De acuerdo a la última publicación de Comex, la producción nacional no ha presentado mayores mejoras en los últimos años, menos aún en su competitividad pese a que ya existe desde hace 20 años el sistema de franja de precios.
La franja de precios fue implementado a inicios de 2001, con el objetivo de estabilizar los costos de importación con los precios de productos como el maíz amarillo duro, el arroz, el azúcar y la leche entera en polvo, caracterizados por una marcada inestabilidad en sus precios internacionales.
“En el camino ha sufrido algunos cambios. Unos para bien, como una mejor definición de productos sustitutos sujetos a la medida, y otros para mal, como el arbitrario incremento de toda la franja para el azúcar, lo cual favorece desmedidamente a los grupos económicos de la industria nacional. Así, con el paso de tiempo, la franja de precios se fue transformando en una suerte de mecanismo de protección al productor local, ya que se modificaron sus parámetros. Estos cambios buscaron establecer una protección arancelaria, especialmente cuando el precio internacional estaba por debajo de la franja”, refiere Comex.
Así, al ver la serie de la producción nacional de productos a los que se aplica la franja de precios -leche entera en polvo, arroz, azúcar y maíz amarillo duro- se observa, sostiene el gremio, que el componente estacional en los niveles de producción, pero con ningún cambio en lo que respecta a incrementar su productividad y rendimiento.
“Por el contrario, la producción nacional no da abasto a la demanda nacional. Además, durante el periodo analizado (del 2017 al 2021) la franja inferior se ha activado numerosas veces, pero la producción nacional no ha presentado mejoría, lo que podría implicar que el verdadero problema no son las distorsiones provenientes del extranjero”, acota Comex.
Si solo se consumiera productos nacionales -refiere- el precio del producto para el consumidor aumentaría, dada la escasez.
“Más bien gracias a la importación es que aumenta la oferta del producto, lo que evita aumentos en los precios”, añade.
De acuerdo al ministerio de Agricultura, la aplicación de la franja de precios, se observa que los precios de referencia de la leche en polvo se han mantenido por encima del precio piso de la franja de precios de la leche.
Si bien esta medida en el país cumple la función de mantener los precios estables en el mercado local de lácteos, más no garantiza el crecimiento del sector ganadero. Sin embargo, factores como la estructura de mercado -donde existen pocos compradores y muchos vendedores- repercuten en el rendimiento del productor. Para lograr una mejora en este sector, en opinión de Comex se requiere fortalecer la cadena de valor de la producción láctea mediante la provisión de mejores recursos técnicos.
“Además, no tendría sentido efectuar ajustes a la franja de precios, ya que los precios internacionales están muy por encima de los nacionales. Por el contrario, estas protecciones desincentivan a los actores en la cadena de valor de estos productos, cuando el problema real en la agricultura del país está más orientada a la falta de infraestructura, la calidad y uso de semillas, el acceso al financiamiento, la asistencia técnica y la falta de riego tecnificado”, añade.