Desde el último lunes se ha incrementado de forma importante el número de personas que acuden a los terminales terrestres para viajar de un punto a otro del país. Esto se debería a que Lima Metropolitana y otras ciudades muy pobladas retrocedieron del nivel de riesgo extremo al muy alto frente al coronavirus, señala Luis Miguel Ciccia, director de la Asociación de Propietarios de Ómnibus Interprovinciales (Apoip) y presidente del directorio de Turismo CIVA.
“Desde el lunes se ha incrementado el movimiento de pasajeros al pasar Lima y otras 20 grandes ciudades de riesgo extremo a muy alto. El incremento es de 30% en comparación con los días anteriores, con excepción del Día de la Madre, que tiene un movimiento muy elevado. En este caso, el movimiento del sector transporte es un indicador de la situación económica”, dijo a gestion.pe.
En su opinión, la calificación de riesgo extremo que pesaba sobre Lima Metropolitana y otras ciudades generaba temor y desalentaba los viajes interprovinciales. En cambio ahora, la gente siente más confianza de embarcarse en bus. A ello se suma el mayor movimiento económico que genera la flexibilización de ciertas restricciones.
Además, el sector espera el efecto de la reducción del precio del dólar, que se trasladaría al precio de los combustibles en los próximos días, pues los más usados vienen del exterior, señaló Ciccia.
No obstante, el precio de los pasajes se mantendrá, porque el alza del dólar de las últimas semanas no condujo a un incremento de dichas tarifas. Debido a la baja demanda de pasajes de bus, los propietarios de las empresas de transporte se vieron obligados a asumir esta alza como un costo más, lo que redujo temporalmente sus ganancias.
Un movimiento económico especial se registró en los días previos a la votación de la primera vuelta electoral, durante los cuales el flujo de pasajeros se elevó en 10%. Para la segunda vuelta electoral, Ciccia espera un alza mayor, pues se proyecta un menor porcentaje de ausentismo.
Con todo, el sector aún no termina de reactivarse tras haber vuelto a operar en julio del año pasado, pues su nivel de ventas es del 70% del pre-COVID, sostiene el presidente de Apoip.
Como se sabe, las exigencias para viajar en bus son mayores que antes de la pandemia, como parte de los protocolos de bioseguridad establecidos por el Gobierno.
De acuerdo con el portal del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), en las ciudades de riesgo extremo y muy alto los buses pueden operar con un aforo del 100% de los asientos, siempre que los pasajeros presenten una prueba de antígeno o molecular con resultado negativo, emitida con 72 horas de anticipación. En cambio, en las ciudades con riesgo alto, no necesitan presentar estas pruebas.
Vacunas para choferes
Por otro lado, Ciccia lamentó que el sector aún no haya logrado traer al país unas 80,000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V, adquiridas por unas 85 empresas de transporte para ser aplicadas a unos 40,000 choferes y sus familias, según señaló. Para ello se necesita que el Gobierno promulgue una autógrafa del Congreso que permitiría a las empresas privadas, los gobiernos regionales y locales importar estas sustancias.
“Los choferes son trabajadores de primera línea y necesitan ser vacunados. El dictamen está aprobado, listo para convertirse en ley, de modo que comencemos a evitar contagios y muertes”, expresó.