizada, muy pareja, a lo largo de todos los diferentes rangos de datos”, resalta.
Todo esto, bajo la lupa de Marcel, se asocia directamente con la confianza en las instituciones del Estado. “El grado de confianza tiene un asidero en este tipo de percepciones”, finaliza.
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¿Oriente con “menos” opinión negativa?
La percepción es similar en Lima/Callao; norte; centro; sur y oriente; aunque en la capital y en el centro se ubican los mayores porcentajes: 91%. El más bajo lo registra oriente, con 76%.
Torrado elabora una precisión frente a estas cifras. “El margen de error particularmente en el Oriente es alto porque la muestra es más pequeña. La población es más pequeña. No me atrevería a asegurar que ahí hay una diferencia que sea significativa”.

Redactora de Economía en diario Gestión. Periodista piurana con seis años de experiencia profesional en el rubro.