¿Afectará al bolsillo? Ayer, el jefe de Estado, Pedro Castillo, anunció -durante el lanzamiento de la llamada segunda reforma agraria- “ajustes” a la franja de precios para proteger la producción nacional de la importación de productos relacionados a la agricultura.
“A pesar de nuestra diversidad y capacidad productiva, todos estos años de abandono nos han convertido en un país muy dependiente de la importación de alimentos e insumos agropecuarios, algo que ya no puede seguir así. En las próximas semanas haremos ajustes a la franja de precios para proteger mejor a la producción nacional de la competencia desleal de productos subsidiados importados del extranjero”, dijo.
LEA TAMBIÉN Gobierno de Castillo aumentará la protección a los agricultores con mayor franja de precios
¿Qué impactos podría tener los ajustes a la franja de precios? La franja de precios es un instrumento de política comercial -de acuerdo al MEF- que consiste en fijar un nivel superior y otro inferior para los precios internacionales de las importaciones de arroz, azúcar, maíz y leche en polvo, utilizando como referencia las cotizaciones de los últimos cinco años.
De este modo se aplican derechos arancelarios adicionales cuando el precio internacional cae por debajo del límite inferior de la franja o rebajas arancelarias, cuando el precio internacional excede al nivel superior.
Luis Miguel Castilla, exministro de Economía y Finanzas, explicó que este mecanismo se creó hace 20 años, en el marco de la apertura comercial que impulsaba el Perú y era compatible con los acuerdos comerciales.
“La franja de precios se estableció como un mecanismo para evitar trasladarle al consumidor final la volatilidad en los precios internacionales, en el caso de estos cuatro productos. Con el paso del tiempo se fue transformando en un mecanismo de protección al productor local, ya que se estuvo modificando los parámetros -la franja de precios- de tal manera de establecer una protección arancelaria, especialmente cuando el precio internacional estaba por debajo de la franja”, detalló.
Opinó -que en la actualidad- no tendría sentido efectuar los “ajustes” ya que los precios internacionales están muy por encima de los precios domésticos (que se vende en el país). “No habría necesidad ya que se protege cuando el precio internacional cae”, añadió.
Consideró que lo que se estaría pensando hacer es en eliminar el tope de la franja para que convierta -prácticamente- en una protección arancelaria, que tendría que ser compatible con los acuerdos comerciales con lo cual se le estaría dando mayor protección al productor local de arroz, azúcar, maíz y leche en polvo en desmedro del consumidor.
Otro punto que tampoco está claro para el economista es si se va a incluir a más productos a la franja de precios, ya que para darse ello se tendría que evaluar cuáles son los márgenes que existen según los acuerdos comerciales ya suscritos por el Perú.
“Esto es una protección artificial ya que se alega la competencia desleal de productos subsidiados importados del extranjeros, pero el problema real es la falta de infraestructura, acceso al financiamiento, calidad de semilla y riego tecnificado, que tiene que ver más con la competitividad real y no con la nominal. Estas protecciones desincentivan mejoras al sector”.
Clímaco Cárdenas, de Conveagro, explicó -de otro lado- que el “ajustes” que su gremio propone es la restitución de la franja de precios inicial. “Lo que se está proponiendo es restituir el (alcance del) tope máximo permitido”.
“Lo que hizo en los últimos años fue desmantelar el alcance de la franja de precios llevándola a que se ponga topes arancelarios (de hasta 20% del valor CIF a través del Decreto Supremo 103-2015) por ejemplo para la leche de 0% cuando el OMC permite hasta el 68%, fue una decisión política”.
En junio de este año -antes del cambio de gobierno- con una norma se prorrogó hasta el 30 de junio de 2021 la vigencia del límite arancelario del 20% para el arroz y se precisa que a partir del 1 de julio de 2021 automáticamente debe caer a 15% dicho límite.
También adelantó que está a favor de que se incluyan a otros productos agrarios como la papa en la franja de precios. “Estamos con nuestros equipos analizando qué otros productos se podría incrementar. Espero que en octubre se dé luz verde a los ajustes a la franja de precios para devolverle al Estado su rol de proteger al agricultor nacional”.
Juan Manuel Benites, exministro de Agricultura, detalló que la franja de precios tiene una vida muy corta a raíz de una demanda contra el Perú impuesta por Guatemala ante la OMC que la catálogo de “incompatible con los acuerdos de la OMC” por lo que se le pidió que revise su metodología. “Lo que generó que el MEF reduzca los aranceles topes para la franja no pasará de 20% de esa manera no colisionara con la política nacional de aranceles. Pero hay algunos sectores que estaban disconformes”, apuntó.
El exministro consideró que lo que se podría activar -más que ajustes a la franja de precios- son los derechos compensatorios si es que existe un daño a la producción nacional y que son válidos por la OMC. “Lo que hay que hacer es un estudio para probar el daño a la producción nacional y se aplica los derechos compensatorios que sería más concretó y limpio. Es algo que se puede hacer ya que estar pensando en aranceles alegando la soberanía alimentaria podría ser complicados”.
-Los efectos al bolsillo-
El también director de Videnza Consultores indicó que de eliminarse el tope de la franja de precios se impactará en los bolsillo de los consumidores al encarecerse los bienes importados, ya que (los consumidores) tendrían que pagar mayores precios en momentos en que la inflación supera el rango meta establecido por el BCR.
“Es como un impuesto a las importaciones (al eliminarse el tope de la franja), lo que hace es encarecer los bienes importados para favorecer a la producción nacional. Si es que se apuesta por subir los aranceles en 10% eso se traslada en su totalidad al consumidor, salvo que decidan implementarse un control de precios. En el corto plazo se incrementaría los precios de los productos importados”.
“Por ejemplo, si se sube los aranceles de leche en polvo que se usa en la elaboración de leche evaporada, lo que hace es encarecer la estructura de costos para elaborarla, lo que se vería reflejado en el incremento de este bien en la población”, detalló.
Por su parte, el representante de Conveagro específico que los ajustes que es espera implementar desde el gobierno no tendrá efectos en los bolsillos de los consumidores. “No hay ninguna excusa para recuperar los topes máximos permitidos por la OMC”.
Nota:
Maíz amarillo: De acuerdo al último reporte del Midagri, durante el 2020, los buenos precios vigentes por encima del precio piso en la mayor parte de los meses del año hicieron que las importaciones no paguen derecho específico alguno, aunque excepcionalmente, entre los meses de mayo y julio, se activó la franja de precios. Esta situación ha impactado en la competitividad de las exportaciones de los EE.UU, por lo que fue desplazado del mercado peruano en los últimos dos años por Argentina. Asimismo, al 20 de junio de 2021, según cifras preliminares de la Sunat se registra una importación preliminar de 2′032,000 toneladas de maíz amarillo, con casi el 69% proveniente de Argentina, 27% de Estados Unidos y 2,2% de Brasil. Estados Unidos había estado recuperando su participación, pero en los últimos meses una movida de precios hacia la baja por parte de Argentina, han afectado la competitividad de Estados Unidos.
Arroz: En noviembre de 2020, se incrementó hasta US$ 620 (3.5% incremento), uno de los precios más elevados que el arroz uruguayo haya alcanzado en los últimos años, dejándose de aplicar aranceles específicos bajo la franja de precios (0%), al ubicarse dicho precio de referencia por encima del precio piso (US$ 612). De esa fecha y en los siguientes meses del 2021 -dice el Midagri- incluso en mayo, el precio internacional de referencia se ha mantenido en US$ 620 y en junio se ha elevado a US$ 623 la tonelada. Pero en julio se vio una caída del precio de referencia de la franja, a US$ 600, cifra por debajo del precio piso (US$ 612), correspondiéndole un derecho específico de US$12 por tonelada. Según la metodología de la franja de precios, en la medida que el precio internacional de referencia del arroz importado se eleve, de una manera inversa declinará el derecho específico aplicado a las importaciones y viceversa; asimismo, en la medida que el precio internacional de referencia (arroz uruguayo) se eleve por encima del valor del precio piso de la franja del arroz, se dejará de aplicar aranceles a las importaciones, dado su elevado costo. Esta es la situación que ha justificado la caída de los aranceles específicos del arroz hasta 0% en los últimos ocho meses, que incluye al mes de junio de 2021.
Leche en Polvo: Durante todos los meses de lo que va del 2021, se aprecia un lento pero sostenido crecimiento de los precios de referencia, incluso hasta el mes de julio cuando se registró el nivel más alto de los últimos años (US$ 3,739) -de acuerdo al Midagri- de ahí que en estos meses no se ha aplicado arancel alguno a las importaciones de leche en polvo y a los otros productos derivados, en la medida que han estado por encima del precio de piso. A partir de julio el precio piso de la nueva tabla será de US$ 3,100, precio por debajo del precio de referencia. Como el derecho específico correspondiente a julio es de 0%, no es necesario tener en cuenta el arancel específico máximo a pagar, este cálculo sería útil si el derecho específico a pagar señalado en la tabla aduanera fuese muy elevado.
Azúcar: El precio internacional de referencia del azúcar, después de mantener un nivel bastante bajo durante todo el 2019 e incluso hasta enero de 2020 (por debajo del precio piso de la franja), reflejándose en el pago de aranceles, desde febrero de dicho año los precios cambiaron de tendencia y empezaron a recuperarse, alcanzando un precio pico en marzo con US$ 418, superando el precio piso establecido (US$ 389) lo cual se va reflejar en la caída a cero de los derechos específicos arancelarios aplicados a las importaciones en dicho mes. En los siguientes meses la declinación del precio estará sujeta a una oscilación durante los demás meses del 2020, con niveles por debajo del precio piso, que se va reflejar en una gran variabilidad de los niveles arancelarios aplicados en franja, hasta el mes de octubre. A partir de noviembre el precio internacional de referencia se incrementará hasta un valor de US$ 389, dejando de pagar aranceles, en diciembre se mantendrá esta tendencia. En enero del 2021, el precio se mantendrá en US$ 403 y en los siguientes meses los precios de referencia seguirán aumentando, alcanzado la cifra más importante en abril con US$ 470 la tonelada, en los siguientes dos meses declinarán los precios ligeramente, a US$ 446 en mayo y a US$ 458 en junio. En julio, con la nueva tabla aduanera, el precio piso de la franja del azúcar caerá a US$ 375, alejándose aún más del precio de referencia, en julio el precio de referencia será de US$ 444. Como en todos estos casos los precios de referencia estarán por encima del precio, las importaciones de azúcar no pagarán derecho específico alguno.
VIDEO RECOMENDADO: