Los gobernantes de la principales economías del mundo aprobaron el sábado imponer un impuesto mínimo global a las corporaciones, un eje de las nuevas normas tributarias internacionales tendentes a restar atractivo a los paraísos fiscales frente a las enormes ganancias de algunas multinacionales.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet L. Yellen, elogió la decisión adoptada en la cumbre del Grupo de los 20 y señaló que será beneficiosa para las empresas y los trabajadores estadounidenses.
Los ministros de finanzas del G20 habían aprobado en julio un impuesto mínimo de 15% y la medida había quedado lista para que las principales economías del mundo la avalaran formalmente el sábado en Roma.
Yellen señaló en un comunicado que el acuerdo sobre las nuevas normas tributarias internacionales, con un impuesto mínimo global, “pondrá fin a la perniciosa competencia de reducir impuestos en forma interminable a las empresas”.
El 15% previsto en el acuerdo fue menor a la pretensión original del presidente estadounidense Joe Biden de que el impuesto mínimo global alcanzara 21%.
De cualquier manera, Biden manifestó su satisfacción en un tuit.
“Aquí en el G20, los gobernantes que representan 80% del producto interno bruto mundial —aliados y competidores por igual— dejaron claro su apoyo a un impuesto mínimo global sólido”, señaló el presidente en su tuit.
“Esto es más que un simple acuerdo tributario, es diplomacia que reconfigura nuestra economía global y le cumple a nuestro pueblo”.
¿Quiénes deberán pagar el impuesto? En concreto, el tipo impositivo mínimo del 15% es para las empresas con más de 750 millones de euros anuales (US$ 867 millones) de facturación.
El acuerdo busca desalentar a las empresas a que escondan ganancias en países donde pagan pocos impuestos o ninguno.
En la actualidad, las multinacionales pueden obtener grandes ganancias con diversos elementos, como marcas registradas y propiedad intelectual. Esas compañías pueden entonces destinar beneficios a una subsidiaria en un paraíso fiscal.
En una conferencia de prensa a la mitad de la cumbre, la canciller alemana Angela Merkel declaró: “hay buenas que informar. La comunidad mundial ha acordado imponer un impuesto mínimo a las compañías. Esta es una clara señal de justicia en los tiempos de la digitalización”.
Mathias Cormann, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con sede en París, señaló que el acuerdo alcanzado en Roma “hará que nuestros acuerdos tributarios internacionales no supongan una competencia desleal y funcionen mejor en una economía digitalizada y globalizada”.
La tasa mínima “elimina totalmente el incentivo por el que las empresas en el mundo reestructuran sus negocios para evitar el pago de impuestos”, señaló Cormann.