Este mes inició el verano y ya se pronostica una temporada en el Perú más calurosa que estaría marcada por un fenómeno el Niño de magnitud moderada. Pese a que una ola de calor podría ser sinónimo de mayor venta de prendas de vestir para la estación, hay riesgos que podrían empujar a que diversos negocios retrocedan en sus decisiones de inversión, como en las tiendas y confeccionistas del Emporio Comercial de Gamarra, ubicado en La Victoria, Lima.
Los posibles impactos del fenómeno climático se suman al escenario de recesión que ha reducido las ventas del emporio comercial, que aún están al 50% por debajo de los niveles prepandemia, señala Susana Saldaña, presidenta de la Asociación Gamarra Perú. Ahora los comerciantes prefieren tomar con cautela la campaña de verano.
“La producción no se va aumentar para verano. En esta etapa lo que están haciendo los empresarios es ir con cautela. Supuestamente va a haber mucho calor, pero no vamos a lanzarnos a producir todo verano sino poco a poco. Lo que están haciendo los empresarios con la campaña de fin de año es liquidar todo lo que pueden para recuperar este capital”, comentó a Gestión.
Saldaña señala que más que un incremento del calor, los productores de Gamarra están teniendo en cuenta las consecuencias que estos desastres naturales podrían generar como el cierre de vías, que paraliza el comercio, principalmente en el norte, que es una de las zonas de mayor riesgo por El Niño.
“De todo lo que Gamarra produce, casi el 60% se va a las regiones del país. De ese porcentaje, entre el 25% a 30% se va a la zona norte”, explicó.
De hecho, las ventas de prendas al por mayor que Gamarra realiza para los negocios en otras regiones no están despegando. Saldaña indica que la campaña mayorista, que inició a mediados de octubre y terminó a inicios de diciembre, no logró vender más de la mitad de la producción pues las mypes a nivel nacional no están teniendo la misma capacidad de compra.
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Confeccionistas
El vocero de la Asociación Peruana de Industriales Confeccionistas, Moisés Estela, coincide en que las expectativas son poco alentadoras, especialmente porque el sector viene golpeado desde hace unos años.
“En estos momentos no se está produciendo, se está colocando toda la producción que ya se tiene. En enero veremos que tanto va a afectar El Niño, pero las expectativas no son alentadoras ya que la situación económica viene en caída. Las confecciones han caído en 23% durante este año”, comentó.
Estela recordó que el impacto de los desastres naturales durante el 2023 generó el cierre de miles de empresas. Antes de la pandemia se estimaba que en Gamarra habían un promedio de 45 mil empresas confeccionistas formales y ahora estiman que hay unas 33 mil con “una considerable pérdida de micro empresas que han desaparecido y hay medianas que han se reducido y ahora se podrían considerar mypes”.
Agregó que: “El 2023 cerraremos ‘en rojo’. El Niño y el ciclón Yaku golpearon duramente. Definitivamente hay muchas empresas que cerraron, otras incluso cambiaron de rubro y se han dedicado en invertir para importar”.
Proyecciones
Aunque la campaña de verano minorista recién inició hace unas semanas, junto con la de Navidad y fin de año, Saldaña señala que las ventas en Gamarra probablemente cierren igual o peor que en el 2022.
“Nuestra meta era superar las cifras del 2022. Todavía faltan algunos días del año para saber cómo vamos a cerrar el 2023, pero hasta ahora es probable que las cifras del año pasado no se superen. Con este comportamiento de la campaña, lo más probable es que enero estemos en una etapa de liquidación que normalmente hacíamos en febrero”, sostiene.
Además de los riesgos que pueda generar El Niño más fuerte y la caída en la demanda, otro de los problemas que enfrenta Gamarra es la inseguridad ciudadana y la falta de regulación ante el aumento de vendedores ambulantes. Indican que del total de lo que se vende en el emporio casi el 50% se lo lleva el comercio informal.