Cualquier reforma del sector de fondos del mercado monetario de US$ 7 billones debería “ser prudente” y se debe observar el sistema financiero en general y no solo los fondos en sí, dijo el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por su sigla en inglés).
En marzo, se produjo una extrema “carrera por efectivo” en los mercados a nivel global cuando las economías entraron en cuarentena, y las tensiones en los fondos del mercado monetario solo disminuyeron después de que los bancos centrales inyectaron liquidez en los sistemas financieros de Estados Unidos y Europa.
El FSB, un regulador global que coordina las reglas financieras para las economías del G-20, está analizando si es necesaria una reforma de los fondos del mercado monetario (FMM) para evitar tales vulnerabilidades en futuras crisis.
Pero Ashley Alder, presidente del organismo de reguladores de valores globales IOSCO, miembro del FSB, dijo que era necesario actuar “con mucho cuidado” dada la importancia del sector como fuente de financiación a corto plazo y para que los bancos y las empresas almacenen efectivo.
“No creo que realmente puedas sacar conclusiones hasta que hayas analizado todo el ecosistema”, dijo Alder en un evento de Afore Consulting.
El ecosistema incluye los propios fondos, los mercados subyacentes, emisores, corredores y bancos centrales, indicó Alder, quien también dirige el regulador de valores de Hong Kong.
“También se deben considerar las expectativas de los inversores sobre los fondos del mercado monetario ¿Los ven como efectivo, efectivamente como inversión o como un área gris en el medio?”, dijo Alder. “Personalmente, no creo que sea correcto mirarlo simplemente a nivel de los fondos”, agregó.
La Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM), el regulador de los mercados de la Unión Europea, actualizó el miércoles su guía sobre las pruebas de solvencia periódicas a los fondos del mercado monetario para verificar cómo pueden hacer frente a impactos como fuertes salidas de fondos.
“La AEVM aumentó la gravedad del impacto de los rescates a la luz de las vulnerabilidades identificadas durante el brote de COVID-19”, dijo.
El miércoles, el FSB dijo que el crecimiento en el sector financiero no bancario global de US$ 200 billones ha seguido superando a los prestamistas tradicionales, creando vulnerabilidades que la crisis del COVID-19 ha puesto de relieve en sectores como los FMM.
También denominada “banca en la sombra” por su papel en la creación de crédito, el sector comprende aseguradoras, fondos del mercado monetario, fondos de cobertura y otros tipos de fondos de inversión y proveedores de pensiones.
A nivel mundial, el sector no bancario creció 8.9% en el 2019 a US$ 200.2 billones y el sector bancario creció 5.1% a 155.4 billones.
Las entidades no bancarias representaron el 49.5% del sistema financiero mundial en el 2019, frente al 42% en el 2008.